Comunicado de Prensa: Las economías avanzadas deberán aplicar medidas a largo plazo para controlar la deuda pública, según se señala en varios estudios del FMI

1 de septiembre de 2010

Comunicado de Prensa No. 10/322 (S)
1 de septiembre de 2010

Las economías avanzadas deberán aplicar reformas de política a largo plazo para reducir los niveles de deuda pública en las próximas décadas y garantizar la sostenibilidad fiscal en el futuro, según se indica en tres estudios publicados hoy por el Fondo Monetario Internacional (FMI). Para proteger la frágil recuperación económica, respaldar el crecimiento y la creación de empleo, y reforzar la confianza de los mercados de capital, deben definirse claramente los planes de ajuste fiscal, haciendo hincapié en el mediano plazo y no en buscar soluciones rápidas a corto plazo.

“La deuda pública de las economías avanzadas ha alcanzado niveles nunca antes registrados en tiempos de paz”, señaló Carlo Cottarelli, Director del Departamento de Finanzas Públicas del FMI y uno de los autores de los dos informes. La deuda del gobierno general de las economías avanzadas del Grupo de los Veinte (G-20) aumentó del 78% del producto interno bruto (PIB) en 2007 al 97% del PIB en 2009, y se proyecta que aumentará hasta el 115% del PIB en 2015.

“Los altos niveles de deuda pública obedecen no solo a la crisis financiera, sino también a la aplicación de una política fiscal inadecuada en las décadas anteriores, cuando los niveles de deuda aumentaron de manera continua durante las épocas difíciles pero no disminuyeron en años más favorables. La tarea por delante es aún más complicada porque el envejecimiento de la población y el calentamiento global están generando presiones adicionales sobre las finanzas públicas. Ello subraya la necesidad crítica de aplicar reformas fiscales a largo plazo que garanticen una mejora gradual pero sostenida de las posiciones de deuda en las próximas décadas”, afirmó Cottarelli.

Las economías más endeudadas se están acercando a un “límite de deuda” más allá del cual sus posiciones fiscales podrían ser insostenibles. “Los límites de deuda no son fijos, pero muestran que será necesario un cambio fundamental de comportamiento con respecto a la evolución histórica para restablecer la sostenibilidad. En otras palabras, no se podrá funcionar ‘como de costumbre’”, señaló Jonathan D. Ostry, Subdirector del Departamento de Estudios del FMI y autor principal de uno de los estudios.

“Por lo general, los países desean mantener sus niveles de deuda muy por debajo de sus límites de deuda porque posiblemente los gobiernos reciban pocas o ninguna señal de alerta sobre un alza inminente de los costos de endeudamiento o sobre una restricción del acceso a los mercados cuando la deuda pública aumenta o cuando cambian las opiniones con respecto a los riesgos fiscales o la fiabilidad de los datos fiscales”, indicó Ostry.

En el estudio sobre las tendencias a largo plazo de las finanzas públicas en las economías del Grupo de los Siete (G-7), uno de los tres estudios de la serie Staff Position Notes publicados por el FMI, se examina la evolución de los niveles de deuda pública de las economías más desarrolladas en las décadas anteriores a la reciente crisis, se analiza el fuerte aumento de la deuda durante la crisis y se evalúan las perspectivas para reducir los coeficientes de deuda en los próximos años. Más allá de la crisis de 2008–09, el endeudamiento de los países avanzados refleja una persistente tendencia al alza de los coeficientes de deuda desde 1974. El aumento del gasto en atención de la salud y en pensiones explica la mayor parte del deterioro de los saldos primarios. Para no poner en peligro la frágil recuperación económica, y al mismo tiempo para reforzar la confianza de los mercados de capital, debería definirse claramente la política fiscal, haciendo hincapié en un ajuste gradual pero sostenido a mediano plazo, y no solo en la aplicación de políticas más restrictivas a corto plazo, concluye el estudio.

En el estudio sobre el espacio fiscal se examina la sostenibilidad de la deuda en una amplia gama de economías avanzadas, y se estima el grado en que los gobiernos tienen margen de maniobra fiscal antes de que los mercados los obliguen a aplicar políticas mucho más restrictivas. El espacio fiscal —la distancia entre los niveles de deuda actuales y el límite de deuda a partir del cual la deuda de un país es insostenible tomando como base la evolución anterior— es muy limitado en algunos países mientras que otros gozan de un margen de maniobra fiscal mucho mayor para afrontar shocks imprevistos. En el primer grupo, para restablecer la sostenibilidad será necesario un cambio fundamental con respecto a la evolución normal del ajuste fiscal. El análisis subraya la importancia de mantener un amplio espacio fiscal porque no se sabe con certeza dónde se encuentran exactamente los límites de deuda, y porque la teoría y los datos empíricos parecen indicar que el cambio de una situación en la que se tiene acceso total y libre de riesgos a los mercados de capital a otra en la que se paraliza el acceso a estos mercados, puede ocurrir repentinamente, sin que el aumento de las tasas de interés proporcione mayor preaviso.

En el estudio sobre lacesación de pagos en las economías avanzadas titulado “Default in Today’s Advanced Economies: Unnecessary, Undesirable, and Unlikely” [Cesación de pagos en las economías avanzadas: innecesario, no aconsejable y poco probable] se examina la reciente especulación suscitada entre los participantes en el mercado y los analistas en torno a la posibilidad de que el debilitamiento de las finanzas públicas pueda dar lugar a la falta de pago de la deuda en algunas economías avanzadas, en particular en algunos países europeos de la “periferia”. Según el estudio, actualmente se sobrestima en gran medida el riesgo de reestructuración de la deuda. Además, mientras que el incumplimiento del pago de la deuda principalmente por parte de los mercados emergentes en décadas anteriores obedeció ante todo al fuerte aumento de los costos del servicio de la deuda, los problemas fiscales que actualmente confrontan los países avanzados se derivan de los abultados déficits primarios. Debido a los vencimientos a largo plazo de la deuda pública de los países avanzados al comienzo de la crisis, el servicio de sus deudas se mantiene relativamente moderado: el problema no es la carga de la deuda, sino el déficit primario. Como se subraya en los estudios complementarios, para garantizar la sostenibilidad fiscal deberán abordarse a mediano plazo los factores determinantes del gasto público a largo plazo. El estudio concluye, por lo tanto, que el incumplimiento del pago de la deuda no tendría demasiado sentido para estos países.

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