Typical street scene in Santa Ana, El Salvador. (Photo: iStock)

Boletín del FMI : Los países deberán “abrocharse el cinturón”: La transición hacia la estabilidad financiera podría ser accidentada

9 de octubre de 2013

  • El principal desafío es la normalización de la política monetaria de Estados Unidos
  • Los mercados emergentes deben prepararse para probables shocks externos
  • El sobreendeudamiento empresarial en la zona del euro tiene que abordarse con enfoque integral

Las autoridades tienen que sortear con precaución una serie de importantes transiciones a las que se enfrenta el sistema financiero mundial, según la última edición del informe sobre la estabilidad financiera mundial (GFSR) del FMI. De no ejecutarse políticas y reformas eficaces, podría llegar a descarrilarse la transición fluida hacia una mayor estabilidad financiera.

Un operador de bolsa reacciona ante los anuncios del banco central de Estados Unidos: el principal desafío para los países es gestionar los efectos secundarios de las políticas monetarias expansivas (foto: Lucas Jackson/Reuters)

Un operador de bolsa reacciona ante los anuncios del banco central de Estados Unidos: el principal desafío para los países es gestionar los efectos secundarios de las políticas monetarias expansivas (foto: Lucas Jackson/Reuters)

INFORME SOBRE LA ESTABILIDAD FINANCIERA MUNDIAL

El análisis del FMI describe cinco transiciones que tienen impacto mundial:

• El retiro previsto de la política monetaria acomodaticia en Estados Unidos.

• El avance hacia un sector financiero más equilibrado y sostenible en las economías emergentes.

• La iniciativa para apuntalar a los bancos y empresas débiles en la zona del euro.

• Los esfuerzos para revigorizar la economía de Japón a través de

• El fortalecimiento de la regulación financiera mundial.

El camino hacia la normalización de la política monetaria

El principal desafío para las autoridades consiste en gestionar los actuales efectos secundarios y, en su momento, el retiro de las políticas monetarias expansivas tales como las tasas de interés bajas y la compra de bonos por el banco central de Estados Unidos.

Ante las perspectivas de tasas de interés más altas y mayor volatilidad, los inversionistas lógicamente ajustarán sus carteras mediante una reducción de sus tenencias de renta fija. Pero existe el riesgo de que las ventas excesivas a un ritmo demasiado rápido den lugar a subidas de las tasas de interés a largo plazo más bruscas de lo que prevé en la actualidad.

“El camino hacia la normalización monetaria puede presentar escollos”, afirmó José Viñals, Consejero Financiero y titular del Departamento de Mercados Monetarios y de Capital del FMI. “La pregunta es si los baches solo harán que el viaje resulte menos cómodo o si algunos de ellos pueden llegar a provocar accidentes”.

Uno de los desafíos es la magnitud misma del probable ajuste de carteras. El FMI estima que, desde 2009, la inversión acumulada de los fondos mutuos de Estados Unidos en instrumentos de renta fija ha superado su tendencia histórica en más de US$1 billones. Esta circunstancia aumenta el riesgo de que haya grandes retiros de fondos en el caso de una contracción monetaria.

Otro desafío son los “eslabones débiles” del sistema bancario paralelo de Estados Unidos, como los fideicomisos de inversión inmobiliaria. Al igual que los vehículos de inversión estructurada y las sociedades instrumentales (conduits) que se multiplicaron antes de la crisis, esos fondos están altamente apalancados y son susceptibles a sufrir retiros repentinos de fondos. Podrían verse obligados a vender rápidamente sus tenencias de activos, provocando una perturbación del mercado de valores con respaldado hipotecario, que se podría propagar a otros mercados de activos.

Diseñar y poner en práctica una transición ordenada hacia la normalización de la política monetaria exigirá una estrategia de comunicación clara y oportuna por parte del banco central de Estados Unidos para reducir al mínimo la volatilidad de las tasas de interés. También requerirá una ejecución eficaz de la estrategia, según el FMI. Una supervisión más rigurosa de los riesgos globales que existen en el sistema de banca paralela y una mayor transparencia resultarán esenciales para preservar la estabilidad financiera.

Riesgos en los mercados emergentes

Muchas economías de mercados emergentes son cada vez más sensibles a las variaciones de las políticas monetarias laxas en las economías avanzadas. Esto se debe a que los inversionistas extranjeros han entrado masivamente en los mercados locales y pueden retirarse. El FMI estima que, desde 2008, las entradas acumuladas de flujos externos a los mercados locales de bonos han superado su tendencia estructural a largo plazo en aproximadamente US$470.000 millones. Esto equivale a más del 5% del PIB de las economías avanzadas.

Mientras que los inversionistas extranjeros cumplen un papel de mayor peso en los mercados locales de deuda, la liquidez del mercado se ha deteriorado en los últimos años. Esto hace que las tasas de interés locales sean más sensibles a los cambios de actitud de los inversionistas. Al mismo tiempo, los balances de las empresas se han debilitado, los factores de vulnerabilidad financiera están en aumento y el crecimiento económico se desacelera.

Las economías emergentes deben facilitar un ajuste ordenado de sus mercados financieros. Si se enfrentan a salidas de capitales significativas, quizá sea necesario utilizar de manera prudente el margen de maniobra del que disponen para la aplicación de políticas. Además, las autoridades deben atender las vulnerabilidades internas reforzando los marcos macrofinancieros y estableciendo defensas adecuadas.

Cortar el nudo gordiano en la zona del euro

En la zona del euro, las medidas de política adoptadas a escala regional y nacional han ayudado a reducir las presiones de financiamiento en los bancos y las entidades soberanas. Sin embargo, la continua fragmentación financiera ha hecho que las tasas activas de los bancos aumentaran en las economías de la región que soportan tensiones.

El informe sobre la estabilidad financiera mundial también muestra que una proporción significativa de la deuda empresarial en las economías sometidas a tensiones corresponde hoy a empresas con escasa capacidad para atender el servicio de la deuda. Este sobreendeudamiento puede afectar al sistema bancario a través de las pérdidas incurridas por préstamos a empresas.

“Algunos bancos deberán incrementar sus provisiones para hacer frente a estas posibles pérdidas”, expresó Viñals. “Esto podría insumir una importante proporción de las utilidades futuras de los bancos y, en algunos casos, reducir incluso su capital”.

El FMI estima que, aun si la fragmentación financiera se revirtiera a mediano plazo, no sería posible eliminar el sobreendeudamiento persistente, que equivaldría a casi una quinta parte de la deuda empresarial combinada de España, Italia y Portugal.

¿Cómo pueden las autoridades apuntalar a los bancos y las empresas débiles? Primero, es preciso resolver el sobreendeudamiento empresarial. Esta tarea puede consistir en sanear la deuda, mejorar los regímenes que regulan los procesos de quiebra o bien crear empresas especiales de gestión de activos para reestructurar los préstamos.

Segundo, la evaluación de los balances y las pruebas de tensión que tiene previsto efectuar las autoridades europeas ofrecen una oportunidad excepcional para realizar una revisión exhaustiva y transparente de la calidad de los activos bancarios e identificar las deficiencias de capital. Pero es preciso establecer mecanismos creíbles de apoyo financiero contingente antes de que concluya dicha iniciativa para compensar cualquier insuficiencia que se detecte.

Japón tiene que implementar un conjunto completo de políticas en el marco de la denominada “Abeconomía”. Si no se ponen en marcha las reformas fiscales y estructurales previstas, las consecuencias podrían ser un retorno de la deflación y la intensificación de los riesgos para la estabilidad financiera.