Typical street scene in Santa Ana, El Salvador. (Photo: iStock)

Boletín del FMI : La estabilidad financiera mundial ha mejorado, pero aún enfrenta desafíos

9 de abril de 2014

  • Las economías avanzadas están recuperándose, pero aún hay riesgos para la estabilidad financiera
  • Los mercados emergentes están adaptándose, las empresas permanecen vulnerables a los shocks
  • Las autoridades deben concluir el saneamiento de bancos y empresas en la zona del euro

En los últimos seis meses la estabilidad financiera ha mejorado en términos generales en las economías avanzadas y se ha deteriorado en las economías emergentes, señala el FMI en su más reciente Informe sobre la estabilidad financiera mundial (informe GFSR, por sus siglas en inglés).

Operadores en la Bolsa de Nueva York escuchan una rueda de prensa de la Presidenta de la Reserva Federal, Janet Yellen: La política del banco central en Estados Unidos ha empezado a normalizarse (foto: Brendan McDermid/Reuters)

Operadores en la Bolsa de Nueva York escuchan una rueda de prensa de la Presidenta de la Reserva Federal, Janet Yellen: La política del banco central en Estados Unidos ha empezado a normalizarse (foto: Brendan McDermid/Reuters)

INFORME SOBRE LA ESTABILIDAD FINANCIERA MUNDIAL

Las condiciones financieras favorables derivadas de las bajas tasas de interés en las economías avanzadas han llevado a muchas economías a depender de ‘muletas de liquidez’. Según el FMI, es hora de que los sistemas financieros dejen atrás esta dependencia del dinero fácil y avancen hacia un entorno de crecimiento autosustentable.

Avances:

• La política monetaria en Estados Unidos ha empezado a normalizarse ante señales cada vez más claras de que la recuperación económica del país está afianzándose.

• Los bancos en la zona del euro han mejorado sus coeficientes de capital, y la región está reemplazando la fragmentación por un marco más sólido para la integración.

• Las salidas de capital de los mercados emergentes han permanecido contenidas, sobre todo cuando las autoridades han abordado las vulnerabilidades macroeconómicas en medio de condiciones más restrictivas de financiamiento externo.

El camino por recorrer

La transición a una mayor estabilidad financiera dista mucho de haber concluido, y aún no están dadas todas las condiciones necesarias para un sistema financiero estable, como lo evidencian los recientes episodios de turbulencia financiera, señaló el FMI.

“En las economías avanzadas, los mercados financieros siguen respaldados por la orientación monetaria extraordinariamente acomodaticia y la abundancia de liquidez”, explicó José Viñals, Consejero Financiero y titular del Departamento de Mercados Monetarios y de Capital del FMI. “Estas economías tendrán que reducir su dependencia a los puntales monetarios y de liquidez para poder crear un ambiente de crecimiento autosustentable, marcado por un aumento de la inversión empresarial y un creciente nivel de empleo.”

Para lograr que los mercados financieros dejen de depender de las bajas tasas de interés en las economías avanzadas y que en cambio estén impulsados por un crecimiento autosustentable, será necesario que las autoridades en las economías avanzadas y de mercados emergentes tomen medidas enérgicas.

Normalizar la política monetaria, sin sobresaltos

La transición paulatina hacia un crecimiento autosustentable está más avanzada en Estados Unidos, donde ya se pueden ver los primeros “brotes verdes” de la recuperación económica. Pero la estabilidad financiera aún está expuesta a algunos riesgos. Uno de ellos es el surgimiento de vulnerabilidades en algunos sectores de los mercados de crédito de Estados Unidos, como los bonos de alto rendimiento y los préstamos apalancados, cuyas normas de evaluación se han debilitado. La creciente actividad en estos mercados —y la posible distorsión a la hora de determinar el precio del riesgo— se debe a la búsqueda de mayores rendimientos por parte de los inversionistas y al continuo afán de las empresas por aprovechar condiciones de préstamo favorables.

Otros factores de riesgo podrían amplificar el efecto de los shocks potenciales, como por ejemplo una liquidez mucho más baja en los mercados y el rápido crecimiento de fondos comunes y fondos cotizados en bolsa enfocados al crédito. Estos instrumentos de inversión son más propensos que otros préstamos apalancados tradicionales a ser redimidos por los inversionistas. La preocupación es que si los inversionistas tratan de retirarse masivamente de estos instrumentos de inversión que están concentrados en bonos de alto rendimiento y préstamos apalancados relativamente ilíquidos, la presión podría desembocar en ventas forzosas en los mercados de crédito y rápidos aumentos de los rendimientos.

Las autoridades estadounidenses tienen que gestionar con cuidado estos riesgos para garantizar la estabilidad financiera y evitar efectos de contagio a escala mundial. Las políticas macroprudenciales, por ejemplo, pueden ayudar a que los participantes del mercado asuman menos riesgos excesivos. Estas medidas son esenciales para ayudar a Estados Unidos a retirar las políticas monetarias no convencionales sin contratiempos, lo cual sigue siendo el escenario más probable.

