Comunicado de Prensa: El FMI llama a fortalecer las políticas de respuesta y a afianzar la integración financiera para apuntalar la recuperación de Europa

12 de mayo de 2011

Comunicado de Prensa No. 11/169 (S)
12 de mayo de 2011

Se prevé que la recuperación de Europa se consolidará, pero se necesitarán políticas exhaustivas y ambiciosas para restablecer la salud fiscal, corregir las debilidades restantes del sector financiero y poner en práctica reformas encaminadas a restituir la competitividad y el crecimiento, afirmó hoy el Fondo Monetario Internacional (FMI).

“Lo que inspiran las expectativas más que nada es una confianza sosegada. En general, Europa ―tanto occidental como oriental― anda bien, y nuestras proyecciones para los próximos meses de hecho son bastante positivas”, declaró Antonio Borges, Director del Departamento de Europa.

“Uno de los elementos más sorprendentes de las perspectivas es el notable desempeño de las exportaciones de algunos de los países que conforman el núcleo de Europa. Obviamente, Europa se está beneficiando de la recuperación general en curso. Pero eso también prueba algo importante: la integración europea está generando mejoras de eficiencia, que algunos países están aprovechando para lograr mayor competitividad”.

“En las economías avanzadas, las autoridades tienen que tomar medidas para restablecer la confianza a través de reformas estructurales, consolidación fiscal y el fortalecimiento del sistema financiero, sobre todo en la periferia de la zona del euro. Las economías emergentes hasta el momento han podido resistir los efectos de contagio de la periferia de la zona del euro, pero tendrán que seguir reduciendo las vulnerabilidades fiscales y financieras, y reorientar el crecimiento hacia el sector de los bienes transables”, señaló Borges.

Según la última edición del informe Perspectivas económicas regionales: Europa del FMI ―titulada Fortalecer la recuperación―, el crecimiento de Europa en su conjunto alcanzará 2,4% y 2,6% en 2011 y 2012, respectivamente, tras registrar 2,4% el año pasado. El FMI proyecta que el crecimiento de las economías avanzadas se expandirá 1,7% y 1,9% este año y el próximo, en comparación con 1,7% en 2010. En las economías emergentes1, el crecimiento sería más vigoroso ―4,3% en 2011 y 2012, frente a 4,2% en 2010― y todos los países crecerán por primera vez desde la crisis de 2008–09.

Se proyecta que la inflación se ubicará en 3,8% este año, impulsada por la reactivación económica y los elevados precios de las materias primas, antes de bajar nuevamente para situarse en 3% en 2012. Perspectivas económicas regionales se basa en el supuesto de que el aumento de los precios de los alimentos y la energía seguirá siendo temporal y sin efectos de segunda ronda en la inflación, evitando la necesidad de endurecer fuertemente la política monetaria, lo que podría dañar la recuperación.

El desempleo subió drásticamente en la periferia de la zona del euro, y en todos lados los jóvenes y los trabajadores temporeros se vieron particularmente golpeados por la crisis. El aumento del desempleo durante la crisis también agudizó la desigualdad, y el informe del FMI aconseja una mayor inclusividad en los mercados laborales, sobre todo cuando existe una estructura doble, a fin de reducir las desigualdades del ingreso.

Para evitar nuevas crisis, se necesita mayor vigilancia, mejores instituciones que afronten los problemas del sector financiero, y más —no menos— integración financiera y económica. Además, restablecer el crecimiento de la productividad en los países afectados será fundamental, y constituye una tarea que, como señala Perspectivas económicas regionales, va mucho más allá de incorporar cambios a los marcos europeos de gestión de gobierno y llevar a término la integración financiera.

El principal riesgo para las perspectivas europeas surge de las tensiones en la periferia de la zona del euro. Otras inquietudes mundiales también plantean riesgos, aunque las preocupaciones en torno al sobrecalentamiento de las economías emergentes del continente son menos apremiantes que en otras regiones.

Economías avanzadas de Europa: Abordar la crisis soberana

Las políticas nacionales sólidas siguen siendo la mejor línea de defensa para restablecer la confianza. Perspectivas económicas regionales señala que los planes de consolidación fiscal ―fundamentales para lograr la sostenibilidad a mediano plazo― están debidamente diferenciados según el país. Pero se necesitarán reformas estructurales para generar un crecimiento sólido y sostenible, el mejor antídoto contra un desempleo arraigado y niveles de vida decrecientes. Entre tanto, la política monetaria puede seguir siendo acomodaticia, aunque cabe esperar una normalización a medida que se recupere el crecimiento y se recomponga el equilibrio de los riesgos inflacionarios.

