Colombia: Declaración Final de la Misión de la Consulta del Artículo IV de 2017

17 de marzo de 2017

En una Declaración final se describen las conclusiones preliminares del personal técnico del FMI al término de una visita oficial (o ‘misión’), realizada en la mayoría de los casos a un país miembro. Las misiones se llevan a cabo ya sea como parte de consultas periódicas (por lo general anuales) dentro del marco del Artículo IV del Convenio Constitutivo del FMI, en el contexto de una solicitud de uso de los recursos del FMI (es decir, un préstamo del FMI), como parte de las conversaciones sobre programas supervisados por el personal, o como parte del monitoreo de la situación económica que lleva a cabo el personal. 

Las autoridades han otorgado su consentimiento a la publicación de esta declaración. Las opiniones expresadas en esta declaración son las del personal técnico del FMI y no representan necesariamente las del Directorio Ejecutivo. Sobre la base de las conclusiones preliminares de esta misión, el personal técnico elaborará un informe que, una vez aprobado por la Gerencia, será presentado al Directorio Ejecutivo del FMI para debate y decisión.

Colombia continúa adaptándose de forma gradual a una combinación de shocks internos y externos gracias a las pautas marcadas por un sólido marco de políticas. La oportuna adopción de una política económica más restrictiva el año pasado ayudó a reducir en cierto grado los desequilibrios macroeconómicos relacionados con el déficit en cuenta corriente y la inflación. Este año se necesitan ajustes ulteriores, y por eso las políticas monetaria y fiscal deben seguir siendo restrictivas, pero podrían flexibilizarse en cierta medida para apoyar la recuperación, velando al mismo tiempo por la estabilidad financiera. El acuerdo de paz y la reforma tributaria estructural son hitos importantes que, junto con el programa de infraestructura de las autoridades, apuntalarán el crecimiento inclusivo a mediano plazo.

“La respuesta de la política económica para enfrentar los choques de los últimos años ha sido muy efectiva, pero aún hay un camino por recorrer para completar el ajuste de la mano de la paz y las reformas estructurales.”

Una respuesta ordenada a una secuencia de shocks …

Colombia soportó múltiples shocks externos e internos en 2016. El continuo descenso del precio mundial del petróleo hizo mella en los ingresos fiscales y las exportaciones; y las dificultades económicas que atraviesan los socios regionales entorpecieron los esfuerzos para diversificar las exportaciones. En el plano interno, un paro camionero nacional y los efectos prolongados de El Niño generaron presiones inflacionarias y restringieron la actividad.

La política fiscal siguió estando anclada en la regla fiscal estructural, mientras que la política monetaria reaccionó de forma flexible ante condiciones cambiantes. El gobierno central continuó ejerciendo moderación fiscal. La meta de equilibrio estructural se logró mediante una combinación de recortes del gasto primario y ciertos avances en la administración tributaria. La ejecución débil del gasto a nivel de los gobiernos sub-nacionales estuvo dentro de lo que es normal para las administraciones en su primer año e agravó el efecto de moderación de la demanda provocado por la política fiscal. El ciclo restrictivo del banco central continuó hasta agosto y situó la tasa de política monetaria por encima de su nivel neutral a fin de contener la inflación, la cual en julio alcanzó un máximo no observado en varios años. En diciembre, al moderarse rápidamente la inflación a finales de año conforme se disipaban los shocks previos, el banco central comenzó un ciclo de reducción de tasas en diciembre.

La adopción de una política económica más restrictiva fue adecuada y propició un ajuste más rápido de lo previsto. El crecimiento del PIB real disminuyó a 2% debido a una marcada desaceleración de la demanda interna, lo cual contribuyó a reducir el déficit en cuenta corriente más rápido de lo previsto. El endurecimiento de la política monetaria preservó el anclaje de las expectativas de inflación y sentó las bases para una conveniente moderación del crecimiento del crédito. Los datos más recientes apuntan a que el crecimiento del PIB podría seguir siendo limitado en la primer parte de 2017, pese a que ya hay indicios de una cierta recuperación de las exportaciones no tradicionales.

