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Los resultados en materia de desigualdad de ingresos entre los hogares estadounidenses varían mucho entre los 50 estados. En aquellos a los que peor les ha ido, los efectos de la competencia internacional, junto con la automatización, tienen gran parte de la culpa.
Este hecho ha contribuido a que se produzca un rechazo al libre comercio a nivel nacional. Sin embargo, los estados cuentan con una herramienta eficaz para abordar la polarización de los ingresos: la inversión en educación.
En nuestro estudio Hollowing Out: The Channels of Income Polarization in the United States, mostramos que el porcentaje de hogares de renta media con respecto a la población se ha reducido desde los años 60. En 2016, los hogares con unos ingresos entre el 50% y el 150% de la renta media suponían solo el 48% de los hogares totales, en comparación con el 58% en 1968.
De las familias que abandonaron el grupo de renta media, el porcentaje que descendió a las filas de bajos ingresos, lo que describimos como un "vaciamiento de la clase media" a la baja o polarización, fue mayor que el porcentaje de las que avanzaron a niveles de renta superior.
Pero estos efectos no se han dejado sentir de forma uniforme en los 50 estados. Elaboramos índices de "vaciamiento de la clase media" de cada uno de los estados para el período 2000–16 y poner así de relieve estas diferencias.
El gráfico de la semana (véase arriba) desglosa los 50 estados y el Distrito de Columbia en tres grupos, según la severidad con la que la clase media ha experimentado un vaciamiento a la baja de sus ingresos durante el período 2000–16.
En nuestras investigaciones observamos que el progreso tecnológico, en términos del aumento de los procesos rutinarios en el trabajo, y el comercio internacional, en términos de la deslocalización del trabajo, explicarían más de la mitad del incremento de la polarización de los ingresos, ambos factores con una contribución similar en general. Las características de los hogares, en particular una educación mejor, han tenido importantes efectos de contrapeso en la polarización de los ingresos. Nuestro desglose por estados muestra que la interacción entre estas fuerzas ha producido diferentes resultados para los hogares de renta media, dependiendo de dónde residen.
Por ejemplo, en Nevada y Arkansas, dos estados donde se produjo el mayor incremento de la polarización en el período 2000–16, la educación solo desempeñó un pequeño papel de contrapeso cuando la tecnología y el comercio internacional disminuyeron los niveles de vida de algunos hogares de renta media.
En el otro extremo, por ejemplo en Massachusetts y Nuevo México, la tecnología y la competencia internacional han tenido un menor impacto en la polarización de los ingresos que en Nevada y Arkansas. Por otra parte, la educación ha desempeñado un papel mayor en el mantenimiento de los hogares en la clase media, lo que sitúa a Massachusetts y a Nuevo México entre los estados que han experimentado los menores incrementos de polarización de los ingresos durante 2000–16.
El progreso tecnológico y la globalización han tenido efectos positivos, generando unos niveles de vida más elevados, una mayor productividad y un crecimiento más rápido. Aun así, nuestro trabajo muestra que también han tenido efectos secundarios importantes, y en ocasiones perjudiciales, en la distribución de la renta y el bienestar de los hogares. Aunque no son los únicos factores en juego. La inversión en educación puede ayudar a los hogares de renta media a resistir las fuerzas de vaciamiento de ingresos de una economía mundial en proceso de cambio.