El cambio climático preocupa a todo el mundo, pero esta preocupación no se traduce en apoyo a la formulación de políticas dirigidas a la mitigación climática.
Esa es nuestra conclusión, basada en una encuesta reciente diseñada con el objetivo de arrojar luz sobre la manera en que las personas perciben los riesgos del cambio climático y el apoyo dado a las medidas públicas para abordar el cambio climático.
Las respuestas también muestran que las personas más preocupadas por el cambio climático suelen ser mujeres, tener un nivel educativo mayor, seguir las noticias y aceptar en mayor medida el papel de los gobiernos en la regulación de la economía. Los datos muestran que las personas que usan transporte público y las que dependen menos del automóvil también están más preocupadas por el cambio climático.
Nuestra encuesta a casi 30.000 personas de 28 países fue realizada entre julio y agosto de 2022 por la empresa de investigación de mercados YouGov. La encuesta abarcó economías avanzadas y emergentes e incluyó a 20 de los 25 principales emisores, así como a 9 de los 25 países más expuestos al cambio climático.
Esta nueva encuesta de opinión sobre la mitigación climática permite a las autoridades entender mejor cómo abordar el urgente reto que supone el cambio climático. Pese a los ambiciosos objetivos de los gobiernos, el mundo todavía no se encuentra en la senda para contener el calentamiento global a entre 1,5 y 2 °C. Según los científicos, si no se consigue situar las emisiones en la trayectoria adecuada de aquí a 2030, el calentamiento global se haría permanente por encima de 2 oC y existiría el riesgo de que se alcanzara un punto de inflexión catastrófico en el que el cambio climático pasaría a autoperpetuarse.
Nuestra encuesta muestra que si se brinda información (aunque sea poca) sobre la eficacia y los beneficios de la formulación de políticas, así como sobre los beneficios secundarios, como la mejora de la calidad del aire y de la salud, se puede generar un mayor apoyo. Sin embargo, este apoyo podría durar poco si no se tienen en cuenta las disyuntivas que suponen las políticas, lo que pone de relieve la importancia de que el público entienda los costos y beneficios de las distintas opciones disponibles.
Algunas de las políticas más eficientes en términos económicos, como la tarificación del carbono basada en el contenido de los combustibles o sus emisiones, suelen encontrar resistencia política. Cabe destacar que la encuesta subraya que la preocupación climática por sí sola no se traduce en un respaldo amplio a las políticas de tarificación del carbono, como los impuestos sobre el carbono o los regímenes de comercio de derechos de emisión.
La tarificación del carbono es más aceptable cuando se presenta junto con información sobre el impacto del cambio climático, el funcionamiento de la tarificación y las opciones de uso del ingreso que genera. En particular, el apoyo a la política es mayor si los ingresos que genera se utilizan para proteger a los grupos económicamente vulnerables del impacto adverso de las políticas climáticas.
Los subsidios para inversiones verdes gozan de un gran apoyo en todos los países, aunque quienes se oponen suelen citar problemas relacionados con la corrupción y con la ineficacia de las políticas, ya que los partidarios de estas políticas a veces no reconocen los costos que tienen para el presupuesto público. Esto sugiere que para aumentar el apoyo a la ecologización de la economía, es importante tener en cuenta la eficiencia del gasto público y de la inversión.
Apoyo a la acción multilateral
La encuesta indica que el apoyo a la acción colectiva y los puntos en común para llegar a acuerdos internacionales son mayores de lo esperado. La mayoría de los encuestados de todos los países piensa que las políticas de lucha contra el cambio climático solo serán eficaces si la mayor parte de los países adopta medidas para reducir las emisiones de carbono.
Además, la mayor parte de los encuestados, tanto de economías avanzadas como de economías de mercados emergentes, piensa que todos los países, y no solo los ricos, deben contribuir a la lucha contra el cambio climático. Asimismo, un gran porcentaje de encuestados de la mayoría de los países afirma que la participación en la carga debe basarse en las emisiones actuales y no en las históricas. El público respaldaría políticas climáticas costosas si otros países también lo hacen, tanto porque esto aumenta las probabilidades de alcanzar los objetivos de cero emisiones netas a escala mundial como por considerarse esfuerzos justos.
El conocimiento de las políticas de mitigación climática sigue siendo poco uniforme, y muchas personas todavía no tienen una opinión cuando se trata de apoyar u oponerse a las medidas de política climática en sus países. Esta es la manera en que los gobiernos pueden mejorar el apoyo a la necesidad urgente de iniciar transiciones verdes:
- Informar al público sobre las causas y consecuencias del cambio climático y los costos de la inacción.
- Hablar sobre los costos de la inacción, como es la contaminación, y los beneficios de corregirlos, como son las mejoras de la calidad del aire, la salud y la protección de los hogares de ingreso bajo.
- Hacer hincapié en que las políticas climáticas tienen efectos positivos tangibles y, por tanto, que los esfuerzos realizados merecen la pena.
- Destacar la importancia de un espíritu de solidaridad común y la necesidad de que un amplio abanico de economías adopte políticas climáticas sólidas.