… exige una combinación de políticas que siga promoviendo el ajuste y que la vez proteja la recuperación.

Las perspectivas a corto plazo son favorables, pero no dejan de estar expuestas a riesgos. La aprobación de la reforma tributaria estructural y la firma del acuerdo de paz eliminaron dos importantes fuentes de incertidumbre y servirán para estimular la actividad económica de aquí en adelante. En medio de una mejora de la coyuntura externa y la disipación los shocks internos de 2016, la misión prevé un leve repunte del crecimiento del PIB real a 2,3% en 2017, a medida que se reactiva la inversión, incluida la que se realiza en proyectos 4G. El déficit en cuenta corriente continuará reduciéndose gracias al aumento de los precios del petróleo y a mayores exportaciones de materias primas no tradicionales. La inflación mantendrá su tendencia a la baja pese al impacto transitorio del aumento del IVA. Los riesgos a la baja se deben en parte a que las necesidades de financiamiento externo bruto siguen siendo relativamente elevadas (aunque se están moderando); tales riegos incluyen episodios de volatilidad financiera y nuevas caídas del precios del petróleo que podrían reducir los ingresos fiscales y provocar la depreciación de la moneda e inflación, en tanto que la incertidumbre política, tanto global como local, podría dañar la confianza y retrasar la inversión. El desempeño más flojo de lo previsto de las exportaciones no tradicionales es un riesgo para el logro de una posición externa sostenible. Por el lado positivo, una rápida implementación del acuerdo de paz podría dar un impulso a las ventajas de crecimiento que trae consigo la paz.

Una relajación gradual de la política monetaria y un freno fiscal más reducido contribuirán a la recuperación en 2017. El rápido descenso de la inflación y el firme anclaje de las expectativas de inflación brindan margen para una cierta relajación de la política monetaria durante el año. La aproximación de la tasa de política monetaria a su nivel neutral incentivará la demanda interna y al mismo tiempo continuará encaminando el déficit en cuenta corriente hacia un nivel más cercano al de equilibrio a mediano plazo. La misión comparte con las autoridades la opinión de que, las decisiones de política de tasas de interés llevará la inflación al nivel meta de 3 por ciento en el horizonte de política, y que la trayectoria exacta de la tasa de interés seguirá estando supeditada a los datos. La restricción de la demanda a causa de la política fiscal cederá, a medida que los gobiernos regionales incrementen el gasto y al tiempo que las autoridades encauzan el déficit del gobierno central hacia la meta 3,3% del PIB. El tipo de cambio flexible continuará siendo la primera línea de defensa contra los shocks externos.

La misión elogia la reforma tributaria estructural que permitirá una consolidación fiscal más equilibrada y que a la vez mejorará la competitividad. La reforma reduce adecuadamente la carga tributaria de las empresas y además simplifica el sistema impositivo. El carácter progresivo de la reforma está limitado en cierta medida por el impacto reducido que tiene en los ingresos generados por el impuesto sobre la renta de las personas naturales. La misión celebra el plan de las autoridades para destinar los beneficios de la reforma a la protección de la inversión pública y a programas sociales de importancia clave, entre ellos los relacionados con el acuerdo de paz, sin descuidar la consolidación fiscal que exige la regla fiscal. Esto ayudará a reducir la deuda pública en relación con el PIB y contribuirá a moderar los riesgos externos. La misión alienta a las autoridades a seguir realizando esfuerzos para mejorar la administración tributaria, ya que eso será decisivo para que la reforma arroje los resultados que se esperan. Por el lado del gasto, son positivos los esfuerzos recientes para focalizar mejor los subsidios y la búsqueda de recomendaciones de expertos para mejorar la eficiencia del gasto.

