Retos mundiales para la Asociación de Naciones del Asia Sudoriental (ASEAN) y prioridades en materia de políticas

13 de noviembre de 2022

Texto preparado para la intervención

Gracias, su excelencia Hun Sen, es un honor estar con usted aquí el día de hoy.

Quisiera comenzar felicitando a usted y al pueblo de Camboya por los notables logros de las últimas dos décadas. Han sabido conducir el país desde uno de los momentos más aciagos de su historia hasta convertirlo en una de las economías más dinámicas del mundo, con la pobreza drásticamente reducida, mejores niveles de vida y la aspiración de que para finales de este decenio el país llegue a ser de un país de ingreso mediano alto.

Me gustaría abordar tres aspectos: las perspectivas económicas mundiales, la situación de la ASEAN frente a estas perspectivas, y las prioridades en materia de políticas.

Primero, las perspectivas mundiales. En los últimos tres años —un período relativamente corto— hemos soportado un shock tras otro y tras otro: una pandemia mundial, una guerra en Europa y una crisis del costo de vida. Y estos shocks han pintado un panorama bastante sombrío para la economía mundial, para este año y sobre todo para el próximo.

El doble golpe de las interrupciones en las cadenas de suministro a causa de la pandemia y la escalada de los precios de la energía y los alimentos ha dado lugar a una inflación pertinazmente alta, que ha provocado un endurecimiento de las condiciones financieras y una brusca desaceleración del crecimiento mundial, de 6% en 2021 a 3,2% en 2022. Para 2023 proyectamos que el crecimiento será de 2,7%, pero con una probabilidad de 25% de que en realidad descienda hasta menos de 2%.

Y aún más preocupante que este sombrío panorama es la tendencia hacia una mayor fragmentación, precisamente en un momento en que más nos necesitamos el uno al otro. Y me preocupa mucho que estemos deslizándonos sonámbulos hacia un mundo que, como resultado, sería más pobre y menos seguro.

El segundo aspecto que quería tratar tiene un cariz más positivo, una cierta luz en un horizonte oscuro. Se proyecta que la ASEAN crezca 5% este año y 4,7% el año que viene, es decir, bastante por encima de la media mundial.

Esto obedece al firme avance de las reformas y la notable integración de las economías del grupo. Por esta razón, confío enormemente en que la ASEAN desempeñará un papel clave para ayudar a evitar la fragmentación, y para alentar al resto de los países a seguir avanzando por la senda correcta.

Porque, señor Primer Ministro, como dijo en sus palabras de apertura, tenemos que avanzar juntos. Juntos somos mucho más fuertes.

Al mismo tiempo, incluso si nos guiamos por la promesa que representa la ASEAN, no podemos cruzarnos de brazos. Hemos de reconocer también que estos países se han visto golpeados por las secuelas de la pandemia, y ahora por la desaceleración de la economía mundial. Por lo tanto, es sumamente importante que la ASEAN enmarque sus políticas dentro del contexto mundial y tenga en cuenta estas secuelas.

Y con esto paso al tercer aspecto de mi intervención: las prioridades en materia de políticas.

En primer lugar, reconocer que, en el contexto de las políticas mundiales, la prioridad es combatir la inflación persistente. Los bancos centrales deben adoptar políticas más restrictivas y mantenerlas hasta que la reducción de la inflación sea tangible. Esta es la estrategia adecuada porque la estabilidad de precios es esencial para el crecimiento. También sabemos que la inflación inflige más daño en la gente más pobre.

Por eso esperamos que los principales bancos centrales, incluida la Reserva Federal, mantengan el curso. Esto significa que el endurecimiento monetario no va a ser un fenómeno pasajero. Los países deben tener esto en cuenta al definir sus políticas monetarias y cambiarias, sin olvidar tampoco que la fortaleza del dólar trae consigo tasas de interés más altas.

En segundo lugar, se debe reconocer que, si bien todos estamos atravesando penurias, algunos segmentos de la sociedad se ven más afectados que otros. Por lo tanto, la política fiscal ha de enfocarse de forma prudente en los que necesitan más ayuda, porque no se sabe por cuánto tiempo será necesario proporcionar esa ayuda a partir de escasos recursos públicos.

Y por último, esta coyuntura puede suponer enormes oportunidades para la ASEAN. Los cambios en las cadenas de suministro están creando nuevas oportunidades. La nueva economía verde y resiliente ante el clima presenta oportunidades que deben ser aprovechadas. La digitalización ofrece otra oportunidad, que ya ha potenciado el rendimiento en esta región, si bien es cierto que acarrea sus propios riesgos.

En vista de todo esto, hemos de felicitar a la ASEAN. Nos viene bien tener una estrella fulgurante en este cielo gris que nos cubre. Para que no deje de brillar, necesitamos un mundo integrado, un mundo en el que todos trabajemos para que las próximas generaciones tengan un futuro mejor.

Gracias por la oportunidad de pronunciar estas palabras.

Departamento de Comunicaciones del FMI
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