Evolución reciente de las relaciones entre el FMI y las organizaciones de la sociedad civil

En una decisión que complació a las organizaciones de la sociedad civil (OSC) que buscan la condonación total de la deuda, el 5 de enero el FMI concretó la parte que le corresponde de la Iniciativa para el Alivio de la Deuda Multilateral (IADM) al cancelar las deudas de 19 países pobres muy endeudados (PPME), contraídas hasta el cierre de 2004. La Iniciativa —que prevé también la cancelación de las deudas de los PPME frente a la Asociación Internacional de Fomento del Banco Mundial y el Fondo Africano de Desarrollo— se planteó originalmente durante la reunión de ministros de Hacienda del G-8 realizada en Londres en junio de 2005. Posteriormente fue refrendada en la Cumbre del G-8, celebrada en julio en Gleneagles, Escocia, y durante las Reuniones Anuales del FMI y el Banco Mundial llevadas a cabo en septiembre. El FMI fue la primera institución en aprobar la propuesta, que permitirá destinar más recursos a la lucha contra la pobreza.

El FMI sigue analizando su estrategia a mediano plazo. La estrategia, que dispone un marco para fijar las prioridades y focalizar las actividades del FMI y para incrementar su eficacia, se planteó por primera vez durante las Reuniones Anuales de 2005 en un informe del Director Gerente. En él se proponían medidas para reforzar el asesoramiento del FMI a los países en materia de políticas, mejo-rar la asistencia técnica y reformar la organización, la estructura y los procedimientos de la institución. Posteriormente se formaron siete grupos de trabajo integrados por miembros del personal para que elaboraran propuestas concretas, que se presentarán en las Reuniones de Primavera de 2006.

La interacción de la gerencia y el personal del FMI en el ámbito local de las OSC sigue aumentando en varios países. En Cartas desde los países se resumen las actividades más recientes del FMI en los países.

Artículo principal

Entrevista con Andy Berg sobre los aspectos macroeconómicos de la gestión de las mayores afluencias de ayuda

En 2005, la comunidad internacional centró su atención en incrementar la cantidad de ayuda y alivio de la deuda a los países de bajos ingresos, a fin de reforzar significativamente las actividades de reducción de la pobreza. El afán por convertir los compromisos en realidades no debe desfallecer. No obstante, en la comunidad internacional cunde el criterio de que se deben encontrar maneras de hacer más eficaz esa ayuda. Como parte del examen del diseño de los programas de políticas respaldados por el FMI en los países de bajos ingresos, el personal técnico de la institución preparó un estudio en el que se analizan detenidamente los efectos macroeconómicos de la ayuda. Andy Berg, Jefe del Departamento de Elaboración y Examen de Políticas del FMI, es el autor principal de un estudio sobre las consideraciones macroeconómicas relativas a la gestión de mayores flujos de ayuda en los países de bajo ingreso y sus implicaciones para la política económica (The Macroeconomics of Managing Increased Aid Inflows: Experiences of Low-Income Countries and Policy Implications). Le preguntamos sobre las principales conclusiones del estudio y las enseñazas que puede extraer el FMI.

P: ¿Cuáles fueron los principales motivos para elaborar este estudio?

R: Se habla mucho de las dificultades de gestionar las afluencias de ayuda. Quisimos ser constructivos y concretos. Nos pareció importante examinar las cuestiones que preocupan a los donantes, a las organizaciones internacionales y, en especial, a los beneficiarios de la ayuda. ¿Tienen un efecto inflacionario los repuntes de los flujos de ayuda? ¿Acaso desplazan al sector de exportaciones por causa del "mal holandés" (Este término se refiere a la apreciación monetaria o inflación que resulta de una afluencia de recursos externos, y que puede perjudicar las exportaciones netas y los ingresos de los productores en los sectores de comercio exterior)? ¿Qué puede hacerse al respecto? Nos pareció que lo más práctico sería analizar las experiencias recientes de países en que hayan aumentado sustancialmente las entradas de ayuda. Queríamos ver qué había sucedido en esos países, qué recomendó el FMI, cuál fue el desenlace y qué se podía aprender. Examinamos los casos de Etiopía, Ghana, Mozambique, Tanzanía y Uganda, cinco países en que los flujos de ayuda aumentaron mucho en años recientes (alrededor del 5% del PIB).

P: ¿Qué descubrieron?

R: Lo primero fue que había que corregir nuestras expectativas de cómo se emplearía la ayuda. Esperábamos que los gobiernos gastaran el dinero en bienes, tanto importados como locales, y que el país entero usara los dólares para comprar más productos importados. En principio, esa sería la forma más eficaz de emplear la ayuda. Para que esto se cumpliera, la ayuda debía dar pie a un aumento del gasto del gobierno receptor y a la absorción de más importaciones. Pero lo que descubrimos era mucho más variado y, en definitiva, confuso. Nos sorprendió ver que la respuesta de absorber y gastar, en vez de típica, era rara. En la mayoría de los casos la ayuda se gastaba, pero no se absorbía, o sea que mientras que el ministro de Finanzas incrementaba el gasto en función de la mayor ayuda recibida, los dólares de ayuda se quedaban en el banco central. Las reservas de divisas se iban acumulando, de manera que los dólares de la ayuda no se usaban para financiar el aumento del gasto. Los receptores, en cambio, tenían que financiarse internamente, ya fuese emitiendo más circulante o tomando prestado del público. Dicho de otro modo, gran parte de la ayuda se gasta internamente, en moneda local, contratando maestros, por ejemplo. El banco central podría financiar esos gastos usando los dólares de la ayuda para volver a comprar la moneda local con que se pagó a los maestros. De esa forma, los dólares quedan disponibles en la economía para pagar el mayor volumen de las importaciones. Pero si la ayuda se queda en el banco central, equivale a financiar el gasto interno mediante la creación interna de circulante.

La razón por la que los dólares no se usan siempre para financiar los gastos relativos a la ayuda es que a veces es necesario acumular un nivel adecuado de reservas. Pero a menudo las autoridades temen que hacerlo supondría una apreciación del tipo de cambio, lo cual propiciaría el "mal holandés". Da la impresión de que a veces prefirieran gastar internamente —pese al riesgo de que aumenten la inflación o las tasas de interés— en lugar de usar los dólares y exponerse al riesgo del mal holandés. En dos de estos casos (Etiopía y Ghana), durante el período de auge de la ayuda que estudiamos, la mayor parte del aumento se destinó a acumular reservas más rápidamente. Además, el déficit (gasto menos ingreso interno) no aumentó durante el período de auge de la ayuda. En otras palabras, la mayor parte del aumento de la ayuda ni se gastó ni se absorbió. En los otros tres casos (Uganda, Tanzanía y Mozambique), el aumento de ayuda se gastó por completo o en su mayor parte, pero no se absorbió. El resultado fue una mezcla compleja de inflación y tasas de interés más altas, y, en algunos casos, de una presión alcista en el tipo de cambio.

P: Muchos dirían que esto es culpa del FMI; que impedimos que los países reciban más ayuda por temor al mal holandés.