Un programa de reformas estructurales centrado en la diversificación y la inclusión…

Las perspectivas a mediano plazo de Colombia son favorables. El sólido desempeño del crecimiento de Colombia durante la última década obedeció en parte a condiciones demográficas favorables y a la respuesta de la inversión al auge de las materias primas. Las perspectivas a mediano plazo dependerán más del crecimiento de la productividad y la diversificación de las fuentes del crecimiento. La ejecución sin demora del programa de reforma de las autoridades, resumido en la estrategia Colombia Repunta —que incluye el fortalecimiento de la infraestructura y la educación y la simplificación de las regulaciones—, estimularía del crecimiento efectivo y potencial. La eliminación de barreras arancelarias en sectores clave y los esfuerzos constantes para reducir las barreras no arancelarias y mejorar la coordinación interinstitucional dentro del gobierno mejoraría la competitividad y propiciaría la diversificación de las exportaciones. Los esfuerzos para promover nuevos mercados y productos de exportación están empezando a rendir fruto. La misión prevé que el crecimiento se afiance en 2018 y que continúe en esa trayectoria a mediano plazo.

La implementación del acuerdo de paz estimulará el crecimiento inclusivo a mediano y largo plazo. La misión elogia el compromiso de las autoridades para implementar el acuerdo de paz y al mismo tiempo proteger la sostenibilidad fiscal, aprovechando prudentemente el espacio fiscal creado por la reforma tributaria y dando prioridad al fortalecimiento de la presencia del Estado en las municipalidades más vulnerables. Al igual que las autoridades, la misión hace hincapié en la reasignación del gasto como fuente principal de financiamiento y alienta a las autoridades a incorporar sin demora el plan financiero relacionado con la paz en el marco fiscal a mediano plazo.

… facilitará el ajuste y la recuperación y a la vez preservará la estabilidad financiera

El sistema financiero parece ser sólido, pero los riesgos latentes justifican una vigilancia estrecha. Las sólidas normas prudenciales (incluidas las relativas a la constitución de provisiones y garantías) han ayudado a amortiguar el impacto de los shocks, y las pruebas de tensión realizadas por las autoridades indican que los bancos pueden resistir shocks macrofinancieros fuertes. El nivel de suficiencia de capital es casi el doble del mínimo exigido y la rentabilidad de los bancos está dentro del promedio histórico. Los préstamos en mora se han incrementado tan solo marginalmente a pesar de la marcada desaceleración económica. No obstante, un cierto empeoramiento de los balances de las empresas en los últimos dos años y el reciente debilitamiento del mercado laboral implican riesgos de aumento de los préstamos en mora. La misión aplaude la continua vigilancia que las autoridades ejercen sobre el riesgo de crédito asociado a un nuevo repunte de los préstamos comerciales en mora, así como sobre los riesgos derivados del rápido crecimiento del crédito de consumo e hipotecario.

La misión elogia los esfuerzos que realizan las autoridades para que la regulación y supervisión del sector financiero esté más en línea con Basilea III. La adopción prevista de la norma de capital Basilea III consistente en deducir intangibles (goodwill) del capital ordinario de nivel 1 ( Tier 1) ayudará a afianzar la calidad del capital de los bancos. Se está considerando la introducción de las reservas de capital de Basilea III; la misión insta a las autoridades a adoptar el mínimo de capital de nivel 1 recomendado por Basilea. La misión alienta a las autoridades a procurar una pronta aprobación de la ley de conglomerados, que reforzará el conjunto de herramientas para gestionar los riesgos derivados de balances más débiles de las empresas y de exposiciones en el extranjero. Recomendamos asegurarse de que la ley permita a los supervisores exigir niveles de suficiencia de capital que tengan debidamente en cuenta los riesgos que afectan a todo el grupo. La misión recomienda una vigilancia y supervisión estricta del riesgo de crédito, entre otras formas, cerciorándose de que los bancos clasifiquen los préstamos adecuadamente. Elogiamos los planes de las autoridades con miras a reforzar el marco de riesgos mediante la incorporación del riesgo país y el riesgo operacional y para ampliar el personal de la Superintendencia Financiera.

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La misión agradece a las autoridades colombianas por su cooperación, y el diálogo franco y abierto.

Departamento de Comunicaciones del FMI
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