El Directorio Ejecutivo del FMI aprueba un nuevo acuerdo de dos años a favor de Colombia por USD 11.400 millones en el marco de la Línea de Crédito Flexible

25 de mayo de 2018

El Directorio Ejecutivo del Fondo Monetario Internacional (FMI) aprobó hoy, y por un término de dos años, una Línea de Crédito Flexible (LCF) para Colombia por un monto equivalente a DEG 7.848 millones (alrededor de USD 11.400 millones), y canceló la vigente por DEG 8.180 millones. Las autoridades colombianas manifestaron su intención de darle al crédito un carácter precautorio.

La LCF fue creada el 24 de marzo de 2009 como parte de una profunda reforma de los mecanismos de préstamo del FMI (véase el Comunicado de Prensa No. 09/85). La LCF está concebida para prevenir crisis, ya que ofrece la flexibilidad de utilizar la línea de crédito en cualquier momento. Los desembolsos no se escalonan ni están condicionados al cumplimiento de metas de política económica, como ocurre con los programas tradicionales respaldados por el FMI. Este acceso flexible es posible gracias al historial muy sólido de los países con derecho a utilizar la LCF, que permite confiar en que seguirán aplicando políticas económicas firmes.

Al término de las deliberaciones del Directorio Ejecutivo sobre Colombia, el Subdirector Gerente y Presidente Interino del Directorio, Mitsuhiro Furusawa, realizó la siguiente declaración:

“Colombia cuenta con fundamentos económicos muy sólidos y marcos de política anclados en un régimen de metas de inflación, una regla fiscal estructural, un tipo de cambio flexible y una eficaz supervisión y regulación del sector financiero. Las autoridades están firmemente comprometidas a mantener políticas sólidas e implementar su agenda ambiciosa de reformas estructurales para afianzar la resiliencia de la economía y estimular el crecimiento inclusivo. En el país hay un amplio consenso en torno a la importancia de preservar la estabilidad macroeconómica y marcos de políticas muy sólidos.

Colombia también tiene una trayectoria de aplicación de políticas muy sólidas, incluida la respuesta oportuna ante los importantes shocks externos recientes. La flexibilidad del tipo de cambio ha seguido siendo el principal amortiguador. La reforma tributaria estructural de 2016 ayudó a suavizar el impacto de la disminución de los ingresos petroleros y mejoró la competitividad de las empresas, lo cual respaldará el crecimiento a mediano plazo. El ciclo de flexibilización de la política monetaria ha respaldado la recuperación, a la vez que ha mantenido las expectativas inflacionarias ancladas en términos generales. El nivel de reservas internacionales es adecuado para períodos normales. El programa de reformas estructurales está debidamente focalizado en ámbitos que fomentarán el crecimiento de la productividad y la diversificación económica.

Los riesgos globales han evolucionado en los últimos años y las perspectivas a corto plazo han mejorado, aunque también han aumentado algunos riesgos externos, como por ejemplo los relacionados con un posible retroceso de la integración transfronteriza. La exposición de Colombia a algunos de estos riesgos extremos se ha incrementado. El nuevo acuerdo en el marco de la Línea de Crédito Flexible reforzará los márgenes de maniobra y continuará respaldando las políticas de las autoridades. El acuerdo servirá como un seguro temporal que apuntala la confianza del mercado. Las autoridades tienen la intención de seguir asignando a este instrumento carácter precautorio y de reducir progresivamente su uso en la medida en que disminuyan los riesgos globales. Una estrategia de comunicación está siendo desarrollada para preparar a los mercados para un abandono gradual del instrumento”.

Departamento de Comunicaciones del FMI
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