R: De hecho, lo que hallamos fue que los programas respaldados por el FMI son coherentes con el criterio de gasto y absorción; en otras palabras, en los cinco casos las reservas se estaban acumulando mucho más allá de los niveles mínimos especificados en los programas. Nuestra recomendación más frecuente a las autoridades era que vendieran más divisas. A veces nuestros informes se referían tangencialmente a las ventajas de una mayor flexibilidad del tipo de cambio, que en este contexto significa, en realidad, dejar que el tipo de cambio se aprecie. En general, pues, no son las prioridades del FMI las que mueven a estos países; son sus propias autoridades financieras las que se preocupan por la estabilidad, especialmente del tipo de cambio.

P: Pero si los países no siguieron nuestras recomendaciones y no aprovecharon plenamente la ayuda, también hay enseñanzas importantes para el FMI.

R: Por supuesto, y también para los que ayudan a formular políticas en entornos en que hay más ayuda disponible. Un aspecto que se destaca en el estudio es que la apreciación del tipo de cambio real puede ser una consecuencia natural de gastar y absorber un aumento del volumen de ayuda. Otro aspecto es que si se contrarresta la apreciación real acaparando dólares en el banco central, pero si el gobierno de todas formas se los gasta, entonces sí se producen problemas macroeconómicos. Para que la ayuda sea más eficaz, debe haber una mayor coordinación entre las políticas fiscales y monetarias, entre los ministerios de Hacienda y los bancos centrales. El FMI debe estar plenamente al tanto de estas tensiones, si existen, y empeñarse en buscar soluciones. Y sí, en el FMI debemos estar más atentos que antes a este tema. Debemos ser más conscientes que nunca del hecho de que los gobiernos quizá no sigan nuestras recomendaciones. Debemos brindar asesoramiento que les ayude a tomar decisiones acertadas aun cuando no se ciñan a nuestro método preferido. Al hacer nuestras recomendaciones debemos estar seguros de que estamos colaborando con ellos, ayudándolos a cerciorarse de que las diferentes partes del gobierno se estén comunicando entre sí, para arribar conjuntamente a decisiones óptimas. Específicamente, debemos prestar más atención a la coherencia de las políticas fiscal y monetaria; por lo tanto, si va a haber un gran aumento del gasto relativo a la ayuda, tenemos que cerciorarnos, si es posible, de que las autoridades monetarias asumirán el plan y lo facilitarán. Debemos dilucidar con ellas cuáles serán las repercusiones en el tipo de cambio real, y estar seguros de que estarán dispuestas a aceptarlas, o, en su defecto, a hacer ajustes razonables. Eso significa modificar la forma en que emplean la ayuda; quizá gastando más en bienes importados, lo cual no provoca la apreciación del tipo de cambio, o gastando más en inversiones para aumentar la productividad; o ajustando el ritmo al que se gasta la ayuda.

P: Usted habla de "el ritmo al que se gasta la ayuda", lo cual parece reflejar la tensión que suele mencionarse cuando se toca el tema de la estabilidad macroeconómica frente a los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM). A menudo se acusa al FMI de dar más importancia a la estabilidad macroeconómica que a la contratación de más maestros o al aumento del gasto destinado a la lucha contra el VIH/SIDA. ¿Existe tal disyuntiva? ¿A la luz de este estudio, cómo respondería a esa crítica?

R: A primera vista sí parecería que se trata de un caso de inmensas necesidades contrapuestas a tecnicismos macroeconómicos, y que nos interesan más los tecnicismos. Es difícil hablar de estabilidad económica cuando muere gente todos los días por falta de medicinas, de doctores. Pero no hay conflicto entre la estabilidad macroeconómica y el desembolso de más recursos para combatir el VIH/SIDA, educar más niños o construir más carreteras. Esa no es la verdadera disyuntiva. Sí podemos —y debemos— crear marcos macroeconómicos que permitan dar más preponderancia a por ejemplo, la salud, la educación o la lucha contra la pandemia de SIDA. Como dije antes, el problema macroeconómico surge cuando la mezcla de políticas resulta incongruente; si, por ejemplo, la absorción de ayuda conlleva una venta de reservas que el Banco Central objeta, quizá por temor a una apreciación del tipo de cambio real.

En el estudio planteamos como solución abordar de frente la cuestión de si el gasto para cumplir los ODM justifica el costo de oportunidad medido en función de los recursos tomados de otros sectores, tal vez inclusive del sector exportador. Si se justifica, entonces adelante; pero si no, es mejor no usar la ayuda en absoluto, o cambiar la forma en que se gasta. No olvidemos que estas consideraciones macroeconómicas hacen más complicado sacar provecho a la ayuda. Los dólares de ayuda permiten asignar para uso interno recursos que de otra forma se habrían dirigido a las exportaciones. Pero no generan de inmediato recursos internos que son escasos, como la mano de obra calificada. Si el dinero se está gastando en educar a la gente, curar el SIDA, construir puertos y carreteras… fantástico y obviamente adelante. Pero si no, y si la ayuda se destina a construir escuelas que a los tres años pierden su funcionalidad o que carecen de maestros, no solo se está desperdiciando la ayuda, sino que también se desperdician recursos internos escasos que podrían haberse aplicado más productivamente a otros usos. Este riesgo hace tanto más importante que se aproveche bien la ayuda, porque caso contrario, no solo se está perdiendo una oportunidad, sino que se podría estar haciendo daño.

P: En el estudio se señala que en ninguno de los cinco países se detecta un apreciación del tipo de cambio real que indique que las exportaciones estén sufriendo los efectos del mal holandés. Esta podría ser una observación importante en el debate sobre la ayuda como factor inflacionario.

R: Como he dicho, la ayuda en general no debería causar inflación. Pero también hacemos hincapié en que a veces puede ser necesaria una apreciación real para absorber una afluencia de ayuda. Si se tiene un tipo de cambio fijo, si realmente no se quiere dejar que el tipo de cambio nominal se aprecie, la única forma de conseguir una apreciación del tipo de cambio real es mediante un período de inflación interna más elevada. No es que se haya perdido el control de la política monetaria. Es un ajuste relativo de los precios: un aumento del precio en dólares de los bienes y la mano de obra locales, cuya demanda aumentó porque el gobierno está comprando más. Y podría muy bien ser un aspecto necesario de la absorción de la ayuda. Por consiguiente, en los países en que el tipo de cambio es fijo y los flujos de ayuda aumentan acusadamente, cabe esperar que se produzca un ajuste relativo de los precios, que se manifestará a través de una cierta inflación.

P: ¡Algunos de nuestros críticos podrían pensar que esta es una nueva mentalidad del FMI! ¿Significa esto que ha reconsiderado la adopción de la férrea postura antiinflacionaria que según muchos inhibe el gasto a favor de los pobres?

R: Permítame abordarlo desde una perspectiva más amplia. Mucho se ha debatido si el FMI es demasiado estricto en cuanto a la inflación, y si nuestra postura antiinflacionaria ha limitado la capacidad de los países para aumentar el gasto y avanzar hacia el cumplimiento de los ODM. El hecho de que la inflación pueda ser a veces parte de un necesario ajuste relativo de los precios es algo que en este estudio se destaca mucho más que en el pasado. Y esto pone de relieve que cuando se habla de metas de inflación hay que tener en cuenta el contexto. Al la larga, la reducción de la inflación y la reducción más rápida de la pobreza no se contraponen. Al contrario: los países en que la inflación es galopante no pueden sostener el crecimiento y reducir la pobreza. La inflación más alta no permite incrementar las inversiones. No crea recursos para el desarrollo. Pero sí impone una carga onerosa a las personas con tenencias en efectivo o con ingresos nominales fijos. Esa carga desalienta la inversión privada y tiende a recaer sobre los que menos pueden adaptarse, es decir, los pobres.

