Section Notes

PUNTOS FOCALES

Respuesta al brote de ébola: Financiamiento de emergencia y un nuevo instrumento

"Nuestros países miembros han demostrado un alto grado de compromiso para responder a la crisis del ébola en forma mancomunada. Me complace especialmente el respaldo a la aprobación del nuevo Fondo Fiduciario para Alivio y Contención de Catástrofes, que será de gran ayuda para el pueblo de Guinea, Liberia y Sierra Leona, y de otros países en el futuro."

—Directora Gerente del FMI, Christine Lagarde, 5 de febrero de 2015

Ebola Chart 1

El brote de ébola en África occidental planteó a la comunidad internacional una crisis sanitaria sin precedente. propagación de la pandemia a Guinea, Liberia y Sierra Leona hizo que casi 26.000 personas contrajeran la infección y provocó más de 10.600 muertes. Prácticamente paralizó la actividad económica en estos tres países y sembró el pánico por la posibilidad de una crisis de mayores proporciones.

El FMI respondió de manera rápida y flexible, comprometiendo alrededor de US$404 millones en financiamiento que se desembolsó directamente a los gobiernos de los tres países para atender las nuevas y numerosas necesidades financieras suscitadas por la epidemia. En primer lugar, en septiembre de 2014 se proporcionó asistencia de emergencia de forma acelerada. Posteriormente, al apreciarse con claridad la escala del desastre, el FMI incrementó su asistencia a principios de 2015 proporcionando financiamiento adicional en el marco del Fondo Fiduciario para el Crecimiento y la Lucha contra la Pobreza y alivio de la deuda en el marco del nuevo Fondo Fiduciario para Alivio y Contención de Catástrofes (FFACC).

Chart

La Directora Gerente Christine Lagarde anunció este financiamiento adicional en una propuesta presentada ante los jefes de Estado del G-20 en la reunión cumbre que celebraron en Brisbane, Australia, en noviembre de 2014. Al concretar la propuesta presentada en Brisbane, el FMI fue la primera institución multilateral en cumplir el 100% de sus compromisos con los países asolados por el ébola.

La asistencia financiera para luchar contra esta epidemia se encuadra en el mandato del FMI de brindar respaldo a sus países miembros en momentos de tensión económica y social para hacer frente a necesidades de balanza de pagos. Cada una de las etapas de esta respuesta fue analizada cautelosamente por el Directorio Ejecutivo, el cual aprobó todas las solicitudes de financiamiento y la creación del FFACC mediante la reforma del Fondo Fiduciario para el Alivio de la Deuda después de una Catástrofe.

Fondo Fiduciario para Alivio y Contención de Catástrofes

En febrero de 2015, el FMI estableció el Fondo Fiduciario para Alivio y Contención de Catástrofes (FFACC). Este instrumento le permitirá al FMI proporcionar donaciones para alivio de la deuda a los países más pobres y más vulnerables golpeados por catástrofes naturales o sanitarias, incluidas epidemias. Este nuevo fondo fiduciario pretende complementar el financiamiento de donantes y el crédito concesionario del FMI. El alivio de los pagos del servicio de la deuda libera recursos adicionales para atender necesidades excepcionales de balanza de pagos generadas por catástrofes, y para facilitar los esfuerzos de contención de la crisis y de recuperación económica.

El FFACC se creó mediante la transformación del Fondo Fiduciario para el Alivio de la Deuda después de una Catástrofe, establecido en 2010 después del terrible terremoto en Haití. El FFACC consta de dos componentes: 1) un componente de alivio después de una catástrofe, que proporciona asistencia excepcional tras un desastre natural, por ejemplo un terremoto o tifón y 2) un componente de contención de catástrofes, que ofrece respaldo excepcional para contener la propagación de una catástrofe sanitaria.

La incorporación de un componente de contención de catástrofes reconoce que en los países pobres con sistemas de salud deficientes la capacidad para contener la amenaza más extendida que plantea una catástrofe sanitaria es limitada, y que la comunidad internacional tiene un vivo interés en brindar un amplio respaldo a estos países. Los países miembros de bajo ingreso que reúnan los requisitos pertinentes y hayan sufrido una catástrofe sanitaria recibirán donaciones directas para saldar de inmediato los pagos del servicio de la deuda que deban efectuar al FMI. El monto de la donación tiene un tope de 20% de la cuota del país, y en circunstancias excepcionales existe la posibilidad de un mayor alivio de la deuda.

La asistencia en el marco del FFACC está a disposición de los 38 países en desarrollo de bajo ingreso habilitados para recibir préstamos concesionarios y que también tienen un ingreso per cápita inferior a US$1.215 o, en el caso de los Estados peque- ños, una población inferior a 1,5 millones y un ingreso per cápita inferior a US$2.430.

Las dos ventanillas del FFACC

Componente de alivio después de una catástrofe
Proporciona asistencia excepcional tras un desastre natural, por ejemplo un terremoto o tifón.

Componente de contención de catástrofes
Proporciona asistencia para contener la propagación de una catástrofe sanitaria.

Crédito concesionario: El FMI suministró US$309 millones en asistencia acelerada a tasas de interés cero a los tres países afectados por la epidemia de ébola. Los préstamos se otorgaron en el marco del Servicio de Crédito Rápido y el Servicio de Crédito Ampliado. Los fondos se desembolsaron de inmediato, para que los países contaran con los recursos que necesitaban con urgencia para ayudarlos a hacer frente a la crisis.

Alivio de la deuda: Una característica singular de la respuesta del FMI fue la decisión de crear el FFACC. Los tres países afectados por el ébola (Guinea, Liberia y Sierra Leona) recibieron US$95 millones en donaciones para alivio de la deuda en el ejercicio 2015, a fin de mitigar las presiones sobre su balanza de pagos.

Asesoramiento en materia de políticas: Después del brote epidé- mico, el PIB se contrajo en los tres países afectados. Un componente fundamental del asesoramiento del FMI en materia de políticas fue el respaldo a la aplicación de políticas macroeconómicas expansivas, que incluyeron déficits presupuestarios para combatir la epidemia y evitar una recesión aun mayor. Durante todo el brote pandémico el personal técnico del FMI mantuvo su interacción con las autoridades de cada país, y a medida que la crisis comenzaba a ceder las conversaciones se enfocaron en el desafío de más largo plazo de restablecer el crecimiento rápidamente.