Typical street scene in Santa Ana, El Salvador. (Photo: iStock)

Boletín del FMI : La política fiscal con la mirada en el futuro

19 de abril de 2013

  • Se necesitan planes creíbles de ajuste fiscal a mediano plazo
  • Una política fiscal equilibrada puede ayudar a reducir la desigualdad
  • La calidad del ajuste fiscal es tan importante como la cantidad del mismo

La evolución de la política fiscal en medio del lento crecimiento económico fue el tema principal del Foro Fiscal de 2013. En el actual contexto de una recuperación mundial a tres velocidades, las decisiones de política fiscal son más difíciles que nunca.

Laura D’Andrea Tyson y J. Bradford DeLong, profesores de Economía en la Universidad de California, Berkeley

Laura D’Andrea Tyson y J. Bradford DeLong, profesores de Economía en la Universidad de California, Berkeley, presentan su investigación sobre la evolución de la política fiscal desde 2007 (foto: FMI).

REUNIONES DE PRIMAVERA DE 2013

“La cuestión fundamental a la que se enfrentan las autoridades en la actualidad es cómo reducir los niveles de déficit y deuda de una manera que garantice la estabilidad y la equidad, pero que también brinde suficiente apoyo al crecimiento y al empleo; cómo las ideas innovadoras y activistas acerca de la política fiscal encajan con las estrategias tradicionales de consolidación fiscal”, expresó el Primer Subdirector Gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), David Lipton, durante su intervención en el cuarto Foro Fiscal anual.

El Foro Fiscal, que se celebra anualmente y coincide con las Reuniones de Primavera del FMI, congrega a autoridades, expertos técnicos y representantes del sector académico de todo el mundo, brindándoles una oportunidad para escuchar e intercambiar puntos de vista sobre la política fiscal. Las crisis financieras, económicas y de deuda registradas en todo el mundo en los últimos años han cambiado la forma en que las autoridades enfocan la función de la política fiscal.

Los participantes en el Foro reconocieron que a medida que muchos países siguen procurando reducir sus déficits, las difíciles decisiones de recorte del gasto público están perdiendo respaldo público. No hay soluciones rápidas para llevar a cabo la consolidación fiscal, pero en general se considera que garantizar un ajuste fiscal equilibrado y equitativo es la mejor manera de ganar respaldo público.


Desigualdad y crecimiento inclusivo

Una parte del debate se centró en la necesidad de lograr un ajuste fiscal y al mismo tiempo garantizar una protección social adecuada, así como en las formas de ayudar a abordar el problema de la creciente desigualdad que se observa en muchas partes del mundo. Algunos datos apuntan a la posibilidad de que los países que no logren distribuir equitativamente las condiciones de vida no puedan alcanzar una trayectoria de crecimiento sostenido. “El acceso desigual, por ejemplo a los mercados de crédito, impide que se emprendan proyectos rentables, y eso genera desigualdad e ineficiencias, que perjudican el buen funcionamiento de la economía y desaceleran el crecimiento”, explicó François Bourguignon, profesor de Economía en la Escuela de Economía de París.

Esto incide en las decisiones que las autoridades deben tomar a la hora de formular la política fiscal, y quizá sea necesario replantear las actuales prácticas presupuestarias para adaptarlas a nuevos métodos de elaboración de presupuestos. El replanteamiento del proceso presupuestario puede implicar convertirlo en algo más que un ejercicio para decidir “quién recibe qué’’, y enfocarlo en los resultados que se busca obtener con el gasto. De esta manera, los ministerios definirían los objetivos de forma clara y más precisa, y esto pasaría a ser un componente más importante del proceso de elaboración del presupuesto.

Para que las autoridades formulen una política fiscal que fije un rumbo adecuado es necesario medir la eficacia de las políticas de “corrección de la desigualdad”, algo que todavía no se ha llevado a cabo. En ese ejercicio se analizaría el efecto que tienen las políticas tanto en el crecimiento como en la eficiencia, así como su impacto distributivo, midiendo el volumen de las nuevas “oportunidades” creadas y su probable rentabilidad.

Planes creíbles y bien anclados

En la tarde, en una mesa redonda moderada por Maria Bartiromo de CNBC, se vertieron diversas opiniones sobre la evolución de la función de la política fiscal en la economía. Representantes de los sectores académico, laboral, público y privado coincidieron en que, dado el actual panorama económico, es vital que los países cuenten con planes creíbles de ajuste fiscal a mediano plazo que tengan el necesario respaldo público. “Debe llevarse a cabo una consolidación fiscal a mediano plazo que esté debidamente anclada, que sea irreversible y que dé una idea a los agentes económicos sobre lo que va a suceder en el futuro”, señaló la Directora Gerente del FMI, Christine Lagarde.

Los planes creíbles a mediano plazo comprenden la priorización, presentación y gestión de del ingreso y el gasto con una perspectiva plurianual. Una vez que adopten dichos planes, los gobiernos pueden demostrar el impacto que tendrán a lo largo de varios años las políticas vigentes y las políticas propuestas, y señalar las prioridades presupuestarias del futuro. “En este momento el principal problema es la incertidumbre. El mercado necesita obtener cierta orientación sobre la trayectoria que está siguiendo el mundo. La política necesita instrumentos de compromiso que indiquen al mercado el rumbo que se está siguiendo”, declaró el Presidente de UBS, Axel Weber.

Agustín Carstens, Gobernador del Banco de México, pidió prestar más atención a la calidad del gasto. “Podemos sacar mucho más provecho de los recursos si evaluamos mejor el gasto y si lo orientamos más eficazmente en el desarrollo de las capacidades, y así a la larga lograremos un efecto mucho más grande en el crecimiento, la distribución y el empleo”, afirmó.

¿Dónde está el empleo?

El panel también coincidió en que es necesario preocuparse por la creación de empleo. Al formular la política fiscal, los gobiernos determinan el gasto y los impuestos que necesitan para obtener los niveles deseados de producto interno y empleo. Según la Organización Internacional del Trabajo, hoy en día hay unos 197 millones de personas en el mundo que están desempleadas, y muchas de ellas son jóvenes.

“¿Disponemos de espacio fiscal para invertir en puestos de trabajo? Sí. Tenemos que abordar el tema del empleo. Tenemos que sentarnos alrededor de una mesa y preguntarnos, ‘¿dónde está el margen para invertir en empleo?’”, declaró la Secretaria General de la Confederación Sindical Internacional, Sharan Burrow.

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Panorama fiscal

Según la edición más reciente del Monitor Fiscal del FMI, un informe semestral sobre la situación de los déficits públicos y la deuda pública, las cuentas fiscales de casi todas las economías avanzadas continúan mejorando. Al mismo tiempo, el margen de maniobra fiscal es limitado, porque la crisis ha afectado los déficits y la deuda del sector público. En muchas economías avanzadas, la deuda pública ha alcanzado niveles nunca antes vistos en tiempos de paz, mientras que las crecientes presiones demográficas generan dudas acerca de la viabilidad económica de los actuales sistemas de salud y pensiones.

El informe destaca asimismo dos importantes hitos. En primer lugar, gracias a reducciones en casi todos los países, este año el déficit fiscal medio —el desequilibrio entre el ingreso y el gasto— será aproximadamente la mitad de lo que fue en 2009, durante el peor momento de la crisis. En segundo lugar, tras haber aumentado desde 2007, la relación media deuda/PIB de las economías avanzadas ha empezado a disminuir levemente; aunque su nivel de alrededor del 110% del PIB aún se considera muy alto.