El FMI es administrado por los países miembros, a los cuales les rinde cuentas. La institución se reúne periódicamente con representantes del gobierno y el sector privado para informar sobre su labor y mejorarla. Para garantizar la rendición de cuentas, el FMI recurre a auditorías internas y externas, herramientas de gestión de riesgos y evaluaciones independientes. El personal del FMI está sujeto a estrictas normas de conducta ética y en el lugar de trabajo.
En el desempeño de sus labores, el FMI se reúne periódicamente con líderes políticos y autoridades nacionales. Además, el FMI interactúa de forma habitual con representantes del sector privado, los medios de comunicación, legisladores, el sector académico, organizaciones de la sociedad civil, sindicatos y líderes de la juventud. Estas interacciones le permiten al FMI fundamentar y mejorar el asesoramiento que brinda en materia de políticas.
El FMI somete sus operaciones a auditorías para mejorar la gestión de gobierno, la transparencia y la rendición de cuentas. A tales efectos, recurre a una empresa de auditoría externa, un Comité de Auditoría Externa independiente y una función de auditoría interna.
La empresa de auditoría externa es seleccionada por el Directorio Ejecutivo del FMI, en consulta con el Comité de Auditoría Externa. Esta empresa realiza la auditoría externa anual del FMI y emite un dictamen sobre los estados financieros de la institución.
La Oficina de Gestión de Riesgos del FMI evalúa y gestiona los riesgos que surgen de las actividades de supervisión, préstamo y fortalecimiento de las capacidades que realiza el FMI. También garantiza que se respete la orientación estratégica del FMI conforme a lo expuesto en la Agenda Mundial de Políticas de la Directora Gerente.
AGENDA MUNDIAL DE POLÍTICAS (e)La Oficina de Evaluación Independiente (OEI) del FMI proporciona evaluaciones objetivas de las políticas y actividades del FMI. La OEI goza de total autonomía frente a la Gerencia y el personal del FMI, y lleva a cabo sus funciones en condiciones de independencia respecto del Directorio Ejecutivo. La OEI promueve el aprendizaje, afianza la credibilidad externa de la institución, y respalda la gestión y supervisión institucional. Las evaluaciones de la OEI abarcan temas como la labor del FMI con pequeños Estados en desarrollo, su colaboración con el Banco Mundial y el asesoramiento que brinda sobre políticas monetarias no convencionales.
Para garantizar una adecuada gestión de gobierno, el FMI ha adoptado medidas de integridad que exigen la divulgación y certificación de la información financiera. Existe un código de conducta del personal, un código de conducta similar para los miembros del Directorio Ejecutivo y una línea directa en defensa de la integridad que ofrece protección para los denunciantes.
La Oficina de Ética asesora al FMI y al personal de la institución sobre cuestiones de conducta ética, supervisa la formación sobre ética e integridad, e investiga infracciones de las normas y los reglamentos de ética. Un ómbudsman (o defensor de derechos) ofrece asistencia imparcial e independiente para la resolución de problemas en el trabajo.