Pero todos estamos de acuerdo en que la reducción de los niveles altos de inflación puede acarrear costos reales a corto plazo. En el examen reciente sobre la estructura del Servicio para el Crecimiento y la Lucha contra la Pobreza (SCLP), del cual el estudio sobre las afluencias de ayuda es solo una parte, se subrayó que hay que tener en cuenta el riesgo de que la inflación se reduzca demasiado rápido. Por ejemplo, los programas no deberían ser demasiado estrictos cuando se produzcan brotes momentáneos de inflación debidos a escasez de alimentos o aumentos del precio del petróleo. Y en la práctica los programas respaldados por el FMI son bastante flexibles. Cuando la inflación del año anterior al inicio del programa era de más de 10% (el promedio fue 14%), la meta para el primer año fue de 9%, en promedio.

¿Cuán baja puede ser entonces la inflación? Una de las conclusiones nacidas de años de estudios sobre este tema es que la inflación solo comienza a causar daños graves cuando supera cierto nivel. El que el promedio de inflación ronde el 2% o el 3% no parece afectar el crecimiento. En general, los datos del examen indican que el nivel de peligro para los países pobres está entre el 5% y el 10%; de tal forma que, si se supera en algo ese nivel, se empieza a perjudicar el crecimiento.

Esto se debe en parte a que si la inflación está muy por encima de ese nivel, el riesgo de que se dispare es real. En los países de bajo ingreso, una tasa de inflación de 6% significa que la recaudación del gobierno por concepto del impuesto inflacionario es de aproximadamente un 1% del PIB. En otras palabras, la emisión de circulante que acompaña a una inflación de 6% normalmente alcanza para financiar gastos equivalentes a un 1% del PIB. Si bien es una buena cantidad de recursos, sigue siendo minúscula frente a las necesidades. Si estuviéramos dispuestos a aceptar una inflación de 15%, quizá se podrían financiar gastos por otro 0,4% del PIB. ¿Se justifica pasar de una inflación de 6% a una de 15% para aumentar el gasto un 0,4 del PIB? El margen es muy precario. No habría problema si fuera posible mantenerse en ese nivel, pero cuando se llega a 15%, el filo del abismo está muy cerca. Según la confianza que se tenga en el sistema general, la gente empieza a huir de esa moneda porque se da cuenta de que el gobierno está perdiendo las riendas. Es un equilibrio precario. Si del 15 % se pasa al 25% o al 30%, es posible que de hecho se pierdan ingresos. Si en medio de un período de prosperidad la inflación es del 15% y se produce un shock exógeno que perjudica a la economía, el problema que se crea es grave, y será necesario aplicar un programa de estabilización. Nadie desea un programa de estabilización a menos que sea absolutamente imprescindible.

Por eso es que, en general, recomendamos que el límite máximo sea de 5% a 10%. Se deberían buscar otras formas de financiar el gasto. Las donaciones del exterior son magníficas, desde luego, pero no abundan. Si confía lo suficiente en que los gastos no solo son necesarios sino también razonablemente eficaces, la tributación interna permite financiar nuevos gastos con un efecto mucho más positivo en la eficiencia y en el crecimiento.

P: ¿Qué consecuencias y aportes tendrá este estudio para los programas del FMI para países pobres, como el SCLP y el nuevo Instrumento de Apoyo a la Política Económica (IAPE), que es un servicio sin financiamiento?

R: Estamos evaluando nuestras conclusiones dentro y fuera del FMI. Puertas adentro, el documento forma parte de los estudios que están en curso —en los departamentos de África, de Estudios y de Finanzas Públicas— sobre cómo incrementar eficazmente el volumen de la ayuda. Realizamos "seminarios de jefes de misión" en los que analizamos nuestras conclusiones y las comparamos con la experiencia de los jefes de misión de los departamentos regionales. Al exterior de la institución, aprovechamos oportunidades para comentar e intercambiar experiencias con las autoridades y con representantes del ámbito académico. Y nuestro trabajo, por supuesto, continúa. Ahora estamos pensando en ampliar la muestra para determinar cuán generales son nuestras conclusiones, y estamos examinando más a fondo cómo gestionar la volatilidad de la ayuda, sobre todo los aumentos sostenidos de los flujos de ayuda. También estamos tratando de crear mejores herramientas analíticas que nos ayuden a diseñar marcos macroeconómicos para incrementar el volumen de la ayuda.

En el sitio de Internet del FMI puede consultarse el ejemplo más reciente (en inglés) del debate público sobre este tema: Réplica al artículo reciente de Joseph Hanlon, Donor Concern Over IMF Cap on Aid Increases.

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Reducción de la pobreza:

El FMI condona el 100% de la deuda de 19 países

El 5 de enero de 2006, el FMI alivió totalmente la deuda pendiente, desembolsada hasta el 1 de enero de 2005, que 19 países mantenían frente a la institución. Los beneficiarios son Benin, Bolivia, Burkina Faso, Camboya, Etiopía, Ghana, Guyana, Honduras, Madagascar, Malí, Mozambique, Nicaragua, Níger, Rwanda, Senegal, Tayikistán, Tanzanía, Uganda y Zambia. Se trata de los 18 países que han alcanzado el punto de culminación en el marco de la Iniciativa para los Países Pobres muy Endeudados (PPME), excepto Mauritania (país excluido debido al grave deterioro de sus resultados macroeconómicos y de la gestión de sus finanzas públicas, según una evaluación realizada cuando el país llegó al punto de culminación de la Iniciativa PPME en junio de 2002 [véase el comunicado de prensa, en inglés]), más Camboya y Tayikistán (dos países que no pertenecen al grupo PPME, pero que se incluyeron para respetar el requisito de trato uniforme en el uso de los recursos del FMI, utilizando para ello un criterio basado en el PIB per cápita). El FMI está ayudando a Mauritania y a otros países a que cumplan los requisitos para obtener alivio de la deuda en el marco de la Iniciativa.

En junio de 2005, el Grupo de los Ocho (G-8) principales países industriales presentó una propuesta (en inglés) para que tres instituciones multilaterales —el FMI, la Asociación Internacional de Fomento (AIF) del Banco Mundial y el Fondo Africano de Desarrollo (FAfD)— cancelen sus derechos de crédito frente a los países que hayan alcanzado o que alcanzarán el punto de culminación en el marco de la Iniciativa para los Países Pobres muy Endeudados (PPME). Esta Iniciativa comprende la adopción de medidas coordinadas por parte de las organizaciones multilaterales y los gobiernos para reducir a niveles sostenibles las cargas de la deuda externa de la mayoría de los países pobres más endeudados.

