Typical street scene in Santa Ana, El Salvador. (Photo: iStock)

Boletín del FMI : Panamá: El crecimiento mantendrá su dinamismo

28 de marzo de 2013

  • Panamá es el país de América Latina de crecimiento más rápido
  • Los riesgos se derivan principalmente del agitado entorno externo
  • Se requieren reformas adicionales para la transición hacia un crecimiento sostenible e inclusivo

Con tasas de crecimiento situadas en un promedio anual de 8,5%, el PIB per cápita de Panamá aumentó a más del doble a lo largo de la última década. Este extraordinario crecimiento ha estado impulsado por un aumento continuo de la inversión pública y privada en un entorno económico estable cimentado en políticas prudentes.

Trabajador en el Canal de Panamá, Panamá: La economía del país se ha visto favorecida por grandes proyectos de infraestructura (foto: Luis J. Jimenez/Zuma Press/Newscom)

Trabajador en el Canal de Panamá, Panamá: La economía del país se ha visto favorecida por grandes proyectos de infraestructura (foto: Luis J. Jimenez/Zuma Press/Newscom)

EXAMEN DE SALUD DE LA ECONOMÍA

En su última evaluación de la economía panameña, el FMI señaló que la economía del país sigue creciendo con fuerza, estimulada por la expansión del Canal de Panamá y por grandes proyectos de infraestructura pública. Se estima que el crecimiento del PIB real alcanzó 10,7% en 2012, según indica el informe.

La estabilidad macroeconómica, apoyada en la plena dolarización, ha favorecido la expansión de los servicios y actividades internas centradas en torno al Canal de Panamá y la Zona Libre de Colón. El éxito del proceso de consolidación fiscal permitió reducir la deuda pública bruta de 66,2% del PIB en 2005 a 39,2% del PIB en 2012.

Juntamente con un crecimiento vigoroso y un sector financiero sólido, esto llevó a que Panamá obtuviera la calificación de inversión no especulativa (“investment grade”) en 2010. Tras recibir una calificación más alta por parte de Moody’s, Panamá se sitúa ahora entre los mercados emergentes mejor calificados, junto con Brasil, México y Perú.

El FMI también destacó la capacidad de resistencia del sistema financiero de Panamá frente a la reciente turbulencia en los mercados mundiales, lo cual puede atribuirse a la diversificación de la estructura de propiedad del sistema bancario, el bajo grado de dependencia del financiamiento mayorista, así como los altos coeficientes de capital y de liquidez.

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Desarrollar una mayor capacidad de resistencia a los shocks

Para 2013, el FMI prevé que el crecimiento del PIB real descenderá a 9%, y a mediano plazo convergerá hacia su tasa potencial de 6–6½% a medida que se reduzca el gasto de capital. Ante el extraordinario crecimiento de Panamá, el FMI señaló que sería aconsejable una orientación fiscal un tanto más restrictiva para mitigar los riesgos de sobrecalentamiento y constituir reservas fiscales.

Como se trata de una economía muy abierta, tanto desde el punto de vista financiero como desde el punto de vista comercial, Panamá es vulnerable a shocks externos. El país está estrechamente vinculado tanto al ciclo económico de Estados Unidos como al comercio mundial, a través del Canal de Panamá.

Panamá es también un importante centro bancario regional, y las vinculaciones entre el sector financiero y la economía real son significativas debido al tamaño del sector bancario. El análisis del FMI indica que un shock real o financiero externo, como una reducción de la demanda de Estados Unidos o una frenada brusca de los flujos de capitales hacia América Latina, podría tener un impacto considerable en el producto y el crecimiento del crédito en Panamá.

Sin embargo, la solidez de los fundamentos económicos y el bajo grado de vulnerabilidad, incluyendo la dependencia de exportaciones de servicios estables y el reducido tamaño y poca profundidad relativa del mercado de capitales, mitigarían el impacto de los shocks externos. La creación en 2012 de un fondo soberano de inversión para encauzar el ahorro de los ingresos adicionales generados por la expansión del Canal de Panamá (a partir de 2015) reforzará la capacidad de la economía para resistir los shocks a mediano plazo.

Sostener el crecimiento a mediano plazo

Las perspectivas futuras de crecimiento de Panamá son promisorias. Las nuevas oportunidades de inversión relacionadas con el desarrollo de la infraestructura y la expansión del Canal de Panamá, la reciente aprobación de acuerdos de libre comercio con Estados Unidos, la Unión Europea y Canadá, así como un gran proyecto privado de explotación minera, sin duda contribuirán a respaldar el crecimiento a mediano plazo, afirmó el FMI.

Sin embargo, estas oportunidades también conllevan desafíos. La pobreza y la desigualdad, aunque están disminuyendo, siguen siendo relativamente altas en comparación con países similares de la región. Con un desempleo históricamente bajo, hay escasez de mano de obra calificada, pero el desempleo juvenil es alto.

En este contexto, se requiere un programa integral de reforma para respaldar un crecimiento sostenible y socialmente inclusivo. Para ello será necesario desarrollar el capital humano y mantener la flexibilidad del mercado laboral a fin de mejorar la productividad y la competitividad.

De hecho, el gobierno ha comenzado a llevar a la práctica iniciativas para lograr una mayor asistencia escolar, modernizar los planes de estudios a fin de adaptarlos a los requerimientos de la demanda de trabajo, mejorar el acceso a la tecnología en el aula y ampliar los servicios de formación profesional en asociación con el sector privado. Estas medidas sin duda ayudarán a reducir los desajustes entre la oferta y la demanda de mano de obra y ofrecerán mejores oportunidades de crecimiento para todos los panameños.

Será necesario mejorar las instituciones públicas y la supervisión del sector financiero y desarrollar la infraestructura para asegurar en Panamá una exitosa transición a una economía moderna basada en los servicios y un centro financiero de nivel internacional, según señala también el informe. Es esencial introducir mejoras en la gestión financiera pública para asegurar que las fuertes inversiones públicas en infraestructura sean de alta calidad.

Incrementar los ingresos tributarios —que, en un nivel de 12% del PIB, siguen siendo bajos en comparación con países similares— resultaría necesario para sostener un nivel apropiado de gasto social y de gasto de capital. Los esfuerzos encaminados a reforzar la administración tributaria y aduanera deberían focalizarse en seguir mejorando la cultura impositiva, reforzar los controles y reducir la evasión y las exenciones fiscales.