Panamá: Declaración Final de la Misión del Artículo IV de 2018

3 de octubre de 2018

En una Declaración final se describen las conclusiones preliminares del personal técnico del FMI al término de una visita oficial (o ‘misión’), realizada en la mayoría de los casos a un país miembro. Las misiones se llevan a cabo ya sea como parte de consultas periódicas (por lo general anuales) dentro del marco del Artículo IVdel Convenio Constitutivo del FMI, en el contexto de una solicitud de uso de los recursos del FMI (es decir, un préstamo del FMI), como parte de las conversaciones sobre programas supervisados por el personal, o como componente de otros estudios de la situación económica que lleva a cabo el personal.

 

Las autoridades han otorgado su consentimiento a la publicación de esta declaración. Las opiniones expresadas en esta declaración son las del personal técnico del FMI y no representan necesariamente las del Directorio Ejecutivo. Sobre la base de las conclusiones preliminares de esta misión, el personal técnico elaborará un informe que, una vez aprobado por la Gerencia, será presentado al Directorio Ejecutivo del FMI para debate y decisión.  

El equipo del Fondo Monetario Internacional encabezado por Alejandro Santos visitó Panamá del 24 de septiembre al 3 de octubre para llevar a cabo las conversaciones sobre la consulta del Artículo IV de 2018. El equipo se reunió con la Ministra de Economía y Finanzas, Eyda Varela de Chinchilla, el Superintendente de Bancos, Ricardo Fernández, así como con otros funcionarios públicos y representantes del sector privado.

A pesar de una desaceleración temporal en 2018, la economía está encaminada a un repunte en el corto plazo y seguirá estando entre las más dinámicas de América Latina. El panorama es positivo, frente a un escenario de mayores riesgos a la baja. Las políticas públicas deben tener como objetivo mantener las condiciones para un crecimiento sostenido conservando la ventaja competitiva de Panamá como un destino atractivo para los negocios. Será importante fortalecer la fiscalización anti-blanqueo de capitales y de combate al financiamiento del terrorismo (AML/CFT, por sus siglas en inglés) tanto como mejorar la transparencia tributaria y el intercambio de información para cimentar el sitio de Panamá como centro financiero regional. También será importante conservar la disciplina fiscal como el principal instrumento de estabilización macroeconómica, así como reforzar el marco fiscal mediante el establecimiento de un consejo fiscal. Dada la importancia del sistema financiero en la economía panameña, las autoridades deben continuar afianzando la evaluación de riesgo sistémico, la supervisión basada en riesgos e instrumentar marcos robustos de política macroprudencial y de manejo de crisis.

La economía se ha desacelerado temporalmente, pero los fundamentos siguen fuertes.

  • Menor actividad. Los datos de alta frecuencia indican que la actividad económica se ha debilitado. Se espera un crecimiento estimado del 3.7 por ciento en el primer semestre de 2018 (comparado con el 5.4 por ciento en 2017), lo que refleja una marcada ralentización en sectores clave, incluyendo el de la construcción, que se vio afectado por una huelga prolongada durante abril y mayo. La tasa de desempleo aumentó marginalmente a 5.8 por ciento en marzo de 2018 en comparación con el año anterior, lo cual refleja una actividad menos dinámica.

  • Inflación bajo control. La inflación sigue siendo baja y estable, de alrededor de 1 por ciento (a/a) en agosto de 2018 (comparada con 0.5 por ciento en diciembre de 2017), a pesar de los choques en los suministros que han ocasionado aumentos en los precios de los alimentos y combustibles.

  • Disciplina fiscal. El déficit general del SPNF llegó al 1.6 porciento del PIB en el primer semestre de 2018 (comparado con un déficit de 0.2 porciento en el PIB en la primera mitad de 2017), debido a recaudaciones por debajo de lo esperado y un fuerte incremento en el gasto corriente y de capital realizados con el fin de brindar apoyo durante el debilitamiento económico.

  • Posición externa estable . El déficit de cuenta corriente permaneció en 8 por ciento del PIB en 2017 y se ha deteriorado aún más en la primera mitad de 2018 con la recuperación de los precios del petróleo. Sin embargo, el déficit de cuenta corriente sigue cubierto principalmente gracias a la inversión extranjera directa.