La propuesta del G-8, denominada desde entonces Iniciativa para el Alivio de la Deuda Multilateral (IADM), recibió el aval del Banco Mundial y del FMI durante las Reuniones Anuales que ambas instituciones celebraron en septiembre de 2005. En noviembre, el Directorio Ejecutivo del FMI acordó la ejecución de la parte de la IADM que le atañe a la institución. El 21 de diciembre, el Directorio decidió que un primer grupo de 19 países estaba habilitado para recibir de inmediato alivio de la deuda en virtud de la nueva iniciativa. El 5 de enero, la parte de la IADM que le corresponde al FMI entró en plena vigencia al recibirse la última de las autorizaciones (de 43 países) necesarias para el financiamiento. Es así como 19 países obtuvieron alivio inmediato de sus deudas frente al FMI. A diferencia de la Iniciativa PPME, la IADM no dispone ningún tipo de alivio de la deuda paralelo por parte de los acreedores oficiales o privados, o de instituciones multilaterales distintas del FMI, la AIF y el FAfD.

La IADM liberará recursos que podrán canalizarse hacia la reducción de la pobreza y el fomento del desarrollo económico. No obstante, el alivio de la deuda acordado por el FMI y otras instituciones suministrará solo una parte pequeña de la asistencia, tanto financiera como técnica, que los países de bajo ingreso precisan para cumplir los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM). Si se alcanzan estos objetivos, los donantes también tendrán que cumplir con sus compromisos de proporcionar flujos mucho mayores de ayuda. Desde hace mucho tiempo el FMI ha instado a los donantes para que cumplan la meta aceptada por los países de que la ayuda internacional para el desarrollo equivalga a un 0,7% del PNB del país donante.

Por su parte, los países beneficiarios deben seguir aplicando políticas acertadas y aprovechar al máximo los mayores volúmenes de asistencia. Los principales avances en la lucha contra la pobreza dependerán de los esfuerzos que realicen los propios países de bajo ingreso para seguir obteniendo buenos resultados económicos, mejorar la gestión de gobierno y desarrollar instituciones sólidas. Para mejorar sus perspectivas, los países de bajo ingreso también pueden consolidar la gestión del gasto público, fomentar el desarrollo del sector privado y liberalizar el comercio. El FMI trabajará con los países miembros de bajo ingreso para cerciorarse de que el alivio de la deuda y la ayuda se usen con eficiencia. Una prioridad consiste en garantizar que las nuevas e ingentes afluencias de ayuda no tenga efectos económicos imprevistos que perjudiquen la competitividad de sus productos, como la apreciación de la moneda de un país o un repunte de la inflación. Otra prioridad es garantizar que los países de bajo ingreso que están trabajando en pos de los ODM, y que tienen fuertes necesidades de financiamiento, no entren en una nueva espiral de endeudamiento. El FMI puede ayudar a estos países a formular políticas económicas que reduzcan estos riesgos.

Puede obtenerse más información en:

Ficha Técnica sobre la Iniciativa para el Alivio de la Deuda Multilateral (IADM)
Iniciativa para el Alivio de la Deuda Multilateral — Preguntas y respuestas

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Balance actualizado de la labor del FMI con los países de bajo ingreso

En el número de noviembre de 2005 del Boletín para la Sociedad Civil se presentó un panorama general de la reevaluación de las actividades que el FMI realiza en los países de bajo ingreso. A continuación se presenta un balance actualizado de la situación en que se encuentran algunas de estas actividades:

Servicio para Shocks Exógenos (SSE)

Tras obtenerse el consentimiento de los 43 países que contribuyen a la Cuenta de Subvención del Servicio para el Crecimiento y la Lucha contra la Pobreza (SCLP), el SSE entró en vigencia el 5 de enero de 2006. El FMI aún está en el proceso de movilizar recursos de subvención para el nuevo servicio. Puede obtenerse más información sobre el SSE en la Ficha Técnica, el documento sobre el SSE (en inglés) y la Nota de Orientación sobre el SSE (en inglés).

Análisis de la sostenibilidad de la deuda

El marco de sostenibilidad de la deuda se creó con el fin de ayudar a los países de bajo ingreso a alcanzar los Objetivos de Desarrollo del Milenio sin sacrificar la sostenibilidad de la deuda. El marco sirve para evaluar el riesgo de sobre endeudamiento de un país sobre la base de la deuda vigente y de proyecciones macroeconómicas y financieras, y teniendo en cuenta la calidad de las políticas y las instituciones.

Los funcionarios del FMI y del Banco Mundial están preparando un estudio que presentarán en las Reuniones de Primavera de 2006. Además de señalar los principales aspectos pendientes, el estudio se centrará en la experiencias obtenidas durante la aplicación del marco de sostenibilidad de la deuda (incluida la colaboración entre las dos instituciones), las implicaciones para la sostenibilidad del alivio de la deuda derivado de la Iniciativa para el Alivio de la Deuda Multilateral (IADM) y cuestiones relacionadas con la aplicación del marco en los países de bajo ingreso con un amplio margen de endeudamiento, como por ejemplo los préstamos no concesionarios.

Cláusula de caducidad de la Iniciativa PPME

El FMI y el Banco Mundial están examinando la lista de países que podrían aprovechar la ayuda disponible en el marco de la Iniciativa para los Países Pobres muy Endeudados (PPME) (las conclusiones preliminares pueden consultarse, en inglés, en el informe de situación PPME de 2005). El personal técnico está ultimando los cálculos correspondientes a los indicadores de deuda al cierre de 2004 y tiene previsto presentar la versión final durante las Reuniones de Primavera. Los países que se encuentren por encima de ciertos umbrales de deuda podrían tener derecho a obtener alivio de la deuda en el marco de la Iniciativa PPME. Para quedar habilitado, un país tiene que haber aplicado un programa respaldado por el FMI en algún momento entre el comienzo de la Iniciativa y el final de 2006, debe tener aún una deuda insostenible en el momento en que solicita la asistencia, y los directorios del FMI y del Banco Mundial tienen que cerciorarse de que el país estará en condiciones de utilizarla adecuadamente.

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Diálogo entre la sociedad civil y el FMI:

De Rato se reúne con sindicalistas en Davos

El Director Gerente del FMI, Rodrigo de Rato, se reunió con una delegación de dirigentes sindicales durante la Reunión Anual del Foro Económico Mundial celebrada del 25 al 29 de enero en Davos, Suiza, donde participó en cuatro paneles oficiales. Encabezaban la delegación sindical Guy Ryder, Secretario General de la Confederación Internacional de Organizaciones Sindicales Libres (CIOSL), y John Sweeney, Presidente de la confederación sindical estadounidense AFL-CIO. También participaron, entre otros, Sharon Burrow, Presidenta del Consejo Australiano de Sindicatos y actual Presidenta de la CIOSL, y Govindasamy Rajasaharan, Secretario General del Congreso de Sindicatos de Malasia.

La reunión del 27 de enero sirvió de ocasión para que el FMI y los dirigentes sindicales intercambiaran puntos de vista sobre la economía mundial y trataran temas de interés de los sindicatos. Ryder agradeció a De Rato por su invitación a un diálogo permanente entre el FMI y los sindicatos. Dijo que los sindicalistas están interesados en conocer las opiniones de De Rato en tres áreas: a) las perspectivas de la economía mundial y los riesgos de corto plazo; b) la perspectiva del FMI con respecto a los desequilibrios mundiales; y c) la evolución de la misión del FMI ahora que grandes prestatarios como Brasil y Argentina han pagado sus obligaciones financieras.

