Typical street scene in Santa Ana, El Salvador. (Photo: iStock)

Un programa de trabajo para reactivar el crecimiento

16 de junio de 2016

  • El FMI plantea una estrategia basada en tres pilares —monetario, fiscal, estructural— para impulsar el crecimiento
  • Se centrará en cuestiones nuevas y emergentes, así como en ámbitos que deben reformarse desde hace tiempo
  • Las actuales transiciones en la economía mundial exigen una sólida cooperación a escala mundial

El FMI ha presentado su programa de trabajo para los próximos doce meses, centrado en recuperar una senda de crecimiento más clara y segura para la economía mundial

Obra cerca de Nueva Delhi: Una nueva iniciativa del FMI de apoyo a políticas de infraestructuras ayudará a los países mejorar la eficiencia de la inversión pública (Foto: Anindito Mukherjee/Reuters/Newscom)

Obra cerca de Nueva Delhi: Una nueva iniciativa del FMI de apoyo a políticas de infraestructuras ayudará a los países mejorar la eficiencia de la inversión pública (Foto: Anindito Mukherjee/Reuters/Newscom)

PROGRAMA DE TRABAJO DEL FMI

Dicho programa de trabajo es acorde con las orientaciones establecidas en la Agenda Mundial de Políticas y el comunicado hecho público por el Comité Monetario y Financiero Internacional en abril.

El programa de trabajo hace hincapié en las actividades de respaldo del FMI a la triple estrategia de medidas monetarias, fiscales y estructurales para impulsar el crecimiento. Asimismo, expone el trabajo destinado a ayudar a los países miembros a abordar problemas emergentes (como el cambio climático y la desigualdad) y a reforzar el sistema monetario internacional.

En una declaración al Directorio Ejecutivo del FMI, Christine Lagarde, Directora Gerente del FMI, afirmó que “el crecimiento, demasiado lento durante demasiado tiempo, ha supuesto un obstáculo para la economía mundial”.

Abordar los retos en materia de políticas

Con un crecimiento mundial más débil como telón de fondo, el programa de trabajo pretende ayudar a los países a articular políticas más potentes y equilibradas.

Política monetaria. El FMI seguirá estudiando las repercusiones de las políticas monetarias no convencionales y sus efectos de contagio sobre otras economías, en especial los mercados emergentes. Un ámbito de interés relacionado es la gestión de flujos de capital. Durante el próximo año, el FMI analizará la experiencia de sus países miembros en relación con los flujos de capital en los últimos tiempos, con el fin de hacerse una idea más clara de los riesgos que dichos flujos entrañan para la macroeconomía y la estabilidad financiera.

Supervisión del sector financiero. El FMI asimismo intensificará los esfuerzos encaminados a profundizar en el análisis macrofinanciero, así como su labor de refuerzo de los marcos de supervisión y regulación de los países miembros. Además, el FMI hará un balance de las reformas en materia de regulación financiera llevadas a cabo a escala mundial y regional, visto el aumento de los riesgos para la estabilidad financiera. La agenda incluye también varios temas relacionados con la gestión de las vulnerabilidades del sector financiero y la reducción del riesgo. En particular, el FMI analizará los datos empíricos sobre las causas y las consecuencias de las tendencias en las relaciones de corresponsalía bancaria, y estudiará qué función puede desempeñar el FMI.

Política fiscal. El programa de trabajo recalca la necesidad de intensificar la política fiscal en algunos países, puesto que la política monetaria no puede asumir toda la carga de responder a los desafíos actuales. La política fiscal puede contribuir mucho más a respaldar la demanda en los países que disponen de espacio fiscal. El FMI elaborará un conjunto de consideraciones sobre cómo evaluar el margen de maniobra fiscal, con el objetivo de emitir evaluaciones coherentes en los distintos países. La decisión sobre la necesidad de utilizar el espacio fiscal, así como la forma de hacerlo, se basará además en consideraciones específicas de cada país, como las normas y los marcos fiscales.

El FMI encabezará una iniciativa de respaldo a políticas de infraestructuras destinada a ayudar a los países a mejorar la eficiencia de la inversión pública y, en su caso, encontrar opciones para aumentar de modo sostenible el gasto en infraestructuras. Se espera que dicha iniciativa —que se pondrá a prueba en algunos países— esclarezca qué políticas hay que priorizar para que la inversión en infraestructuras alcance un crecimiento fuerte y duradero.

