Vigilar, contener y mitigar los efectos del coronavirus constituyen prioridades importantes. Las medidas oportunas y decisivas de las autoridades sanitarias, los bancos centrales y las autoridades bancarias, fiscales, regulatorias y supervisoras pueden contribuir a contener el brote del virus y neutralizar el impacto econ&oacute;mico de la pandemia. Los bancos centrales deben apuntalar la demanda y la confianza impidiendo que las condiciones financieras se deterioren, recortando los costos de endeudamiento de los hogares y las empresas, y garantizando la liquidez del mercado. La pol&iacute;tica fiscal debe reforzarse a fin de brindar un respaldo considerable a los particulares y las empresas m&aacute;s afectadas, incluso en sectores informales a los que es dif&iacute;cil llegar. Las respuestas en el &aacute;mbito de la regulaci&oacute;n y la supervisi&oacute;n deben apuntar a preservar la estabilidad financiera y la solidez del sistema bancario, sustentando al mismo tiempo la actividad econ&oacute;mica.<p />