La coyuntura económica mundial sigue siendo halagüeña, comentó de Rato. El nivel bajo de las tasas de interés está impulsando la actividad económica en los países desarrollados y en desarrollo. La oferta de mano de obra es abundante, y eso incide en los precios y los salarios. No obstante, las actuales condiciones de financiamiento barato no perdurarán indefinidamente, y siempre existe la posibilidad de que el entorno económico se deteriore "más adelante", explicó. De Rato manifestó su confianza de que la economía mundial está en mejores condiciones para absorber posibles shocks, y dijo que le anima el hecho de que las economías de mercados emergentes estén aplicando políticas económicas prudentes.

En lo relativo a desequilibrios económicos, señaló que todas las economías principales deben jugar un papel importante. Para Estados Unidos, el desafío está en ahorrar más y alejarse de la política actual, que tiene a los extranjeros reciclando sus ahorros para financiar el déficit estadounidense. De Rato se mostró optimista por la recuperación económica de Japón, e insistió en que también Europa necesita "planes positivos" para acelerar el crecimiento. La corrección de los desequilibrios no tiene que ser una meta inmediata (puesto que ello perjudicaría la economía mundial), sino más bien un objetivo de las políticas con un plazo de entre dos y cuatro años.

En cuanto a la evolución de la función del FMI, De Rato observó que los pagos adelantados de Brasil y Argentina deben verse en su debido contexto. El objetivo principal del FMI es brindar financiamiento de emergencia a países que enfrentan crisis económicas. La demanda de asistencia financiera por parte del FMI suele reducirse cuando las condiciones de la economía mundial son favorables. Pese a la reducción del volumen de préstamos del FMI, la institución sigue cumpliendo las importantes tareas de supervisar la economía mundial y prestar asistencia técnica a los países. "Siempre tendremos la capacidad de poner dinero sobre la mesa", dijo. El FMI está elaborando una estrategia de mediano plazo que se someterá a la consideración de los países miembros durante las próximas Reuniones de Primavera.

Al concluir la charla, De Rato agradeció a los dirigentes sindicales por el diálogo entablado con el FMI, e hizo votos por que continúe en reuniones próximas.

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Una sola confederación internacional, impulsan en cumbre sindical

En noviembre del año pasado, los integrantes de la Confederación Mundial del Trabajo (CMT) aprovecharon el 26o Congreso de su organización para deliberar sobre el borrador de una constitución para una nueva Confederación Internacional. La nueva confederación aglutinaría los dos principales grupos sindicales del mundo: la Confederación Internacional de Organizaciones Sindicales Libres (CIOSL) y la CMT. Se considera que la organización resultante representaría mejor a los movimientos sindicales del mundo. Luc Leruth, Economista Principal de las Oficinas del FMI en Europa, asistió al Congreso realizado los días 22 y 23 de noviembre en Houffalize, Bélgica, y trató el tema de las relaciones entre el FMI y los sindicatos durante una reunión con Willy Thys, Secretario General de la CMT.

No se propusieron cambios sustanciales al borrador de constitución, que incluye cláusulas que apuntan a mantener el pluralismo de la nueva confederación, respetando muy particularmente las culturas e historias de todos los miembros. Algunos miembros recalcaron la necesidad de conservar el pluralismo, mientras que otros plantearon que el pluralismo es un fenómeno natural cuya existencia es determinada por los hechos y no por acción legislativa. El borrador final de la constitución se difundirá y someterá a votación entre los miembros, y se preparará un "manifiesto". Se prevé que la "Asamblea Constituyente" del nuevo organismo se llevará a cabo en 2006.

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Carstens en México: Diálogo con la Iglesia latinoamericana

En noviembre de 2005, el Pontificio Consejo Justicia y Paz sostuvo en la Ciudad de México un encuentro de dos días para poner en marcha la iniciativa de diseminar el Compendio de la doctrina social de la Iglesia. El Subdirector Gerente del FMI, Agustín Carstens, habló en nombre del FMI sobre el tema de "El Compendio y la realidad socioeconómica de América".

El Compendio fue preparado por el Pontificio Consejo a solicitud del Papa Juan Pablo II, a quien va dedicado. Se publicó inicialmente en octubre de 2004, tras cinco años de labores durante la presidencia del ahora difunto Cardenal François-Xavier Nguyên Van Thuân. Fue terminado bajo la dirección del Cardenal Renato Raffaele Martino, actual Presidente del Pontificio Consejo Justicia y Paz, quien asistió al encuentro en México. El Compendio presenta un panorama completo de las enseñanzas sociales de la Iglesia Católica.

Carstens encomió a la Iglesia por sus labores en pro del desarrollo socioeconómico. "La Iglesia ha preconizado incesantemente y desde hace mucho tiempo el desarrollo socioeconómico y la reducción de la pobreza en el mundo entero, y sus esfuerzos tienen profunda resonancia en nuestra institución", dijo en su discurso. Observó que la reducción de la pobreza es quizá la dimensión más importante de confluencia de propósito entre el FMI y la Iglesia Católica. La influencia de la Iglesia, subrayó el Subdirector Gerente, "es esencial para ayudar a forjar una amplia identificación social con las reformas económicas, políticas y sociales necesarias para un desarrollo acelerado e incluyente, identificación que se extienda más allá del gobierno y los círculos políticos y abarque a la sociedad civil en general". Al concluir, Carstens señaló que el FMI está comprometido a "mantener un diálogo permanente y una estrecha colaboración con la Iglesia en la búsqueda de un mundo de paz, crecimiento y prosperidad".

Al encuentro concurrieron cardenales de todo el continente americano, entre ellos el Cardenal Norberto Rivera Carrera, Arzobispo Primado de México, y el Cardenal Oscar Andrés Rodríguez Maradiaga, S.D.B., Arzobispo de Tegucigalpa (Honduras), y otros muchos dirigentes religiosos, embajadores y autoridades mexicanas.

El FMI ha colaborado con el Pontificio Consejo Justicia y Paz en varias ocasiones anteriores. La ocasión más reciente fue la participación de Jack Boorman, asesor de la gerencia del FMI, en el seminario internacional sobre "Pobreza y globalización: Financiamiento para el desarrollo, incluidos los Objetivos de Desarrollo del Milenio", en julio de 2004 (véase el Boletín del FMI para la sociedad civil, agosto de 2004).

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Oficina de Evaluación Independiente:

La OEI evalúa la función del FMI en África subsahariana

La Oficina de Evaluación Independiente (OEI) (sitio en inglés) está examinando el papel del FMI en la determinación de disponibilidad de recursos externos para los países de bajo ingreso de África subsahariana. En años recientes se han reiterado los llamados de la comunidad internacional a mejorar y aumentar la ayuda para que los países puedan alcanzar los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) y otras metas afines. Dados los mayores volúmenes de ayuda que han comprometido los principales donantes —especialmente para África subsahariana—, cobra una creciente importancia extraer enseñanzas concretas de experiencias anteriores con diferentes niveles de ayuda. Para medir el aporte del FMI, en la evaluación analizan las distintas facetas del papel que juegan el personal técnico y las misiones del FMI a la hora de determinar la estructura general de la ayuda, teniendo en cuenta los intereses de los gobiernos, los donantes, la sociedad civil y otros socios.

