Fondo Monetario Internacional

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La sociedad civil y el FMI

La emergencia alimentaria

29 de abril de 2008

En las últimas semanas, el alza en los costos de los alimentos pasó a ocupar el primer lugar en la agenda política de la comunidad internacional, incluidos el FMI y el Banco Mundial.

Claro que esto no debería sorprender, dado que cada día son más numerosos los informes sobre penurias —e incluso, disturbios— en relación con los aumentos de los alimentos básicos; por ejemplo, solo en el precio del arroz, este año el aumento fue de más del 50%.

En la conferencia de prensa del 12 de abril, después de las Reuniones de Primavera del Comité Monetario y Financiero Internacional del FMI, el Director Gerente de la institución, Dominique Strauss-Kahn, subrayó la naturaleza de la crisis que se avecina: "Si los precios de los alimentos se mantienen como ahora, las consecuencias para las poblaciones de numerosos países … serán terribles".

Masood Ahmed, Director del Departamento de Relaciones Externas del FMI, señaló en la conferencia de prensa del 24 de abril que el FMI está en conversaciones con los gobiernos de 10 países, la mayoría de África, sobre el incremento de la asistencia financiera para compensar el aumento en los precios mundiales de los alimentos. "Malí, Camerún y Madagascar son algunos de los países con los que estamos llevando a cabo consultas", señaló. "Nos han planteado la posibilidad de ampliar los acuerdos vigentes en el marco del Servicio para el Crecimiento y la Lucha contra la Pobreza, a fin de suministrar un financiamiento adicional que cubra los costos vinculados al aumento de los precios de los alimentos. Estamos analizando sus necesidades y responderemos rápidamente a sus pedidos".

La asistencia social focalizada en los pobres sería la política más acertada, pero podrían aplicarse otras medidas temporales, como la reducción de los impuestos a los alimentos.

El Presidente del Banco Mundial, Robert Zoellick, en la conferencia de prensa del 10 de abril, instó a los gobiernos a adoptar medidas lo antes posible para ayudar a la población hambrienta y colaborar con el Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas, que procura reunir US$500 millones en asistencia de emergencia para el 1 de mayo. También obtuvo el respaldo del Comité para el Desarrollo del Banco Mundial y el FMI a favor del Nuevo Acuerdo para una Política Alimentaria Mundial orientado a combatir el hambre y la malnutrición.

Después de la reunión del 13 de abril del Comité para el Desarrollo, se dirigió a los periodistas y advirtió que 100 millones de personas podrían hundirse aún más en la pobreza si no se toman medidas. "No podemos esperar" señaló, y agregó: "Tenemos que pasar de las palabras a la acción —ahora mismo— para dar de comer a bocas hambrientas. Y es así de claro".

"La crisis de los precios de los alimentos es una gran preocupación para el FMI, por lo cual destinaremos muchos recursos —tiempo, expertos y recursos financieros— en las próximas semanas."

Dominique Strauss-Kahn

Respuestas de política

El FMI aconseja que la respuesta al aumento de los precios de los alimentos se adapte a las circunstancias de cada país.

  • Si el país puede, debe aprovechar la oportunidad — y varios países lo están haciendo— para estimular la expansión de la producción agrícola interna. Ello puede lograrse efectivamente, no con el financiamiento directo de la producción, sino con el mejoramiento de la infraestructura, la distribución y los sistemas de almacenaje; el fomento de la competencia; la eliminación de las políticas distorsionantes que desestimulan la producción de alimentos, y la eliminación de los obstáculos al comercio. No obstante, los países deben evitar políticas distorsionantes como los subsidios no focalizados.
  • Los aumentos temporales en los precios de los alimentos no tienen por qué exigir una política monetaria compensatoria, sobre todo si la política monetaria ya es aceptada como creíble. Pero puede hacerse necesario aplicar políticas más rigurosas si una inflación sostenida por los altos precios de los alimentos empieza a tener efectos secundarios sustanciales.
  • El impacto de las perturbaciones temporales podría ser atenuado mediante subsidios transitorios y focalizados, medidas impositivas transitorias o un mayor recurso a la ayuda internacional, todo lo cual puede contribuir a proteger a los más vulnerables.

El papel del FMI

Strauss-Kahn subrayó, tras la reunión del Comité para el Desarrollo del 13 de abril, que la crisis de los precios de los alimentos es "una gran preocupación para el FMI, por lo cual destinaremos muchos recursos —tiempo, expertos y recursos financieros— en las próximas semanas". Además, subrayó esta idea en un artículo (en inglés) del 21 de abril en el Financial Times.

Distintos equipos del FMI están llevando a cabo evaluaciones de las circunstancias específicas de cada país para asegurar que la institución brinde el asesoramiento de política y la asistencia financiera en forma efectiva y oportuna para que los gobiernos puedan proteger a los más vulnerables. El FMI dispone de una serie de instrumentos financieros para ayudar a sus miembros a atenuar las presiones relacionadas con los alimentos en la balanza de pagos. Numerosos países de bajo ingreso pueden ampliar de inmediato los acuerdos financieros que mantienen con el FMI. El FMI también está coordinando de cerca con otros organismos temas que exigen medidas a nivel regional e internacional.

Alerta al público

Simon Johnson, Asesor Económico y Director del Departamento de Estudios del FMI, participó en una mesa redonda (en inglés) en el programa televisivo de Diane Rehm, de la radiodifusión nacional de Estados Unidos (NPR), para analizar las causas detrás de la suba de los precios de los alimentos y qué medidas adoptar a corto y largo plazo. Interrogado sobre la reacción del FMI ante la suba de precios de los alimentos, Johnson dijo: "Estamos muy preocupados. Siempre nos inquieta la inflación ... y en particular cuando vemos este gran impacto en algunos de los sectores más desposeídos de algunos de los países más pobres".

El 12 de abril, Andrew Berg y Paulo Drummond, del Departamento de África del FMI, informaron a las OSC participantes en el Foro sobre políticas relativas a la sociedad civil del Banco Mundial y el FMI sobre la evaluación que el FMI hiciera de los problemas planteados en África subsahariana por los recientes aumentos de precios del petróleo y los alimentos.

Reacciones de la sociedad civil

Oxfam International celebró las declaraciones de Strauss-Kahn y Zoellick, y expresó que "es muy positivo que los líderes del Banco Mundial y el FMI hayan puesto un foco político en la crisis de los alimentos". Pero Oxfam también afirmó que las condiciones crediticias impuestas por las instituciones han reducido el margen de maniobra de los ministros de Comercio y de Agricultura de los países en desarrollo para responder a las crisis. Soren Ambrose, del Centro de Información Bancaria, opinó en forma similar: "Las instituciones hacen bien en tratar de centrar la atención del mundo en una situación desesperada que rápidamente crea una nueva inestabilidad en países ya vulnerables", escribió (en inglés), agregando que "también es posible [...] deducir que las instituciones están esforzándose por ser vistas como parte de la solución, en la esperanza de que, con ello, sea menos probable que se las identifique como parte de las causas".

El movimiento One Campaign procura recabar firmas para una petición (en inglés) al Presidente Bush instándolo a tomar medidas inmediatas para dar prioridad a los problemas de la pobreza mundial, incluida la crisis del hambre en el mundo, en el temario de la cumbre de julio del G8 y obtener en esa oportunidad el compromiso de asignar recursos adicionales para todo tipo de asistencia alimentaria y para una mayor productividad agrícola en los países en desarrollo.