    El panorama es positivo, pero el promedio de los riesgos es a la baja.

  • Panamá seguirá entre las economías más dinámicas de América Latina. La misión concluirá la revisión de sus proyecciones de crecimiento para 2018-19 en las próximas semanas y ha hecho hincapié en que la balanza de riesgos conforme al pronóstico actual (i.e., 4.6 por ciento para 2018 y 6.8 por ciento para 2019) se inclina hacia el lado negativo. En cualquier caso, y a pesar de la reciente desaceleración, la proyección de crecimiento revisada seguirá por encima del 4 por ciento para 2018, y de más de 6 por ciento para 2019, respaldado por la recuperación en los sectores de construcción, transporte, logística y las exportaciones de una nueva mina de cobre. Se espera que en el mediano plazo el crecimiento se modere y llegue a su potencial de 5½ por ciento. La inflación seguirá sometida a un nivel alrededor del 2 por ciento. Se espera que los desequilibrios externos sigan en declive y que sean consistentes con las principales variables económicas. La posición fiscal sigue estable y el déficit del SPNF se proyecta en 1½ por ciento en el mediano plazo, manteniendo la deuda pública en un sendero a la baja.

  • Los riesgos son altos y podrían afectar el desempeñó de la economía. Un riesgo doméstico importante es no poder demostrar avances sobre las recomendaciones claves de GAFI, destacando la criminalización de la evasión fiscal y el fortalecimiento del proceso de actualización de los beneficiarios finales en corporaciones y estructuras jurídicas antes de la siguiente Plenaria del GAFI en febrero de 2019 y el avance de las iniciativas de transparencia tributaria, lo cual podría exponer a Panamá a sufrir daño reputacional, entre otras consecuencias. Una continua sobreoferta en los mercados inmobiliarios nacionales podría impactar la estabilidad financiera y la economía real. Panamá también enfrenta riesgos externos elevados: un crecimiento mundial más débil que lo esperado y el escalamiento en las tensiones comerciales entre las economías avanzadas podrían afectar las exportaciones y los ingresos del gobierno. Un pronunciado ajuste de las condiciones financieras mundiales y el fortalecimiento del dólar estadounidense podría erosionar la competitividad de Panamá.

    Se deben seguir fortaleciendo la integridad financiera y la transparencia tributaria.

  • La implementación efectiva del marco AML/CFT debe seguir siendo prioridad. Aprovechando la reciente evaluación positiva de GAFILAT, las autoridades deben seguir fortaleciendo sus capacidades de supervisión para la fiscalización AML/CFT. Será esencial continuar desarrollando distintos enfoques basados en riesgo para fiscalizar el blanqueo de capitales y así poder canalizar eficazmente los recursos disponibles a áreas críticas. Es necesario entender mejor los riesgos AML/CFT a los que está expuesto Panamá, en particular en los sectores altamente vulnerables, con la finalidad de poder diseñar estrategias para mitigar los riesgos AML/CFT. Quedan vacíos pendientes de resolver en el marco jurídico que deben zanjarse para que esté completamente alineado a la normativa internacional. Es importante obligar a que los delitos tributarios se vuelvan delitos determinantes de lavado de dinero mediante la aprobación inmediata del proyecto de ley presentado a la Asamblea, y también lo es cerciorarse de la disponibilidad de la información sobre beneficiarios finales y registros contables de las personas jurídicas panameñas para evitar entrar a la lista de jurisdicciones no cooperantes y con ello perder los beneficios ganados recientemente. Es fundamental seguir esforzándose por sensibilizar a la comunidad internacional sobre los avances en el tema de integridad financiera.

