Typical street scene in Santa Ana, El Salvador. (Photo: iStock)

Boletín del FMI : Bolivia enfrenta desafíos para adaptarse a los precios más bajos de las materias primas

18 de diciembre de 2015

  • El crecimiento del PIB real se desacelerará a 4,1% en 2015, pero sigue siendo alto para la región
  • Las cuantiosas reservas deberían facilitar la adopción gradual de los ajustes fiscales y externos necesarios
  • Es fundamental reducir el déficit fiscal de sectores no relacionados con hidrocarburos y fomentar la inversión privada

Tras una década de sólido desempeño económico y reducción de la pobreza, Bolivia debe adaptar sus políticas a un entorno en que los precios más bajos de las materias primas son la norma, señala el FMI en su informe anual sobre la economía boliviana.

Trabajador en una planta en Cuatro Cañadas, Bolivia. El fin del auge de las materias primas ha generado dificultades para Bolivia (foto David Mercado/Reuters/Newscom)

Trabajador en una planta en Cuatro Cañadas, Bolivia. El fin del auge de las materias primas ha generado dificultades para Bolivia (foto David Mercado/Reuters/Newscom)

EXAMEN ECONÓMICO ANUAL

Bolivia ha logrado una enorme reducción de la pobreza y la desigualdad en la última década, gracias a un fuerte crecimiento económico y una gestión macroeconómica prudente durante el período de auge de los precios de las materias primas.

Pero con el fin del auge, los saldos fiscales y externos han empezado a reducirse en 2015, y se prevé que continúen deteriorándose en 2016. Las autoridades se enfrentan al importante desafío de adaptarse a una coyuntura externa cambiante y, al mismo tiempo, seguir cumpliendo con sus objetivos de desarrollo, definidos en la Agenda Patriótica 2025, y preservando las mejoras sociales alcanzadas en años recientes.

Gracias a las cuantiosas defensas constituidas durante los años de auge, las autoridades bolivianas pueden abordar las actuales dificultades con un enfoque mesurado y gradual. Las reservas internacionales, actualmente del 42% del PIB, son más que suficientes desde todo punto de vista.

Pese a cierta desaceleración, se prevé que el crecimiento económico siga siendo uno de los más sólidos de América Latina; se proyecta que será de 4,1% en 2015 y de 3,5% a mediano plazo. Un alto nivel de inversión pública y el crecimiento robusto del crédito al sector privado apuntalan esta proyección.

Mayor margen de maniobra fiscal

Sin embargo, ante la persistencia de los precios bajos del petróleo, a mediano plazo será necesario un ajuste fiscal, que deberá incluir un replanteamiento y una priorización de la inversión pública. En el informe se destaca la importancia de mejorar el saldo fiscal no relacionado con los hidrocarburos con el fin de crear espacio fiscal (o margen en el presupuesto del gobierno). Un marco fiscal a mediano plazo, que tenga en cuenta el ciclo económico y la volatilidad del precio del petróleo, podría ayudar a orientar el proceso de reducción del déficit. Además, un marco más integral para la supervisión de las actividades cuasifiscales ayudaría gestionar mejor los riesgos fiscales contingentes.

El horizonte de las actuales reservas de gas comprobadas es relativamente corto, y de ahí que la prospección de nuevos yacimientos también sea esencial para garantizar la sostenibilidad externa y de la deuda. En este contexto, es imperativo definir mejor los regímenes fiscales de los sectores de hidrocarburos y minería para fomentar la inversión.

Mayor flexibilidad del tipo de cambio

Con un tipo de cambio estable con respecto al dólar estadounidense, la apreciación de dicha moneda dio lugar a una apreciación del boliviano de más de 40% en términos efectivos reales desde 2010. La creación de condiciones para incrementar la flexibilidad del tipo de cambio ayudará a ampliar la capacidad del país de absorber shocks externos y mejorar la competitividad.

Pero la transición hacia una mayor flexibilidad cambiaria ha de llevarse a cabo prudentemente, para preservar la importante reducción de la dolarización lograda en la última década. Una condición importante para que la transición sea fluida es una política monetaria eficaz que ancle las expectativas inflacionarias. Y para que dicho marco funcione correctamente se necesitan un banco central que goce de independencia y credibilidad, instrumentos de política monetaria e infraestructura de mercado adecuados y sostenibilidad fiscal.

Garantizar la estabilidad del sector financiero

Si bien por el momento el sector financiero parece ser sólido y estable, se han registrado cambios significativos que han incidido en la asignación de los flujos de crédito. La Ley de Servicios Financieros, promulgada en 2013, estableció cuotas para los préstamos a sectores productivos y la vivienda de carácter social, y reguló las tasas activas y pasivas. El informe advirtió sobre los riesgos de un crecimiento y una concentración excesivos del crédito, y el efecto que esto podría tener en la estabilidad del sector financiero y la inclusión financiera. Se recomendó a las autoridades prestar atención a las señales del mercado para lograr una mayor inclusión financiera y modificar reglamentaciones clave en caso de que aumenten los riesgos.

Fomentar la inversión privada

Según el informe, fomentar la inversión privada sería fundamental para mejorar las perspectivas de crecimiento de Bolivia a mediano plazo. En tal sentido, será necesario adoptar medidas estructurales para mejorar el clima empresarial y abordar impedimentos persistentes, como la falta de flexibilidad y los costos del mercado laboral, la informalidad generalizada y las intervenciones del gobierno en los mercados de productos. Para propiciar la inversión privada también sería útil afianzar los avances logrados en años recientes en cuanto a la modernización del marco jurídico e intensificar los esfuerzos para reducir la incertidumbre legal y regulatoria.