Las bajas tasas de interés y de crecimiento afectan a la estabilidad financiera
6 de octubre de 2016
- Los riesgos a corto plazo han disminuido; aumentan los riesgos a mediano plazo
- Los bancos y los organismos reguladores necesitan resolver los desafíos estructurales
- Las bajas tasas de interés ayudan a las empresas de mercados emergentes a reducir la carga de la deuda
Los riesgos para la estabilidad financiera que se identificaban claramente en la pantalla del radar seis meses atrás —entre ellos, el Brexit y sus posibles repercusiones en el mundo, los altos niveles de endeudamiento corporativo en los mercados emergentes y la incertidumbre en torno a la transición del crecimiento en China— se han aplacado, según el último Informe sobre la estabilidad financiera mundial (informe GFSR, por sus siglas en inglés) del Fondo Monetario Internacional.
“Sin embargo, crecen los riesgos a mediano plazo ya que ingresamos en una nueva era, caracterizada por un crecimiento débil, tasas de interés bajas durante largo tiempo, y una creciente incertidumbre en el plano político y en el ámbito de las políticas públicas,” señaló Peter Dattels, Subdirector del Departamento de Mercados Monetarios y de Capitales del FMI. “Esto podría socavar la solidez de las instituciones financieras e intensificar las fuerzas de estancamiento económico y financiero.”
Una era de bajo crecimiento y bajas tasas de interés
Los riesgos de un crecimiento bajo, dispar y heterogéneo abren la puerta a políticas de corte más populista y aislacionista, lo que conduce a una pérdida de cohesión política y a una mayor incertidumbre en torno a las políticas en algunos países, expresó el FMI.
Consecuencia de este débil entorno económico y de la fuerte dependencia de las políticas monetarias no convencionales, los mercados financieros esperan que la política de tasas negativas en la zona euro y en Japón continúe hasta finales de esta década. Un resultado sin precedentes es que casi el 40% de los bonos de deuda pública de economías avanzadas ofrecen rendimientos negativos.
Los bancos necesitan registrar ganancias sostenidas para apuntalar la recuperación económica
Actualmente, la estabilidad financiera depende de la facilidad con que las instituciones financieras se adapten a esta nueva era, en opinión del FMI. Desde la crisis, un mayor grado de regulación y supervisión ha fortalecido las defensas de liquidez y capital de los bancos, aumentando así su solidez. Sin embargo, esta nueva era de bajo crecimiento y bajas tasas de interés amenaza con socavar estos avances.
Los mercados tienen serias dudas sobre la capacidad de muchos bancos de mantener su viabilidad y solidez, y no están convencidos de que la recuperación económica baste para restablecer un nivel de rentabilidad sostenible. El informe incluye un análisis detallado sobre más de 280 bancos, y cubre alrededor del 70% de los sistemas bancarios de Estados Unidos y Europa.
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El análisis concluye que una recuperación cíclica no resolverá el problema de los bancos débiles. Una gran mayoría del sistema bancario de Estados Unidos ha vuelto a registrar niveles saludables de rentabilidad, pero aún persisten algunos puntos débiles. En cambio, una tercera parte del sistema bancario europeo —que representa activos valuados en alrededor de USD 8,5 billones— sigue siendo débil e incapaz de generar ganancias sostenibles.
El FMI señaló que los bancos y las autoridades económicas deben hacer frente importantes a retos estructurales:
- En primer lugar, los bancos europeos deben resolver la herencia de préstamos no redituables. Para ello, es necesario aplicar políticas de apoyo capaces de fortalecer los regímenes jurídicos de insolvencia y de recuperación de activos, a fin de reducir los plazos de las ejecuciones hipotecarias. Si se lograra este cometido, el costo de capital implícito en el castigo de préstamos no redituables del orden de los €80.000 millones se transformaría en un beneficio de capital de unos €60.000 millones.