  • Deben proseguir los esfuerzos para mejorar aún más la transparencia tributaria y el intercambio de información . Se han emprendido acciones para compartir la información tributaria en mayor abundancia y con más oportunidad conforme al estándar común de reporte de la OCDE y el Acuerdo Multilateral entre Autoridades Competentes debe continuar. La prioridad hacia el futuro debe ser seguir impulsando la implementación de iniciativas de transparencia tributaria para lograr una evaluación positiva con respecto a los estándares mejorados de la próxima evaluación del Foro Global. Además, también se conmina a las autoridades a que implementen los estándares mínimos sobre Erosión de la Base Imponible y Traslado de Beneficios (BEPS, por sus siglas en inglés) en consonancia con los compromisos de Panamá como miembro del Marco Inclusivo de BEPS de la OCDE/G20.

    El marco fiscal necesita mayor fortalecimiento para sostener la disciplina presupuestaria.

  • Una regla fiscal simplificada mejoraría la transparencia. Con este fin, las autoridades recientemente enviaron una propuesta de legislación a la Asamblea Nacional para modificar la LRSF para mejorar la transparencia. La nueva LRSF establece un techo al déficit general del SPNF de 2 por ciento del PIB en 2018, 1¾ por ciento en 2019-20, y 1½ por ciento del PIB después de 2020, siendo el objetivo a mediano plazo ampliamente congruente con el límite actual conforme a la ley. Si se aprueba este año, la nueva legislación permitirá un mayor déficit fiscal en ½ punto del PIB para 2018 (en comparación con la LRSF actual), lo cual sería adecuado dado el debilitamiento de la actividad económica. En caso de que la ley no sea aprobada, la posición fiscal sería bastante neutral para 2018. En cualquier caso, el historial de disciplina fiscal garantiza que la deuda sea sostenible.

  • Se deben adoptar medidas para el mayor reforzamiento del marco fiscal. La propuesta de establecer un consejo fiscal fomentará aún más la rendición de cuentas y ayudará a nutrir un debate público informado sobre la política fiscal. Las autoridades presentaron la propuesta de ley para este propósito en 2017.

  • Es necesario contar con avances continuos y sostenidos para fortalecer la administración de los ingresos . La gobernanza y la capacidad institucional de la administración actual necesita mejorar urgentemente junto con otras dimensiones diversas, a saber: recursos humanos, exenciones ad-hoc, controles de procesos y recolección y gestión de datos. Además de las iniciativas para modernizar la administración tributaria, también es necesario emprender acciones robustas para publicar una lista del estimado de las pérdidas en recaudación a causa de las exenciones e incentivos tributarios con la finalidad de ayudar a iniciar el debate público para revisar estos complejos esquemas que erosionan continuamente la base tributaria de Panamá.

    Se requieren reformas al sector financiero para desarrollar resiliencia.

  • Debe fortalecerse la vigilancia del riesgo sistémico para desarrollar la resiliencia y defenderse de los ciclos de retroalimentación macrofinanciera. Resolver los vacíos de datos con respecto a los balances de hogares y corporaciones, así como sobre los precios de los inmuebles, sigue siendo prioridad máxima. También debe mejorarse la coordinación sobre la evaluación del riesgo sistémico entre los supervisores del sector financiero y el MEF a través del Consejo de Coordinación Financiera (CCF). Debe desarrollarse un marco institucional para las políticas y herramientas macroprudenciales para brindar mayor flexibilidad para atajar los riesgos macrofinancieros.

  • Debe continuar la alineación de las regulaciones prudenciales con Basilea III. Al estar el marco regulatorio ampliamente alineado con Basilea III, la prioridad ahora debe ser fortalecer una supervisión basada en riesgos tanto para los bancos como para las instituciones no bancarias. También sería importante instrumentar un marco robusto para el manejo de crisis, incluyendo apoyo suficiente de liquidez para los bancos y un seguro de depósito, así como fortalecer el marco de resolución bancaria mediante una mayor variedad de herramientas de resolución disponibles para facilitar la resolución oportuna de los bancos que presenten problemas. FinTech tiene el potencial de transformar el sector bancario regional de Panamá con una supervisión más cercana y una regulación adecuada de los desarrollos necesarios para fomentar los beneficios al tiempo que se conserva la estabilidad financiera.

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    La misión agradece a las autoridades panameñas por su excelente cooperación, amable hospitalidad y diálogo franco y abierto.

Departamento de Comunicaciones del FMI
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