Fundamentalmente, restablecer la confianza en el sistema bancario de la zona del euro es una condición necesaria para dejar atrás la crisis. La próxima ronda de pruebas de resistencia brindará una oportunidad para abordar las vulnerabilidades restantes, y deberá estar seguida de medidas creíbles para incrementar las reservas de capital de los bancos viables. Los esfuerzos por fortalecer los sistemas bancarios de los países vulnerables deben acelerarse y las políticas encaminadas a profundizar la integración del sistema financiero de la Unión Europea (UE) —incluidas las fusiones y adquisiciones transfronterizas— también deben formar parte de la solución, junto con mayores avances hacia el fortalecimiento de las instituciones y la gobernabilidad de la UE.

También será fundamental un mayor fortalecimiento de las políticas de respuesta en toda la UE, inspirado en las decisiones del 24-25 de marzo. El afianzamiento de la gobernabilidad económica y un marco de estabilidad financiera integrado a nivel de la UE contribuirán a evitar la acumulación de desequilibrios macroeconómicos ocurrida antes de la crisis.

Economías emergentes de Europa: Garantizar una recuperación sólida

Las economías emergentes de Europa retomaron un sólido desempeño de crecimiento el año pasado, aunque los países se encontraban en diferentes etapas de recuperación. Se prevé que el crecimiento sólido continuará este año y el próximo. Las disparidades intrarregionales de crecimiento deberían disminuir a medida que se desvanezcan los legados de la crisis de 2008/09 y que la demanda interna se imponga como la principal fuente de impulso.

El principal reto para las autoridades es proteger a la recuperación de los riesgos a la baja. Tras la crisis, las finanzas públicas han sufrido, la capacidad de préstamo de los bancos se ha resentido, y el desempleo continúa siendo demasiado elevado. Además, la inflación está repuntando en toda la región.

La consolidación debe reconstituir los recursos fiscales. Esto mejorará los principales indicadores financieros y, por ende, reducirá el riesgo de que las tensiones financieras de la zona del euro se transmitan hacia el este. También contribuirá a contener las presiones inflacionarias y respaldará el endurecimiento monetario que ya se encuentra en curso en varios países.

Las políticas del sector financiero deben apuntar a restablecer una expansión crediticia saludable y reforzar las defensas de los bancos. Los elevados coeficientes de préstamos en mora y el escaso financiamiento de las matrices extranjeras actúan en contra de la reactivación del crecimiento crediticio. Eso, a su vez, frena la demanda interna y complica la creación de puestos de trabajo en el sector de bienes transables para reemplazar a los perdidos en el sector de bienes no transables. Una segunda ola de consolidación bancaria y la futura introducción de Basilea III brindan oportunidades para reforzar el sector.

Integración financiera, crecimiento y desequilibrios

En un capítulo dedicado a la integración financiera, Perspectivas económicas regionales sostiene que la crisis fue tan prolongada en Europa porque la integración del sistema financiero no era completa y faltaba un mecanismo centralizado para hacer frente a la crisis. La UE promovió la integración financiera adoptando una moneda común en la zona del euro, pero no puso en práctica instrumentos eficaces para controlar los riesgos transfronterizos ni para mitigar la acumulación de desequilibrios financiados por flujos financieros transfronterizos. Como los problemas bancarios se abordaban a nivel nacional, no de la UE, los problemas bancarios y soberanos de los países de la periferia de la zona del euro se exacerbaron mutuamente.

Sería un error dar marcha atrás en el proceso de integración financiera. En cambio, la integración deberá completarse y respaldarse mediante políticas adecuadas. Para evitar la próxima crisis, se necesita mayor vigilancia, tanto nacional como transfronteriza, junto con mejores instituciones paneuropeas que aborden los problemas del sector financiero, y por ende más ―no menos― integración financiera.





1 En Perspectivas económicas regionales, las economías de mercados emergentes de Europa comprenden i) Europa central, oriental y sudoriental, con la excepción de la República Checa y los países que han adoptado el euro, ii) los países de la Comunidad de Estados Independientes (CEI) y iii) Turquía.

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