La evaluación de la OEI parte de la premisa de que los principales medios por los que el FMI incide en la disponibilidad de recursos externos para los países de bajo ingreso son el diseño del programa del Servicio para el Crecimiento y la Lucha contra la Pobreza (SCLP) —que determina implícitamente el monto de la ayuda disponible que puede utilizarse— y el diálogo con los donantes. Una de las críticas al FMI es que sus supuestos sobre la capacidad de absorción de ayuda de los países (es decir, cuánta ayuda puede absorber un país sin exponerse a la inestabilidad macroeconómica) y la disponibilidad tienden a ser demasiado limitantes, lo cual, según los críticos, crea en el diseño del programa SCLP y en el flujo de los donantes un sesgo negativo que suele perpetuarse a sí mismo, y que a su vez nubla las perspectivas de crecimiento y reducción de pobreza del país. Tales temas han suscitado gran interés en años recientes, dentro y fuera del FMI (véanse números del Boletín para la Sociedad Civil de febrero de 2005 y agosto de 2004), así como llamados de la comunidad internacional por más y mejor ayuda para que los países de bajo ingreso puedan cumplir los ODM.

Basándose en estudios anteriores de la OEI y otras entidades, el proyecto se centra en el asesoramiento concreto que el FMI brinda en materia de políticas y los aportes que hace al diseño de los programas, los fundamentos analíticos de las recomendaciones y, en la medida de lo posible, los resultados que se van vislumbrando. El borrador del documento temático (en inglés) de la evaluación, en el que se definen los antecedentes y la metodología del estudio, está disponible en el sitio en Internet de la OEI. El público puede enviar sus comentarios a ieo@imf.org. El equipo de evaluación espera revisar el documento temático en la última semana de febrero, tomando en cuenta comentarios recibidos hasta el 22 de febrero inclusive. Todo comentario posterior se analizará durante la elaboración del informe definitivo.

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Evaluación de los evaluadores

Un grupo independiente de expertos está examinando las actividades de la Oficina de Evaluación Independiente. Encabezan este equipo Karin Lissakers, ex Directora Ejecutiva del FMI por Estados Unidos (1993-2001); Ishrat Husain, ex Gobernador del Banco Central de Pakistán, y el profesor Ngaire Woods, Director del Programa de Gobernanza Económica Mundial de la Universidad de Oxford. El equipo indaga si la OEI es fiel a su cometido de a) mejorar la cultura de aprendizaje en la institución; b) fortalecer la credibilidad externa del FMI; c) fomentar una mayor comprensión de la labor del FMI en los países miembros; y d) apoyar al Directorio Ejecutivo en la ejecución de sus funciones de gestión y supervisión institucionales. La evaluación externa de la OEI estaba prevista en el mandato (sitio en inglés)por el que fue constituida. La evaluación habrá de completarse y presentarse al Directorio Ejecutivo del FMI a más tardar en febrero de 2006.

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Cartas desde los países:

Reunión del Subdirector Gerente Carstens con las OSC de la ECC

En un viaje del 5 al 9 de diciembre a cuatro países de la Unión Monetaria del Caribe Oriental (ECCU, por sus siglas en inglés) —Antigua y Barbuda, Dominica, Granada y Saint Kitts y Nevis—, el Subdirector Gerente del FMI, Agustín Carstens, se reunió con gobernantes, periodistas y organizaciones de la sociedad civil (OSC). Si bien el clima tropical, la accesibilidad a Estados Unidos y Europa y, en la mayoría de los casos, la belleza de sus playas han impulsado el turismo, las islas enfrentan también diversos e importantes desafíos económicos. Entre ellos está una drástica reducción de los flujos de ayuda y la erosión de las preferencias comerciales, que ha puesto en jaque a los sectores tradicionales del banano y el azúcar, y a las comunidades rurales que de ellos dependen. Otro desafío es la pérdida por emigración de entre 60% y 80% de la fuerza laboral capacitada, con las consecuencias negativas que ello representa para la capacidad institucional y el dinamismo del sector privado.

Se realizaron conferencias de prensa —inclusive una transmitida en vivo a toda la región sobre el tema del "Contexto mundial y las perspectivas regionales para América Latina y el Caribe"— y reuniones con las OSC de los países, todas las cuales dieron pie a animados debates sobre las prioridades clave en cada país. En Antigua y Barbuda, las conversaciones giraron en torno a cómo conciliar la necesidad de retomar las riendas del fisco —incluida la reducción de la función pública— con las prioridades sociales. En Dominica, donde el programa de las autoridades ha contado con el apoyo del Servicio para el Crecimiento y la Lucha contra la Pobreza (SCLP), el tema central fue cómo reactivar el crecimiento. El tema de fondo en Granada fue cómo reconstruir la economía tras los estragos causados por el huracán Iván en septiembre de 2004. Y en Saint Kitts y Nevis se ha anunciado el cierre de la industria azucarera, tras más de 300 años, lo que plantea grandes interrogantes en cuanto a la mejor manera de facilitar la transición de tierras y trabajadores a usos más productivos.

Durante el viaje, Carstens también entregó a una escuela secundaria de varones (Grenada Boys Secondary School) un cheque de US$5.000, del Programa Cívico (sitio en inglés) del FMI. Esta escuela, una de las muchas afectadas por el reciente huracán en Granada, sufrió además grandes estragos por dos incendios ocurridos durante el verano. En el acto de entrega, al que concurrieron estudiantes de la escuela, Carstens expresó su agrado por que el FMI pudiera "ayudar modestamente a la escuela a cumplir su misión de ofrecer una educación de alto calibre a tantos jóvenes".

Los fondos del Programa Cívico del FMI se ofrecen solo para fines humanitarios, y son independientes de las demás actividades financieras que el FMI realiza con los países. El Programa Cívico se estableció en 1994 para ayudar a los sectores necesitados en Washington, D.C., sede del FMI, y en los países en desarrollo. El programa hace aportes a proyectos de infancia, juventud y familia; proyectos comunitarios y de tercera edad; y proyectos internacionales. Véanse los siguientes tres artículos sobre el mismo tema en los números del Boletín para la Sociedad Civil de agosto de 2005, mayo de 2005 y mayo de 2005.

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Malangu Kabedi-Mbuyi, Representante Residente, Yaoundé, Camerún

Representé al FMI en un seminario de capacitación de la Sociedad Civil de África Occidental sobre la Iniciativa para la Transparencia de las Industrias Extractivas (EITI, por sus siglas en inglés), realizado en Kribi, Camerún, del 27 de noviembre al 2 de diciembre. Asistieron al seminario más de 40 participantes de los países africanos occidentales y Camerún, así como 10 representantes de la coalición internacional de OSC denominada Publish What You Pay, coanfitriona del seminario. Otros auspiciantes fueron el Banco Mundial, el Ministerio Británico para el Desarrollo Internacional, el Ministerio de Cooperación de Francia y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo.

