Grupo Intergubernamental de los Veinticuatro para Asuntos Monetarios Internacionales y Desarrollo

14 de abril de 2020

Reunión presidida por Kenneth Ofori-Atta, Ministro de Finanzas de Ghana

1. Compartimos su duelo y lamentamos las enormes pérdidas humanas causadas por el estallido de la COVID-19. Transmitimos nuestro profundo pesar a todas las familias y comunidades afectadas.

2. Todos nos enfrentamos a un reto humanitario, económico y sanitario sin precedentes debido a la pandemia. Debemos trabajar de manera solidaria para hacer frente a esta crisis mundial. El impacto socioeconómico de la pandemia en los países de mercados emergentes y en desarrollo (PMED) es particularmente grave y podría resultar duradero para la salud, el empleo y los medios de vida de las personas. Aplaudimos las medidas de política económica urgentes que están adoptando a escala nacional los países avanzados y los PMED, incluidos los miembros del G-24. Una respuesta internacional exhaustiva y coordinada, con la Organización Mundial de la Salud (OMS), el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Grupo Banco Mundial (GBM) y otros bancos multilaterales de desarrollo, es crítica para potenciar las campañas nacionales de lucha contra esta crisis y respaldar una rápida recuperación económica. Encomiamos el compromiso del G-20 de intensificar la coordinación mundial, que debe hacerse a la escala necesaria para luchar contra la pandemia, salvaguardar puestos de trabajo e ingresos, revitalizar la actividad económica y restablecer la confianza en todos los países.

3. Contener la propagación de la pandemia de COVID-19 constituye nuestra prioridad inmediata. Estamos profundamente preocupados por el impacto en los PMED y los enormes retos que enfrentan en este sentido. Deben modernizarse rápidamente los sistemas sanitarios frágiles a fin de detectar sin demora y monitorear los casos de infección, entre otras formas desplegando medidas preventivas y asegurando la disponibilidad de servicios, suministros y equipos médicos vitales. Contener el brote será particularmente difícil en zonas densamente pobladas con acceso limitado a servicios de atención de la salud y saneamiento. Como parte de la respuesta mundial, llamamos a la comunidad internacional y a los organismos multilaterales y regionales a utilizar, en la mayor medida y de manera amplia y equitativa, la asistencia financiera y técnica para ayudar a los PMED a limitar la pérdida de vidas, controlar el brote y afrontar el impacto social de la crisis sanitaria. El humanitarismo y la obligación moral de todos de compartir los avances científicos y sus beneficios deberían guiar el suministro oportuno e irrestricto de la asistencia y los suministros médicos necesarios, para ayudar a los países necesitados, sin excepción alguna. Hacer frente al brote en todos los países es fundamental para detener la pandemia.

4. Estamos respondiendo con celeridad mediante un amplio conjunto de medidas de política, en la medida en que lo permiten las circunstancias nacionales, para ofrecer protección social, ayudar a los pobres y vulnerables, proteger los empleos y los ingresos, mantener la resiliencia financiera y sostener la actividad económica. No obstante, la rápida caída del comercio internacional, el turismo y las remesas, sumada a la salida masiva de capitales e inversiones, está reduciendo nuestro margen de maniobra fiscal y los colchones de reservas en el momento en que son más necesarios. El fuerte retroceso de los precios de las materias primas, especialmente del petróleo crudo, está asestando un golpe sustancial a los PMED exportadores de materias primas. Todos los países deben colaborar para respaldar el flujo del comercio internacional y la inversión, y para instaurar la confianza entre inversionistas y en los mercados financieros. La cooperación internacional es esencial para hacer frente a la erosión de nuestras bases tributarias y de los ingresos públicos necesarios para sostener nuestras economías y atender el servicio de nuestras deudas. Instamos a aliviar la carga que recae sobre los trabajadores migratorios, entre otras formas haciendo que las consideraciones humanitarias tengan mayor peso en las políticas inmigratorias. Solicitamos una mayor expansión de los swaps y líneas de crédito comercial de los principales bancos centrales a favor de un mayor número de PMED. Llamamos a una respuesta coordinada a escala mundial para apoyar a los PMED frente al enorme reto de manejar la desaceleración económica, obtener oportunamente liquidez de respaldo para evitar crisis de solvencia y sentar las bases de una sólida recuperación económica a medida que disminuye la pandemia.

5. En muchos PMED, las vulnerabilidades de la deuda se están acentuando. Es necesario tomar medidas rápidas y decisivas para brindar alivio de la deuda a los países con un endeudamiento abrumador de modo que puedan contar con un margen de maniobra fiscal que les permita afrontar la pandemia y evitar crisis de deuda generalizadas. El FMI y el GBM instaron a todos los acreedores bilaterales a suspender provisionalmente los pagos de la deuda de los países de bajo ingreso de la AIF para que puedan trabajar activamente en la lucha contra la pandemia. En este contexto, respaldamos la celebración de conversaciones con los acreedores multilaterales y bilaterales, de manera compatible con la legislación nacional de cada país, sobre formas de aliviar la carga de la deuda de los países en desarrollo que soliciten una flexibilización de las condiciones durante estas circunstancias excepcionales. Asimismo, reconocemos que otros PMED necesitarán respaldo a medida que se acumulen vulnerabilidades relacionadas con la deuda debido al shock económico. En algunos casos, será necesaria una reestructuración de la deuda justa e integral para restablecer la sostenibilidad de la deuda. Los acreedores privados deberían compartir la carga que supone aliviar los problemas de deuda. El FMI y el GBM deberían proporcionar respaldo continuo para reforzar la capacidad de los prestatarios para gestionar la deuda. Como cuestión urgente, también deberían hacerse eco de nuestro llamado a las calificadoras de riesgo a que eviten rebajar la calificación de los países que están reestructurando su deuda para manejar el impacto de la pandemia.

