Typical street scene in Santa Ana, El Salvador. (Photo: iStock)

Boletín del FMI : De la retórica a la realidad: Los objetivos de desarrollo exigen medidas decisivas

13 de octubre de 2015

  • Los países deben planificar hoy la aplicación del programa posterior a 2015
  • Será vital aumentar el acceso financiero, especialmente para las mujeres
  • Dado el carácter colectivo de muchas de estas cuestiones, la cooperación internacional es fundamental

Los gobiernos deben adoptar medidas a nivel nacional y colectivo para movilizar recursos y asociarse con el sector privado si pretenden alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas, afirmaron los panelistas del seminario.

REUNIONES ANUALES DE 2015DEL FMI Y DEL BANCO MUNDIAL

El seminario Todo listo para el despegue: La implementación del plan de acción post 2015 reunió a responsables de política económica, académicos, representantes del sector privado y de las organizaciones internacionales para debatir la mejor forma de impulsar medidas dirigidas a lograr los objetivos de desarrollo sostenible adoptados en el mes de septiembre, que orientarán el desarrollo mundial de los próximos 15 años.

“Hacer promesas es fácil, pero cumplirlas es mucho más difícil”, afirmó la Directora Gerente del FMI, Christine Lagarde, en el discurso inaugural del seminario, que tuvo lugar durante las Reuniones Anuales del FMI y del Banco Mundial celebradas en la ciudad de Lima, Perú.

El dinero público no es suficiente

La moderadora, Nikiwe Bikitsha, destacada periodista de Sudáfrica, abrió el debate preguntando a los panelistas cuáles consideraban que eran las prioridades fundamentales para el programa de desarrollo posterior a 2015.

“Es necesario adoptar un enfoque integral”, manifestó Joseph Stiglitz, de la Universidad de Columbia. En ese sentido, dijo, cada país debería entablar un diálogo nacional sobre sus propios objetivos de desarrollo y la interacción entre estos distintos objetivos.

Magdalena Andersson, ministra de Hacienda de Suecia, considera esencial la movilización de ingresos internos. “El dinero público nunca será suficiente para cumplir los objetivos; también debemos trabajar con el sector privado para apalancar los fondos públicos.”

El flamante Presidente del Banco Africano de Desarrollo (BAfD), Akinwumi Adesina, estuvo de acuerdo. “África necesita alrededor de US$100.000 millones para inversiones en infraestructura. Pero en este momento tenemos solamente unos US$50.000 millones”, observó. Los bancos multilaterales de desarrollo deberían hacer un esfuerzo mayor para fomentar el empleo de instrumentos de distribución del riesgo que permitan al sector privado hacer préstamos cuantiosos sin soportar riesgos excesivos. “Compartir los riesgos permite al BAfD asociarse con el sector privado”, afirmó.

Movilización del ingreso nacional

Aunque los panelistas estuvieron de acuerdo en que las asociaciones público-privadas son un factor fundamental en el desarrollo de los países de bajo ingreso, algunos comentaron también que no es necesario que los gobiernos dependan exclusivamente de fuentes externas de financiamiento. “Existen muchas posibles fuentes de ingresos internos que los países podrían aprovechar”, dijo el Subdirector Gerente del FMI, Min Zhu, y destacó que el FMI ha creado un nuevo instrumento de “análisis de la deficiencia de ingreso fiscal” que ayuda a los países a entender dónde están las deficiencias en su recaudación.

Para subsanar esas deficiencias, los países podrían considerar la posibilidad de aumentar los impuestos, indicó Stiglitz, y observó que en los países con bajas tasas de impuestos, como por ejemplo del 17%, es viable aumentarlas: “Para hacer las inversiones necesarias en educación, inversión y tecnología de manera sostenible, es necesario recaudar impuestos”. Incluso sin aumentar las tasas de los impuestos, recalcó Zhu, hay formas de mejorar la eficiencia tributaria reduciendo las exenciones y ampliando la base imponible, como se ha hecho con éxito en Vietnam y Tanzanía.

Para ser realistas, sin embargo, “no se puede cobrar impuestos a personas muy pobres”, afirmó Adesina. Es fundamental brindar a emprendedores potenciales acceso a la financiación para promover las oportunidades de los habitantes de los países de bajo ingreso. Esto debe hacerse antes de tan siquiera empezar a hablar de impuestos, destacó. “Si se observa el sector financiero hoy en día, quienes pagan los préstamos son las mujeres. Necesitamos aplicar medidas financieras afirmativas dirigidas a las mujeres de África, donde trabajamos con los bancos y las instituciones de microfinanciamiento para que destinen al menos un tercio de sus préstamos a empresas con propietarias mujeres”.

El ministro de Hacienda y Planificación Económica de Rwanda, Claver Gatete, también se centró en el papel de los gobiernos para asegurar que las mujeres participen activamente en la economía. “Los países tienen un papel importante para asegurar que se resuelva la desigualdad de la mujer”, expresó. “Una vez que decidimos que existía un desequilibrio entre los sexos, dispusimos constitucionalmente” que las mujeres debían ocupar por lo menos un 30% de los puestos en los órganos de toma de decisiones.

También señaló que la inclusión financiera de la mujer en Rwanda ha crecido de forma constante, en parte porque el gobierno ha establecido metas (un 80% de las mujeres tendrán acceso financiero para el año 2017 y un 90% para 2020). “Si se tiene una ley, se tienen metas, si se tienen instituciones [que promuevan la inclusión financiera de las mujeres], se pueden eliminar las diferencias, y Rwanda es un ejemplo de ello,” dijo Gatete.

Crear valor, generar empleo

No basta con movilizar el ingreso fiscal y facilitar la participación económica de las mujeres, afirmó Tony Elumelu, un próspero empresario de Nigeria. Su país se ha beneficiado de recursos externos a través de la asistencia y de flujos privados, dijo. Aunque la asistencia ha ayudado a atender algunos de los problemas del continente, no ha contribuido sensiblemente a aliviar la pobreza o crear empleos.

La respuesta, señaló, es la inversión privada, y preferentemente asociaciones entre inversores nacionales e internacionales. “Somos un continente que depende de las materias primas, pero carecemos de recursos para transformarlas. Nuestras materias primas se transforman en el exterior, el valor se crea fuera de África y se trae de vuelta. En el camino, de hecho, perdemos una oportunidad de crear empleos para nuestra gente”.

En el seminario también se examinó el papel de las instituciones financieras internacionales para ayudar a impulsar avances hacia los nuevos objetivos de desarrollo sostenible.

Zhu señaló que el FMI tiene un papel activo en diversos aspectos. Ha aumentado la disponibilidad de recursos al permitir a los países de bajo ingreso obtener préstamos concesionarios del FMI de hasta un 50% adicional a una tasa de interés del cero por ciento. Además, está intensificando el diálogo sobre políticas con los países miembros y fortaleciendo el esfuerzo para ayudar a aumentar su capacidad institucional, en particular en el contexto de los objetivos de desarrollo sostenible.

En cuanto al Banco Mundial, su Director Gerente y Oficial Financiero Principal, Bertrand Badré, explicó cómo ve el papel de su institución. “Tenemos que trabajar juntos. Podemos generar más recursos, compartir innovaciones y facilitar las cosas para los inversores.” Señaló que el Banco Mundial, junto con el FMI, el Banco Europeo de Inversiones y los bancos regionales de desarrollo recientemente publicaron el informe From Billions to Trillions: Transforming Development Finance. Afirmó que hoy ha llegado la hora de pasar de los billones a la acción.