Una de las actividades fue la visita a las instalaciones de descarga del oleoducto Chad-Camerún y a una plataforma petrolera en alta mar. También hubo ponencias del Instituto Francés del Petróleo sobre conceptos básicos de la industria petrolera internacional; y de economistas del Banco Mundial sobre conceptos básicos de macroeconomía y finanzas públicas y sobre el enfoque de la estrategia de reducción de la pobreza (ERP). Se trataron temas relativos a la transparencia, así como los objetivos y el proceso de la EITI y el papel de la sociedad civil. Se dedicó buena parte del debate al papel del Banco Mundial y el FMI en los países en que la transparencia y la gestión de gobierno no están a la altura de las expectativas de las OSC; y a cómo se podrían concretar los objetivos de la EITI. Yo presenté una ponencia sobre la Guía sobre la transparencia del ingreso proveniente de los recursos naturales. Durante el período de preguntas y respuestas se hicieron aclaraciones sobre esta Guía, el diseño de los programas respaldados por el FMI y los servicios que ofrece la institución.

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Tove Strauss, Economista, Departamento de África del FMI

El 7 de noviembre, una misión del FMI a Namibia se reunión con la coalición a favor del subsidio del ingreso básico (BIG, por las siglas en inglés de Basic Income Grant) para intercambiar puntos de vista sobre su propuesta de introducir un subsidio mensual en efectivo por el equivalente de unos US$15 a todos los ciudadanos de Namibia que no cuenten con pensión para la vejez. Integran esta coalición representantes de ONG, grupos religiosos, sindicatos e institutos de investigación.

Los representantes de la coalición expresaron graves preocupaciones por los elevados niveles de pobreza en Namibia, especialmente entre los niños, los desempleados y los infectados de VIH/SIDA. Recalcaron la necesidad de fortalecer la red de protección social. La coalición planteó que la introducción del subsidio mejoraría los niveles básicos de nutrición y por tanto elevaría la efectividad de las medicinas para tratar el VIH/SIDA y aumentaría la capacidad de la fuerza laboral. Un subsidio universal tan reducido no desalentaría a mucha gente de buscar empleo, pero sí les permitiría escapar del círculo vicioso de pobreza y desempleo. El costo del subsidio podría resarcirse mediante un aumento de 7 puntos porcentuales del impuesto al valor agregado, y posiblemente un aumento del impuesto sobre la renta que paga el 20% más rico de la población. Los costos de administración, además, serían bajos, ya que el sistema existente de distribución de pensiones para la vejez es singularmente eficiente.

La misión del FMI coincidió en que la pobreza es un grave problema en Namibia, y que la lucha contra ella debe ser prioritaria. Pero observó que la propuesta de la coalición es muy costosa —de 3 a 5% del PIB anual— y podría vulnerar la estabilidad económica, con graves repercusiones en términos de crecimiento y futura reducción de la pobreza. Como alternativa menos costosa, y a la vez eficaz, la misión recomendó que la coalición estudie recientes experiencias exitosas de varios países latinoamericanos. Esos países han distribuido a las madres jefes de hogar, a muy bajo costo administrativo, subsidios en efectivo computados en función de la escolaridad de los niños y la frecuencia de sus visitas a clínicas de salud. Un subsidio dirigido a los pobres y tomado como inversión en capital humano podría ayudar a Namibia a encarar la pobreza tanto actual como futura, así como a alcanzar los Objetivos de Desarrollo del Milenio planteados por las Naciones Unidas. La coalición no estuvo de acuerdo con el subsidio condicionado, dado que la escolaridad en Namibia ya es mayor que en otros países africanos. También consideraron que dirigir el subsidio a poblaciones específicas es muy complicado para el sistema de Namibia, y expresaron dudas ante la posibilidad de que se produzcan abusos.

La misión recomendó la adopción gradual del programa, para ir midiendo y ajustando las prestaciones, obtener estimaciones más fiables de los costos y tratar de evitar problemas imprevistos al aplicar el programa a gran escala. La coalición no acogió esta propuesta, dada la urgencia de ayudar a los pobres. En cambio, la coalición señaló que la adopción del subsidio en Namibia podría servir como proyecto experimental para otros países.

Ambas partes expresaron su agrado por el franco intercambio de ideas, y se acordó que el FMI y la coalición seguirían en contacto y se reunirían nuevamente en el futuro.

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Mario Zejan, Representante Residente, Ouagadougou, Burkina Faso

El 24 de noviembre de 2005 me reuní con unos 150 estudiantes de la Universidad de Ouagadougou para hablar sobre el FMI y el programa del SCLP que se lleva a cabo en Burkina Faso. En mi ponencia expliqué qué es el FMI, cómo funciona y el apoyo que brinda a los países de bajo ingreso. También di detalles sobre los objetivos y avances del programa apoyado por el SCLP en 2003-06. Los estudiantes querían que se les explique cómo funciona la Iniciativa para los Países Pobres Muy Endeudados (PPME), las condiciones a las que está sujeto el programa apoyado por el SCLP, el papel de la transparencia fiscal y los mecanismos que podrían proteger los gastos sociales en el presupuesto. Distribuí ejemplares de tres documentos preparados en nuestra oficina: "Qu'est-ce que le Fonds monétaire international?"; la más reciente edición de Finances et Développement, sobre ayuda y eficiencia, y una selección de 50 páginas de artículos de nuestro sitio en Internet, entre ellos una carta editorial del Director Gerente del FMI, titulada "Il est urgent d'aider les pays producteurs de coton", así como artículos publicados en 2005 en L'ABC du FMI y en la cartelera electrónica del FMI.

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Keiko Utsunomiya, Gerente de Relaciones Externas, Oficina Regional del FMI para Asia y el Pacífico

Funcionarios de la Oficina Regional del FMI para Asia y el Pacífico representaron al FMI hace poco en la 13o edición del Festival One World en Osaka, Japón. Durante los dos días que duró este festival, uno de los más grandes del país, el FMI tuvo la oportunidad de informar al público en general sobre su misión y sus actividades. Este año estuvieron representadas más de 90 organizaciones públicas, privadas y de la sociedad civil, y se estima que asistieron unas 8.000 personas. Tanto este festival como otro realizado simultáneamente en Tokio intentan presentar a los visitantes los temas económicos, sociales y políticos que enfrenta la comunidad internacional.

Además del FMI se hicieron presentes, entre otras organizaciones, el Banco Mundial, el Banco Asiático de Desarrollo, el Consejo de Organizaciones no Gubernamentales de la localidad, Amnistía Internacional, el capítulo japonés de Save the Children, y la Agencia de Cooperación Internacional del Japón (JICA, por sus siglas en inglés). La cabina del FMI estuvo bastante concurrida; muchos jóvenes —especialmente estudiantes universitarios—hicieron preguntas sobre el papel del FMI, en qué se diferencia del Banco Mundial y la función de la Oficina Regional para Asia y el Pacífico.

