Comunicado de la Cuadragésima Primera Reunión del CMFI

16 de abril de 2020

Manifestamos nuestro profundo pesar por la pérdida de vidas humanas causada por la pandemia de COVID-19. Nuestra tarea colectiva urgente consiste en mitigar el impacto sanitario y económico que está produciendo la pandemia en las poblaciones del mundo entero. Seguimos convencidos de que, trabajando juntos, superaremos los retos actuales a fin de proteger a la economía mundial para todos.

Estamos atravesando una crisis internacional sin precedentes. La economía mundial se contraerá drásticamente este año, como consecuencia de las medidas sanitarias necesarias para contener el virus, los trastornos de la oferta y la demanda económica, y el endurecimiento de las condiciones financieras. Muchos países enfrentan graves retos, como suministros y capacidad médicos limitados. En particular, numerosos países de mercados emergentes y en desarrollo se enfrentan a drásticas caídas de la demanda de exportaciones y los precios de las materias primas, fuertes salidas de capitales, escasez de divisas y crecientes cargas de deuda.

Aunque las perspectivas mundiales están rodeadas de una incertidumbre excepcionalmente pronunciada, prevemos una recuperación el año próximo a medida que continuamos empleando todas las herramientas de política a nuestra disposición para derrotar la pandemia, proteger los puestos de trabajo y restablecer el crecimiento. Hemos tomado medidas macroeconómicas extraordinarias y, mancomunadamente, ampliaremos más, según sea necesario, las medidas fiscales, monetarias y de estabilidad financiera para facilitar el pronto restablecimiento de un crecimiento vigoroso, sostenible, equilibrado e incluyente. Un respaldo fiscal focalizado y sustancial es crítico para brindar una red de protección a los hogares y las empresas más afectados, y para sentar las condiciones para una rápida recuperación. Expresamos nuestra satisfacción por las medidas adoptadas por bancos centrales y autoridades financieras a fin de aliviar las condiciones financieras internacionales y mantener la estabilidad financiera.

Respaldamos al FMI en la asistencia brindada a los países miembros a través de apoyo financiero, asesoramiento en materia de políticas y fortalecimiento de las capacidades, en estrecha colaboración con otras instituciones internacionales y organismos socios. Manifestamos nuestra satisfacción ante el programa lanzado por el FMI en respuesta a la crisis, que abarca la racionalización de los procedimientos, el acceso rápido y reforzado a financiamiento de emergencia —incluida la duplicación provisional de los límites de acceso anuales del Servicio de Crédito Rápido y del Instrumento de Financiamiento Rápido—, el suministro de liquidez mediante una nueva línea de liquidez a corto plazo para los países miembros con políticas y fundamentos muy sólidos, y el alivio del servicio de la deuda de los países más pobres y más vulnerables a través de la reforma del Fondo Fiduciario para Alivio y Contención de Catástrofes (FFACC). Solicitamos además que el FMI estudie otros instrumentos que puedan servir para atender las necesidades de los países miembros conforme evolucione la crisis, aprovechando las experiencias pertinentes extraídas de crisis anteriores.

Celebramos los compromisos asumidos hasta la fecha en el marco del FFACC y del Fondo Fiduciario para el Crecimiento y la Lucha contra la Pobreza (FFCLP), e instamos a que se realicen más aportes para que el FMI pueda dar apoyo a los miembros más pobres y más vulnerables. Consideramos positivo el enfoque coordinado acordado por el G-20 y el Club de París, y respaldado por el FMI y el Banco Mundial, a favor de una suspensión  provisional por parte de los acreedores oficiales bilaterales de los pagos en concepto de servicio de la deuda de los países más pobres que soliciten un período de gracia. Llamamos a los acreedores privados a participar en la iniciativa en condiciones similares. Aplaudimos la prioridad central que el FMI le concede a la labor relacionada con la crisis, incluidos los riesgos de la deuda y de estabilidad financiera, para apoyar una recuperación sostenible de manera acorde con temas que han formado parte de nuestra agenda desde hace mucho tiempo.

Reafirmamos nuestro compromiso de que el FMI siga siendo una institución sólida, basada en cuotas y con una dotación adecuada de recursos, en el centro de la red mundial de protección financiera. Examinaremos cuidadosamente las demandas de recursos del FMI. La capacidad de préstamo del FMI, de USD 1 billón, es crítica para tener la seguridad de que puede cumplir con su mandato de ayudar a los países miembros a superar la crisis. Las decisiones recientes del Directorio Ejecutivo sobre la duplicación de los Nuevos Acuerdos para la Obtención de Préstamos y sobre una nueva ronda de los acuerdos bilaterales de préstamo representan pasos importantes en ese sentido. Aguardamos con interés la adopción sin demora de medidas por parte de los países miembros para llevar esas decisiones a la práctica. Mantenemos nuestro compromiso de reconsiderar la idoneidad de las cuotas y continuar el proceso de reforma de la estructura de gobierno del FMI en el marco de la Decimosexta Revisión General de Cuotas, incluida una nueva fórmula de cálculo de las cuotas que sirva como guía, para el 15 de diciembre de 2023.

Avalamos la Agenda Mundial de Políticas de la Directora Gerente.

Nuestra próxima reunión tendrá lugar en Washington, D.C., el día 17 de octubre de 2020. 


La lista de asistentes figura en: https://www.imf.org/es/News/Articles/2020/04/16/attendance-list-for-the-forty-first-imfc-meeting

 

Departamento de Comunicaciones del FMI
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