6. Aplaudimos al FMI y al GBM por la celeridad con que han respondido a las necesidades de los PMED en estos momentos extraordinarios. Instamos al FMI y el GBM a que empleen todos los instrumentos y servicios financieros de los que disponen de manera flexible y oportuna, incluidos el financiamiento de emergencia y el financiamiento ordinario reforzado, el asesoramiento en materia de políticas y la asistencia técnica, como parte de una respuesta internacional coordinada.

  • Expresamos nuestra satisfacción con la iniciativa del FMI encaminada a racionalizar los procesos internos durante la pandemia para acelerar el acceso a sus servicios de financiamiento de emergencia. Respaldamos plenamente la duplicación de los límites de acceso del Servicio de Crédito Rápido y del Instrumento de Financiamiento Rápido. Subrayamos que el acceso en el marco de los servicios financieros de emergencia debe ser verdaderamente adicional y no debe estar restringido por límites de acceso anuales. Aplaudimos las mejoras incorporadas al Fondo Fiduciario para Alivio y Contención de Catástrofes (FFACC) para aliviar las presiones de servicio de la deuda de numerosos países de bajo ingreso. Para afianzar la capacidad del FMI de brindar apoyo a los países de bajo ingreso y los Estados pequeños vulnerables, llamamos a los países a incrementar a título urgente los recursos del Fondo Fiduciario para el Crecimiento y la Lucha contra la Pobreza y reponer el FFACC, y felicitamos a los donantes que anunciaron ya su compromiso. Nos complace asimismo la reciente duplicación de los Nuevos Acuerdos para la Obtención de Préstamos y la nueva ronda de acuerdos bilaterales de préstamo. Instamos al FMI a continuar evaluando la idoneidad de sus instrumentos de préstamo y el apoyo en forma de asesoramiento para responder a las necesidades de los países en estos momentos extraordinarios, y a estar preparado para adoptar modalidades innovadoras en caso necesario. En este sentido, llamamos al FMI a acelerar las conversaciones sobre un instrumento que proporcione una línea de liquidez a corto plazo a fin de respaldar los esfuerzos de los PMED por lidiar con salidas de capital masivas. Respaldamos los esfuerzos del FMI por desplegar recursos con rapidez y continuar las conversaciones sobre una nueva asignación de DEG, tal como se hizo en la crisis financiera anterior. Seguimos subrayando la importancia de que el FMI sea una institución basada en cuotas y dotada de recursos suficientes, como centro de la red mundial de protección financiera.
  • Expresamos nuestra satisfacción con el mecanismo exclusivo de desembolso rápido para responder a la COVID-19 lanzado por el GBM a fin de respaldar y reforzar los preparativos de los PMED y su respuesta al estallido, así como mejorar la resiliencia del sector privado durante la desaceleración económica. Le toca al GBM desempeñar un papel crucial para respaldar a los países ante la emergencia sanitaria. Avalamos las medidas adoptadas para garantizar una respuesta flexible, salvaguardando al mismo tiempo el cumplimiento con las normas operacionales. Aplaudimos el anuncio de un programa financiero del GBM para los 15 próximos meses para hacer frente a las repercusiones socioeconómicas de la crisis. El GBM debería utilizar su inmenso poder de convocatoria a fin de movilizar nuevas fuentes de financiamiento para luchar contra la pandemia y revitalizar el crecimiento en los PMED, dada la enorme amenaza que acecha a todas nuestras economías. Instamos al GBM a continuar tomando todas las medidas operacionales necesarias para aprovechar al máximo el respaldo financiero combinado del Grupo y sus conocimientos en pos de la protección de los pobres y los vulnerables, entre otras formas fortaleciendo las redes de protección social, reforzando la resiliencia económica y reimpulsando el crecimiento. Confiamos en que habrá una coordinación eficaz entre los bancos de desarrollo multilaterales y regionales y los organismos internacionales, en particular la OMS, para reforzar la respuesta de los países ante el impacto sanitario, social y económico de la pandemia.

7. Estos son tiempos extraordinarios y es una oportunidad para abrazar nuestra humanidad que nos hace uno. Hacemos hincapié en la necesidad de un foro inclusivo para examinar si la actual arquitectura financiera y económica internacional es adecuada y su capacidad es idónea para responder de manera equitativa y rápida ante crisis mundiales. Confiamos en que, trabajando juntos, superaremos el reto que tenemos hoy por delante y restableceremos el crecimiento y la prosperidad para todos.

Departamento de Comunicaciones del FMI
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