Por lo que se refiere a los países de bajo ingreso, la institución seguirá apoyando las iniciativas a favor de la movilización de los ingresos internos en los países en desarrollo, y tiene previsto elaborar un marco para fortalecer las capacidades de gestión fiscal en países frágiles.

Reformas estructurales. El FMI prestará mayor atención al papel de las reformas estructurales en la mejora de la productividad y el crecimiento. El personal técnico preparará un conjunto de herramientas para reformas estructurales, que los equipos utilizarán en sus evaluaciones anuales de las economías de los países miembros, teniendo en cuenta factores como la etapa de desarrollo de un país, la posición cíclica de la economía y el espacio fiscal disponible para reformas. Asimismo, la institución reconoce que el comercio desempeña un papel decisivo en el fomento del crecimiento y el desarrollo, y en el curso del próximo año elaborará una nueva nota de referencia sobre comercio y cuestiones relacionadas con las políticas comerciales, la primera desde 2010.

En otras tareas relacionadas con el aumento del crecimiento, a comienzos del año que viene el personal técnico del FMI analizará el papel de la institución con respecto a cuestiones relacionadas con la gestión de gobierno, en vista de los obstáculos que plantea la corrupción endémica a la hora de conseguir un crecimiento inclusivo en muchos países.

Cuestiones emergentes

El FMI trabaja para ampliar y perfeccionar el asesoramiento que brinda en materia de políticas para hacer frente a cuestiones emergentes. Los retos nuevos —ya sean sociales, políticos, demográficos, ambientales, biológicos o tecnológicos— pueden tener consecuencias drásticas para la estabilidad macroeconómica de los países miembros del FMI, de modo que la institución seguirá adquiriendo capacidades en estos ámbitos a través de la colaboración con otros organismos especializados.

Proseguirán los esfuerzos para integrar en la supervisión que realiza el FMI cuestiones relacionadas con el cambio climático y la energía. El FMI está desarrollando una herramienta para evaluar una serie de medidas fiscales y de otro tipo relacionadas con la mitigación del cambio climático, que se utilizarán en la labor con los países. Además, la institución está centrando la atención en la incidencia específica del cambio climático y los desastres naturales en las economías de países pequeños y otras economías vulnerables.

El personal técnico del FMI continuará estudiando las transiciones demográficas y la migración, basándose en análisis anteriores sobre las repercusiones de la migración en los países receptores de inmigrantes. Asimismo, el personal técnico analizará los efectos de la emigración económica sobre la actividad del sector privado, la competencia, las finanzas públicas y, por último, el crecimiento y la convergencia de los países cuyos ciudadanos emigran.

La institución seguirá integrando en las actividades de supervisión su labor en materia de análisis de género, y procurará comprender mejor la desigualdad en los países en desarrollo, además de poner en marcha innovadores análisis sobre la interacción entre finanzas y tecnología.

Sistema monetario internacional

En líneas más generales, ante las actuales transiciones en la economía mundial, el FMI está estudiando la mejor manera de reforzar los mecanismos mundiales de ajuste y suministro de liquidez, a fin de potenciar la eficiencia del sistema monetario internacional. El personal técnico abordará los ámbitos principales de reforma, como los mecanismos de prevención de crisis y ajuste, el refuerzo de la cooperación mundial en materia de políticas que afectan a la estabilidad mundial y la red mundial de seguridad financiera (GFSN, por sus siglas en inglés). Asimismo, el FMI seguirá estudiando el papel de los derechos especiales de giro (DEG).

En relación con la GFSN, el FMI estudiará la manera de reforzar la coordinación con los acuerdos de financiamiento regionales. Por otro lado, revisará sus instrumentos de préstamo con el fin de determinar la mejor forma de ayudar a los países afectados por el histórico descenso de los precios de las materias primas.

Además, el FMI examinará detalladamente el diseño de los préstamos y programas para cerciorarse de que los programas que respalda en países en desarrollo hagan suficiente hincapié en atenuar los efectos adversos de algunas políticas macroeconómicas.