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Cartelera de anuncios

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Otras reuniones recientes del FMI y las organizaciones de la sociedad civil

  • Peter Heller, del Departamento de Finanzas Públicas, participó en una mesa redonda sobre salud los días 14 y 15 de noviembre, durante el tercer Foro de Alto Nivel sobre los Objetivos de Desarrollo del Milenio realizado en París, Francia. En respuesta a las críticas de las ONG a la política del FMI en lo relativo a la inflación en los países de bajo ingreso, Heller describió el trabajo del FMI en materia de política fiscal y su enfoque de la estabilidad macroeconómica.
  • Como parte de las actividades del Banco Mundial en conmemoración del Día Mundial del SIDA el pasado 1 de diciembre, Abdoulaye Bio-Tchané, Director del Departamento de África del FMI, presidió una mesa redonda sobre cómo la economía puede ayudar a combatir el VIH/SIDA (Can Economics Help Fight HIV/AIDS?). Las ponencias de Damien de Walque y Shanta Devarajan, del Banco Mundial, aportaron una perspectiva de la incidencia económica del SIDA en los hogares, las empresas y la macroeconomía. Otros participantes fueron Marcus Haacker, del Departamento de África del FMI; Martha Ainsworth y Keith Hansen, del Banco Mundial; Gillette Conner, de la Corporación Financiera Internacional; y Mark Gersovitz, de la Universidad Johns Hopkins.
  • El 8 de diciembre, Mark Plant, del Departamento de Elaboración y Examen de Políticas, y Simonetta Nardin, del Departamento de Relaciones Externas, se reunieron en conferencia telefónica con un grupo de ONG de Washington, París, Londres y Bruselas, para hablar de la instrumentación de la Iniciativa para el Alivio de la Deuda Multilateral (IADM). Plant dio una perspectiva general de la IADM y respondió a las preguntas de los participantes.
  • El 8 de diciembre, Janet Stotsky, del Departamento de Finanzas Públicas, se reunió con cinco representantes de ONG de la coalición estadounidense Publish What You Pay (PWYP); Jelena Kmezic, del Bank Information Center; Corinna Gilfillan, de Global Witness; Ian Gary, de Oxfam America; Doug Norlen, de Pacific Environment; y Rustam Murzakhanov, del Centro de Derecho Ambiental "Armon", de Uzbekistán. La reunión puso a Stotsky al tanto de las labores de la PWYP en transparencia fiscal, y sirvió de foro para responder a las preguntas del grupo sobre el manual y los códigos de transparencia fiscal (Guide for Fiscal Transparency Codes and Manual) del FMI. La PWYP expresó agrado por la publicación de estos documentos, e hizo votos por una publicación integrada que incluya tanto el manual y los códigos de transparencia fiscal como la Guía sobre la transparencia del ingreso proveniente de los recursos naturales.
  • Simonetta Nardin, del Departamento de Relaciones Externas, y Peter Heller, del Departamento de Finanzas Públicas, se reunieron el pasado 15 de diciembre con Anne Stetson, de la ONG Partners in Health (Socios en la salud). Heller rindió un informe general sobre las actuales labores del FMI relacionadas con la política fiscal de países de bajo ingreso y la colaboración del FMI con el Banco Mundial y otros donantes.
  • El 11 de enero, Robin Robison, de Quaker Peace and Social Witness, de Londres; Tom Loudon, del Quixote Center, de Washington; y Néstor Avendaño, de Consultores para el Desarollo Empresarial (COPADES), de Nicaragua, se reunieron con el nuevo jefe de misión en Nicaragua, Vikram Haksar, en la sede del FMI en Washington, D.C. Avendaño presentó su reciente estudio Nicaragua: Alivio HIPC vs. Pobreza.
  • El 26 de enero Sarah Wykes, de Global Witness UK, se reunió con Janet Stotsky, Taryn Parry y Jesus Seade, del Departamento de Finanzas Públicas, y con Simonetta Nardin, del Departamento de Relaciones Externas, para tratar temas de actualidad relativos a la transparencia del ingreso proveniente de los recursos naturales en Angola, la República del Congo, Guinea Ecuatorial y otros países.
  • El 7 de febrero se reunieron Arvind Ganesan y Anneke van Woudenberg, de Human Rights Watch, con los jefes de misión Cyrille Briançon (República Democrática del Congo) y John Green (Uganda), del Departamento de África, y Lynn MacFarland, del Departamento de Finanzas Públicas, para discutir la labor del FMI sobre la transparencia del ingreso proveniente de los recursos naturales. Ganesan y Van Woudenberg abrieron el debate con la presentación de su estudio The Curse of Gold, un informe reciente en el que documentan acusaciones de corrupción contra una importante compañía aurífera que opera en el noreste congolés y el conflicto que existe en la región por el control de las minas de oro locales y las rutas comerciales hacia Uganda.

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Próximas reuniones

  • Las Reuniones de Primavera del Banco Mundial y el FMI (sitio en inglés) tendrán lugar los días 22 y 23 de abril en Washington, D.C. La información sobre actividades pertinentes a las OSC y los detalles sobre cómo solicitar acreditación se publicarán próximamente en el sitio de Internet www.bancomundial.org/osc.
  • Los días 19 y 20 de septiembre de 2006 se celebrarán en Singapur las Reuniones Anuales de los Gobernadores del Fondo Monetario Internacional y del Banco Mundial, tras una serie de reuniones oficiales que tendrán lugar en días previos. Las sesiones pertinentes a las OSC se anunciarán en el sitio de Internet que mantienen las dos organizaciones para ese fin (Annual Meetings website) y, en fechas más cercanas a las reuniones, en www.bancomundial.org/osc.

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Noticias sobre el personal del FMI

  • Masood Ahmed fue nombrado (comunicado de prensa en inglés) Director del Departamento de Relaciones Externas del FMI a partir del 1 de mayo de 2006, cuando se retira de ese cargo Thomas C. Dawson. Ahmed, ciudadano de Pakistán, obtuvo una maestría en Economía de la London School of Economics. De 1979 a 2000 laboró en el Banco Mundial, donde fungió, entre otros cargos, como Vicepresidente de la Red sobre Reducción de la Pobreza y Gestión Económica. En 2000 fue nombrado Subdirector del Departamento de Elaboración y Examen de Políticas del FMI, y se encuentra actualmente en comisión externa de servicios en el Ministerio Británico para el Desarrollo Internacional, donde se desempeña como director general de políticas y asuntos internacionales.
  • La Gerencia anunció (comunicado de prensa en inglés) su decisión de crear un nuevo departamento que combinará las funciones y el personal de dos departamentos existentes, Mercados Internacionales de Capital y Sistemas Monetarios y Financieros, en procura de una labor más eficaz del FMI en los mercados financieros y de capital. La decisión se tomó tras exhaustivos estudios de las actividades del FMI en este ámbito, incluido el informe de septiembre de 2005 del Director Gerente sobre la estrategia de mediano plazo del FMI, y un examen realizado por un grupo de trabajo encabezado por William J. McDonough. Gerd Häusler, Consejero y Director del Departamento de Mercados Internacionales de Capital, ha notificado al Director Gerente Rodrigo de Rato de su propósito de regresar a Europa, y ha pedido que se le excuse de su cargo actual a partir de julio de 2006. Häusler fue nombrado a su cargo actual en junio de 2001 (comunicado de prensa en inglés).

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Selección de discursos

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Selección de publicaciones

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