Los mercados emergentes enfrentan desafíos más complicados

Los vientos favorables resultantes de las condiciones de financiamiento externo propicias y del fuerte crecimiento del crédito ya han amainado. Los desequilibrios macroeconómicos y financieros se acumularon durante el período de laxitud monetaria dado que ha aumentado el endeudamiento en los balances privados y públicos. Países como Brasil, Indonesia, India y Turquía se han enfrentado a mayores presiones en los mercados a lo largo del último año porque los inversionistas se fijan cada vez más en estos desequilibrios para diferenciar los mercados y las clases de activos. La adopción inmediata de medidas para afianzar la credibilidad de los marcos de política ha ayudado a aliviar algunas de estas presiones, pero aún quedan tareas pendientes.

Según Viñals, algunas empresas de mercados emergentes son particularmente vulnerables.

“Ante las mayores cargas de endeudamiento y la menor capacidad de servicio de la deuda, las empresas se vuelven más sensibles al endurecimiento de las condiciones de financiamiento externo y a un potencial cambio de sentido de los flujos de capital, que podrían provocar un aumento de los costos de endeudamiento y una merma de las ganancias”, señaló.

El FMI ha realizado un análisis a fondo de los balances de las empresas en los mercados emergentes, centrando la atención en la proporción de deuda empresarial en manos de entidades débiles y muy apalancadas, conocida como “deuda en situación riesgo”. En un escenario adverso y severo en el que los costos de endeudamiento suben y las ganancias se deterioran significativamente, la deuda en situación de riesgo podría aumentar US$740.000 millones, elevándose a un 35% de la deuda empresarial total en la muestra utilizada para el análisis.

El impacto de cualquier shock podría verse amplificado por un creciente “descalce sistémico de liquidez”. Por ejemplo, en algunos de los mercados de bonos soberanos denominados en moneda nacional en que los inversionistas extranjeros ahora desempeñan un papel más importante, se observa en la actualidad un marcado contraste entre la posible escala de las salidas de capital y una menor capacidad y voluntad de los bancos internacionales para intermediar estos fondos. Este descalce podría intensificar el impacto de cualquier shock y ampliar el impacto en los precios de los activos en los diferentes países.

Las autoridades en los mercados emergentes tienen que mantener marcos creíbles de política macroeconómica y márgenes para la aplicación de las correspondientes políticas. Asimismo, deben adoptar medidas prudenciales para salvaguardar las entidades tanto bancarias como no bancarias. Esto es especialmente pertinente en el caso de China, en donde el crecimiento de los préstamos no bancarios ha propiciado el apalancamiento de las empresas.

Sanear los bancos y las empresas de la zona del euro

La actitud del mercado con respecto a las entidades soberanas y bancarias de Europa ha mejorado, particularmente en los países de la zona del euro que soportan tensiones. Esto se debe a reformas adoptadas a escala nacional y europea, y a una creciente confianza en que los bancos saldrán fortalecidos de las evaluaciones sobre la calidad de los activos y las pruebas de tensión que realizarán próximamente las autoridades europeas. No obstante, aún queda pendiente abordar algunos desafíos importantes:

• La reestructuración del sector empresarial endeudado en la zona del euro se ha visto demorada porque no ha concluido el saneamiento de los balances de los bancos.

• Las condiciones de crédito siguen siendo difíciles en las economías de la zona del euro que soportan tensiones. Los bancos en estos países se han visto frenados por una cartera de préstamos en mora que ya es grande y sigue creciendo, y que se debe en parte a un sobreendeudamiento empresarial no resuelto. Este lastre ha limitado la rentabilidad de los bancos y su capacidad para otorgar crédito. Sin un flujo de crédito fresco, a los bancos les será difícil apoyar la recuperación y ayudar a que la zona del euro concluya la transición de la fragmentación financiera a la integración.

Las autoridades de la zona del euro se enfrentan a la difícil tarea de acelerar el saneamiento de los balances de los bancos y las empresas sin menoscabar la recuperación de la actitud del mercado. “No basta con sanear los bancos”, declaró Viñals. “Las autoridades también tienen que concluir el saneamiento de las empresas”.

El informe GFSR también insta a tomar medidas adicionales para acelerar la resolución de la cartera de préstamos en mora y mejorar el acceso de las empresas al crédito.

• Las autoridades deberían incentivar más la constitución de provisiones y las cancelaciones contables de los bancos, reformar los marcos jurídicos para facilitar las resoluciones a tiempo y fomentar un mercado secundario para la negociación de carteras de préstamos en mora.

• Los reguladores de los mercados también podrían facilitar la cotización de bonos de alto rendimiento de empresas más pequeñas, y las autoridades deberían reevaluar los impedimentos regulatorios para la titulización de préstamos.

El resultante fortalecimiento de los balances de los bancos y las empresas debería ayudar a apuntalar el optimismo en los mercados financieros, y a mejorar el flujo de crédito para apoyar la recuperación.