La ampliación de la Línea de Crédito Flexible ayudará a Colombia a hacer frente a la pandemia
25 de septiembre de 2020
Colombia es un país con fundamentos económicos sólidos y mantiene un acuerdo en el marco de la Línea de Crédito Flexible (LCF) con el FMI desde 2009, que renovó por última vez en mayo de este año. El 25 de septiembre de 2020, el Directorio Ejecutivo del FMI aprobó una solicitud de aumentar esta línea de crédito en aproximadamente USD 6.500 millones, a un total de USD 17.200 millones.
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Debido a la pandemia de COVID-19, Colombia registrará en 2020 su primera recesión en dos décadas, y la peor recesión que se haya registrado. El gobierno de Colombia ha señalado que tiene intenciones de efectuar un giro en el marco de esta línea de crédito. Si lo hace, se convertirá en el primer país en utilizar estos recursos desde que la línea de financiamiento se creó en 2009.
Country Focus conversó con Hamid Faruqee, jefe de la misión del FMI en Colombia, sobre las perspectivas del país y la forma en que estos recursos contribuirán a combatir la pandemia.
La Línea de Crédito Flexible de Colombia se renovó en el mes de mayo de este año. ¿Qué fue lo que cambió?
En el momento de la renovación, se desconocía la magnitud de las repercusiones de la pandemia, y la contracción económica resultó ser más profunda y prolongada de lo esperado en mayo. El confinamiento nacional necesario para moderar la propagación de la enfermedad duró mucho más de lo previsto en aquel momento.
Dada la considerable incertidumbre reinante sobre la evolución de la pandemia en el futuro, el nivel de riesgos externos es ahora más elevado. En el momento de la renovación, proyectábamos una reducción del PIB del orden del 2,5%, mientras que actualmente nuestra proyección de crecimiento es de -8,2%.
El gobierno reaccionó rápidamente para proteger a su población y la economía del impacto de la paralización. El Banco Central redujo las tasas de interés, brindó liquidez y otorgó créditos. La regla fiscal se suspendió por dos años a fin de que el gobierno tuviera un mayor margen de maniobra para apoyar a los hogares y las empresas más vulnerables. Se espera que el déficit fiscal del gobierno central alcance 8,2% del PIB (en comparación con 4,9% estimado en mayo).
¿Por qué Colombia necesitó ampliar su línea de crédito, en lugar de simplemente utilizar la existente?
Debido a los efectos no previstos de esta pandemia, las necesidades de balanza de pagos de Colombia son mayores de lo esperado. La ampliación de la línea de crédito ayuda a hacer frente a esta situación. Dado su carácter flexible, la LCF contribuirá a satisfacer las necesidades tanto reales como latentes de la balanza de pagos. Unida al holgado nivel de reservas internacionales de Colombia, la línea de crédito añade una cobertura ante el aumento de los riesgos externos. Si Colombia decide usarlos, estos recursos representarán también un respaldo para el presupuesto y ayudarán a satisfacer necesidades imprevistas de financiamiento externo.
¿Cómo ayudarán los recursos de la LCF a combatir la pandemia?
Si Colombia los utiliza, estos recursos ayudarán a financiar su déficit presupuestario, que prácticamente se duplicó desde mayo. Debido a la caída de la actividad económica, la recaudación tributaria disminuyó marcadamente, mientras aumentó el gasto en servicios de salud y apoyo destinados a personas y empresas vulnerables. Estos fondos servirán para respaldar los programas de gasto en salud de las autoridades (por ejemplo, más camas en cuidados intensivos), dar apoyo a los hogares vulnerables y a los trabajadores desempleados e informales, ayudar a las empresas a pagar los sueldos de sus empleados y satisfacer las necesidades de financiamiento del país.
¿Conlleva la utilización del crédito alguna condicionalidad?
No. El cumplimiento de las condiciones se exige previamente. Antes de recibir el crédito, el país debe demostrar una sólida trayectoria en materia de políticas y fundamentos económicos. Una vez que lo hace, y que el Directorio Ejecutivo del FMI aprueba la línea de crédito, el acceso a los recursos es incondicional. En este caso, Colombia tuvo que demostrar que seguía cumpliendo los requisitos para que se aumentara.
¿Por qué Colombia no recurrió a los mercados en lugar del FMI?
De hecho, Colombia sí recurrió a los mercados y en septiembre pudo colocar, por ejemplo, bonos a 30 años a tasas de interés razonables. Emitió bonos por valor de USD 4.300 millones en el exterior, y cerca de USD 10.500 millones en el mercado interno. No obstante, la magnitud de la recesión es tal, que las necesidades de financiamiento han aumentado de un promedio de 8% del PIB en los últimos 5 años a alrededor de 13% en 2020. Las autoridades del país consideraron que diversificar las fuentes de financiamiento evitaría ejercer una presión excesiva en los mercados internos y desplazar al sector privado, lo cual sucede cuando los inversionistas prefieren otorgar créditos al gobierno (porque ofrece mayor grado de seguridad) que financiar inversiones privadas. Además, en este caso, la LCF es una opción atractiva porque la tasa de interés es inferior a la que Colombia habría obtenido mediante emisiones de deuda.
¿Qué significa para el FMI que se utilicen por primera vez los recursos de la LCF?
La LCF se creó, precisamente, pensando en este tipo de situaciones, para que los países con fundamentos económicos sólidos tuvieran un acceso inicial a los recursos del FMI como seguro y respaldo durante una crisis. Este es precisamente el caso de Colombia. Hasta ahora, otros países no han recurrido a la línea de crédito porque no tuvieron necesidad de hacerlo. Pero los recursos siempre han estado disponibles.
Colombia es también el primer país que solicita un cambio en su línea de crédito fuera de las revisiones periódicas (un año después de la aprobación o renovación después de dos años). Esto demuestra la agilidad del FMI para brindar apoyo a un país miembro ante una situación que cambia rápidamente. Este proceso es un buen ejemplo de que la letra “F” en LCF verdaderamente significa “flexible”.