- En segundo lugar, los bancos europeos deben ser más eficientes. Simplemente hay demasiadas sucursales con muy pocos depósitos y demasiados bancos con costos de financiamiento mucho más altos que los de la competencia. Es fundamental resolver estos desafíos que presenta el modelo de negocios para garantizar una rentabilidad sostenible.
- En tercer lugar, los bancos débiles tendrán que abandonar el mercado y algunos sistemas bancarios tendrán que reducirse. Esto garantizará un sistema bancario potente en condiciones de apoyar la recuperación económica.
- En cuarto lugar, las autoridades económicas tienen que completar las reformas de los ordenamientos regulatorios a fin de reducir la incertidumbre sin un incremento generalizado de los requisitos de capital.
Según el FMI, llevar a cabo estas reformas estructurales contribuiría a mejorar la rentabilidad de los bancos europeos en más de USD 40.000 millones anuales. Y al combinarlo con una recuperación cíclica, estas reformas estructurales elevarían la proporción de los bancos europeos sólidos a más del 70%.
Las empresas de mercados emergentes deben reducir la carga de la deuda
Los mercados emergentes deben adaptarse a este nuevo período de crecimiento mundial más bajo, precios más bajos de las materias primas, y a un menor comercio internacional, según el FMI. Las bajas tasas de interés y la búsqueda de rentabilidades de inversión más altas presentan una oportunidad para que las empresas muy endeudadas puedan reestructurar sus balances y reducir la carga financiera que suponen los altos niveles de deuda.
La deuda corporativa en muchos mercados emergentes posiblemente haya alcanzado niveles máximos, ya que las empresas han reducido drásticamente las inversiones tras la caída de los precios de las materias primas, lo que redujo la necesidad de tomar préstamos. Estas tendencias están ayudando a desacelerar la tasa de crecimiento del crédito al sector privado, y reduciendo el exceso de crédito.
“Sin embargo, completar un proceso de desapalancamiento sustancial llevará tiempo,” manifestó Dattels. “En nuestro escenario de base moderado, el endeudamiento desciende gradualmente, y vuelve a los niveles de 2014 para el año 2021.” Dados los altos niveles de deuda, los mercados emergentes son sensibles a riesgos y están expuestos a la reversión de los flujos de capital.
Bancos de los mercados emergentes
En la mayoría de los mercados emergentes, los bancos parecen tener niveles suficientes de capital y de liquidez para proteger sus tenencias actuales de préstamos no redituables. La mala noticia es que, si bien la deuda puede haber tocado un máximo, las tasas de incumplimiento posiblemente sigan aumentando. El informe concluye que se necesitan mayores defensas del sistema bancario en varios mercados emergentes. Para protegerse de incumplimientos, las autoridades deben resolver las vulnerabilidades de las empresas, lo que incluye un rápido reconocimiento de los préstamos no redituables y sólidos marcos normativos de insolvencia.
En China, el crédito sigue creciendo con rapidez. Una proporción cada vez mayor se estructura en productos de crédito complejos y poco transparentes, que proliferan fuera del sector bancario tradicional. Estos productos de crédito terminan en los balances de bancos chinos de menor envergadura, con una exposición que —en muchos casos— excede su capital, lo que aumenta los riesgos de empresas muy endeudadas para el sistema financiero, comentó el FMI.
Todo esto sugiere que el sistema financiero chino es hoy más complejo, pero también más vulnerable. Las autoridades económicas deben apoyarse en los avances logrados en materia de reformas para abordar a la brevedad el sobreendeudamiento corporativo y reducir el crecimiento excesivo del crédito, lo que incluye productos de crédito de más riesgo.
En general, las autoridades económicas deben hacer frente hoy a los retos que se presentan a mediano plazo para evitar un estancamiento económico y financiero. Las políticas financieras examinadas en el informe forman parte de la estrategia de tres pilares adoptada por el FMI —que abarca la utilización de políticas monetarias, fiscales y estructurales dentro y entre países y a lo largo del tiempo— para reforzar la estabilidad financiera y el crecimiento.