Typical street scene in Santa Ana, El Salvador. (Photo: iStock)

Boletín del FMI : México muestra resiliencia en un entorno mundial complejo

17 de noviembre de 2015

  • El crecimiento sigue siendo moderado, con una inflación cercana a la meta de 3%
  • La consolidación fiscal es fundamental para mantener la confianza de los inversionistas
  • Reto crítico: promover la profundización financiera y, al mismo tiempo, proteger la estabilidad financiera

La actividad económica ha logrado resistir un ambiente externo difícil. Se prevé que el crecimiento alcanzará 2,2% en 2015 y que se acelerará a 2,5% en 2016, gracias al fortalecimiento de las exportaciones hacia Estados Unidos y al vigor de la demanda interna. La tasa de desempleo disminuyó a un mínimo posterior a la crisis de 4¼% en el segundo semestre de 2015

(Foto: Tim Johnson/MCT/Newscom)

Una fábrica en Tijuana: La economía de México ha conservado la resiliencia pese a un ambiente externo difícil (Foto: Tim Johnson/MCT/Newscom)

EXAMEN DE SALUD DE LA ECONOMÍA

El recrudecimiento de la volatilidad financiera mundial y el alejamiento de los mercados emergentes que se ha observado en la composición de las carteras provocaron una fuerte depreciación del peso frente al dólar de EE.UU. en el curso del último año. Sin embargo, la inflación se mantiene baja y los rendimientos de los bonos en moneda nacional se han mantenido relativamente estables.

Como una economía sumamente abierta, con una elevada participación de inversionistas extranjeros en el mercado de bonos interno, México continúa expuesto a shocks externos. Sin embargo, gracias a las perspectivas positivas de crecimiento y a la solidez de los marcos de política, podrá resistir mejor las tensiones de los mercados financieros. Las perspectivas de crecimiento de México son muy favorables: se prevé que la implementación de reformas estructurales de amplio alcance impulsará el crecimiento potencial a 3-3½% a mediano plazo.

La política fiscal apunta a asegurar niveles de deuda sostenibles, en tanto que la política monetaria está guiada por un régimen creíble de metas de inflación. La flexibilidad del tipo de cambio sirve de amortiguador de los shocks externos. Al mismo tiempo, la profundidad y la liquidez de los mercados financieros de México les permiten a los inversionistas protegerse de los riesgos cambiarios. Los colchones de reservas son sólidos, y la Línea de Crédito Flexible acordada con el FMI constituye un seguro extra contra riesgos extremos.

Mayor resiliencia

En su informe, el FMI aplaude el compromiso asumido por las autoridades de llevar adelante una consolidación fiscal gradual. El recorte programado del déficit fiscal global de 4,1% del PIB en 2015 a 2,5% del PIB para 2018 contribuiría a reducir la relación deuda pública/PIB, lo cual es crítico para mantener la confianza en la solidez de las finanzas públicas.

México se ha ubicado a la vanguardia de los mercados emergentes a la hora de asumir compromisos claros para reducir las emisiones de carbono y poner en práctica políticas de protección ambiental. Las autoridades eliminaron los subsidios a los combustibles en los últimos años. Tienen planificado liberalizar poco a poco los precios internos de los combustibles a partir de 2016, fijando al mismo tiempo los impuestos sobre los combustibles a un nivel que refleje los efectos perjudiciales del uso de los combustibles fósiles en términos de medio ambiente, salud y congestión. Desde la perspectiva de las finanzas públicas, fijar impuestos específicos sobre la gasolina y el diésel contribuiría a estabilizar el ingreso tributario.

La política monetaria ha sido debidamente acomodaticia en el curso del último año, y la tasa real de política monetaria ha estado cerca de cero. La inflación se acerca a la meta de 3% y las expectativas inflacionarias permanecen ancladas. El efecto de traslado de la depreciación de la moneda ha sido muy limitado hasta el momento, en parte gracias a la fuerte caída de los precios de las materias primas, que ha ayudado a mantener bajos los costos de producción.

Mantener la solidez del sector financiero

La capitalización, liquidez y rentabilidad de los bancos mexicanos son buenas. Los bancos comerciales mantienen coeficientes de suficiencia de capital que están muy por encima de lo que requieren las regulaciones. El sistema bancario se financia principalmente con depósitos internos, lo cual reduce la vulnerabilidad a shocks de liquidez externos. El informe del FMI presenta un análisis que sugiere que los balances de las empresas también son globalmente sólidos y resistirían nuevas variaciones del tipo de cambio o de las tasas de financiamiento.

En México, el crédito al sector privado como proporción de PIB es relativamente bajo en comparación con otros mercados emergentes, si bien el crédito viene creciendo a un ritmo sostenido en los últimos años. Esto se debe a una serie de factores; entre ellos, un extenso sector informal, dificultades en la reposesión de garantías y una historia de crisis bancarias en las décadas de 1980 y de 1990. Por ende, México enfrenta el reto de promover la profundización financiera y proteger al mismo tiempo la estabilidad financiera. La reforma financiera implementada hace poco busca abordar algunos de los impedimentos estructurales a la expansión del crédito, para lo cual establece condiciones más estrictas de declaración a los organismos de crédito, simplifica la transferencia de préstamos hipotecarios y cuentas personales entre bancos, y fortalece la protección del consumidor.