Typical street scene in Santa Ana, El Salvador. (Photo: iStock)

Boletín del FMI : Disminución del crecimiento potencial: Una nueva realidad

7 de abril de 2015

  • El crecimiento del producto potencial ha disminuido desde la crisis financiera internacional
  • La disminución se debe al impacto del envejecimiento de la población;
  • menos capital y menor productividad
  • Se necesitan medidas de política
  • para estimular la productividad, promover el crecimiento del capital y neutralizar
  • los efectos del envejecimiento

Desde el estallido de la crisis financiera internacional, muchas economías han experimentado una disminución del crecimiento de la capacidad productiva, lo cual podría implicar una mejora más lenta de los niveles de vida en el futuro, de acuerdo con un nuevo estudio del FMI.

Un estudio del FMI sugiere que los países quizá tengan que ajustarse a una nueva realidad de menor crecimiento potencial (foto: Gary Waters/Ikon Images/Corbis)

Un estudio del FMI sugiere que los países quizá tengan que ajustarse a una nueva realidad de menor crecimiento potencial (foto: Gary Waters/Ikon Images/Corbis)

CAPÍTULO ANALÍTICO DEL INFORME WEO

Desde el estallido de la crisis financiera internacional, muchas economías han experimentado una disminución del crecimiento de la capacidad productiva, lo cual podría implicar una mejora más lenta de los niveles de vida en el futuro, de acuerdo con un nuevo estudio del FMI.

El crecimiento del producto mundial sufrió una marcada disminución durante la crisis financiera internacional, y un nuevo estudio publicado en la edición de abril de 2015 de Perspectivas de la economía mundial del FMI (informe WEO, por sus siglas en inglés) sugiere que una parte considerable de esa desaceleración se debe a que las economías se enfrentan a “límites de velocidad” más bajos. El límite de velocidad de una economía —técnicamente, el crecimiento del producto potencial— determina con qué rapidez se puede expandir la producción de bienes y servicios sin provocar un aumento de la inflación.

Los datos presentados en el estudio hacen pensar que a falta de medidas que fomenten la innovación, promuevan la inversión en capital productivo y contrarresten el empuje negativo del envejecimiento, los países tendrán que adaptarse a una nueva realidad de límites de velocidad más bajos.

El producto potencial: Balance de situación

El producto potencial mide la capacidad productiva de un país con inflación estable. Depende de la oferta de dos factores de producción —los insumos de trabajo y capital— y de la productividad con que se los aproveche. Para que el producto potencial crezca, la oferta de estos factores o la productividad tienen que aumentar.

En los años transcurridos desde la crisis financiera internacional, muchas economías han experimentado una expansión más lenta de uno o más de estos componentes críticos del crecimiento del producto potencial (véase el gráfico 1). La disminución del crecimiento potencial de las economías avanzadas se debe, más o menos en igual medida, al enlentecimiento de la acumulación del capital y al del aumento de la mano de obra, provocado más que nada por factores demográficos adversos. En las economías de mercados emergentes, gran parte de esa disminución es atribuible a un aumento más lento de la productividad.

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De cara al futuro: ¿Qué cabe esperar?

A medida que las condiciones económicas mejoren y la actividad se recupere, el crecimiento de la inversión debería repuntar, promoviendo una recuperación paulatina del crecimiento del capital productivo en muchas economías avanzadas. Sin embargo, las perspectivas de la fuerza laboral son más sombrías. Como lo muestra el gráfico 2, es probable que los factores demográficos pongan freno al crecimiento en muchas economías avanzadas y emergentes, a medida que la población envejezca y los trabajadores se jubilen.

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No se prevé un aumento de la productividad con las políticas en vigor. En las economías de mercados emergentes, los avances tecnológicos y el mejor logro educativo del pasado han permitido reducir la brecha que las separa de las economías avanzadas. Si bien se podría reforzar el crecimiento progresando aún más en esos ámbitos, es poco probable que el rendimiento de la educación y de la innovación sea tan pronunciado como al comienzo, cuando estas economías se encontraban más lejos de la frontera tecnológica. Esto lleva a pensar en un aumento más débil de la productividad de estas economías en el futuro.

Las economías avanzadas, por su parte, deberían experimentar un aumento de la productividad cercano a las tasas recientes en los años venideros. Con todo, son escasas las probabilidades de que se repita el rápido ritmo de expansión observado a fines de la década de 1990 y comienzos de la de 2000, alimentado por el boom excepcional de la tecnología de la información y las comunicaciones.

En suma, estos escenarios sugieren que el crecimiento potencial de las economías avanzadas probablemente se mantenga por debajo de las tasas previas a la crisis, y que disminuya más en las economías de mercados emergentes a mediano plazo (véase el gráfico 3).

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Estas determinaciones implican que los niveles de vida podrían mejorar con mayor lentitud en el futuro. Además, será más difícil mantener la sostenibilidad fiscal a medida que disminuya el ritmo de expansión de la base tributaria.


Medidas de política destinadas a aumentar el límite de velocidad

Aún hay margen para ser optimistas: la trayectoria futura del producto potencial no es inalterable. Sin embargo, es necesario actuar. Para aumentar los límites de velocidad de la economía hay que adoptar políticas que fomenten la innovación, promuevan la inversión en capital productivo y contrarresten el empuje negativo del envejecimiento. Aunque la combinación ideal de políticas varía según el país, hay algunas recomendaciones generales:

• Se pueden estimular la innovación y la productividad brindando más respaldo a las actividades de investigación y desarrollo, lo cual requiere, por ejemplo, reforzar los sistemas de patentes y adoptar subsidios e incentivos tributarios bien diseñados en las economías donde faltan.

• Se puede promover la productividad de los trabajadores mejorando la calidad de la educación y el logro educativo a nivel secundario y terciario.

• Se pueden eliminar los cuellos de botella que mantienen frenada la producción en algunas economías de mercados emergentes incrementando el gasto en infraestructura.

• Hay margen para mejorar el clima empresarial y el funcionamiento de los mercados de productos en algunos países.

• Es necesario promover la participación en la fuerza laboral, sobre todo entre la mano de obra femenina en algunos países y los trabajadores de más edad en otros, lo cual implicaría una mejor concepción de las políticas de tributación y gasto de algunas economías.

• En varias economías aún es importante respaldar la demanda a través de la política monetaria y, de ser posible, la política fiscal, a fin de estimular el crecimiento de la inversión y el capital.