(Versión en English)
Hasta hace apenas unos años, “macro… ¡¿qué?!” habría sido una reacción típica al oír un término técnico del que hoy no hacen más que hablar los reguladores financieros.
Pero tras la crisis financiera internacional, la política macroprudencial —que busca contener los riesgos sistémicos del sistema financiero— ha pasado a ser efectivamente una herramienta importante para proteger la estabilidad económica y sustentar el crecimiento.
Por ejemplo, una serie de países, especialmente mercados emergentes, han recurrido a las políticas macroprudenciales (como las relaciones préstamo/valor o deuda/ingreso, o el provisionamiento anticíclico para pérdidas crediticias) para contener una rápida expansión del crédito que, si no se la controla, podría desestabilizar el sistema financiero, y en última instancia, provocar una recesión e incrementar el desempleo.
El FMI ha pasado a desempeñar una función de liderazgo en el análisis de las políticas macroprudenciales. Un análisis reciente examina las políticas con las que se pueden diseñar instrumentos y marcos institucionales eficaces.
El diseño de las políticas macroprudenciales en gran medida es aún una obra en curso, y muchos países están aprendiendo sobre la marcha. Esa es una de las razones por las cuales en nuestros trabajos recalcamos que no existe un diseño institucional único para la política macroprudencial que sirva en todos los casos y que los instrumentos macroprudenciales deben ser suficientemente específicos y estar basados en reglas claras que permitan incorporar ajustes durante el ciclo económico. También evaluamos enfoques regionales para la aplicación de políticas macroprudenciales, por ejemplo en América Latina.
Diseño de políticas macroprudenciales eficaces
Hace poco, coauspiciamos una conferencia regional de alto nivel con el Banco Central del Uruguay para analizar de qué forma las políticas macroprudenciales pueden contribuir a la estabilidad financiera. El encuentro congregó a presidentes de bancos centrales, autoridades de supervisión financiera y otros altos funcionarios de América Latina y algunas economías avanzadas para intercambiar opiniones sobre temas tales como el diseño institucional adecuado de políticas macroprudenciales y de instrumentos eficaces. Las ponencias de los participantes pueden consultarse aquí.
Los participantes destacaron los retos que conlleva diseñar y aplicar los marcos de política macroprudencial. Los conferenciantes convinieron en que la estabilidad financiera es una responsabilidad compartida por todas las políticas, y estimaron que es esencial contar con marcos de política macroeconómica sólidos —especialmente combinados con regímenes cambiarios flexibles—para evitar la acumulación de desequilibrios financieros que podrían conducir a riesgos sistémicos.
Muchos participantes señalaron que también es crítico aplicar políticas microprudenciales eficaces —entre ellas, una supervisión eficaz—para impedir que las instituciones financieras asuman individualmente riesgos excesivos, lo cual podría generar riesgos sistémicos más amplios. Sin embargo, aun reconociendo el papel fundamental de las herramientas macroprudenciales, también reconocieron que los efectos completos de tales herramientas aún no se comprenden muy bien.
Los conferenciantes también enfatizaron que es fundamental una coordinación estrecha para que las políticas se refuercen mutuamente, en lugar de contraponerse entre sí.
Muchos países han creado comités de estabilidad financiera para asegurar que haya una coordinación y un intercambio de información adecuados. Los participantes coincidieron en que estos comités deben estar adaptados a las circunstancias propias de cada país, aunque hubo amplio respaldo la idea de que el banco central debe cumplir una función clave.
Experiencias compartidas
De cara al futuro, el FMI continuará ayudando a los países miembros a diseñar marcos de políticas macroprudenciales. Los conferenciantes señalaron que el FMI se encuentra en una posición única para recoger las experiencias de todos los miembros y asumir un papel de líder en la investigación y el análisis de las políticas macroprudenciales. Además, sus actividades de supervisión y asistencia técnica se consideran sumamente beneficiosas, y se estima que una coordinación estrecha entre estas áreas es crítica.
La política macroprudencial, si se la implementa cuidadosamente, puede transformarse en una piedra angular de la política de estabilidad financiera. Se ha incorporado un nuevo e importante término al diccionario de la jerga financiera.