Comunicado de prensa No. 25/254

Declaración de la Primera Subdirectora Gerente del FMI, Gita Gopinath, tras la conclusión de la tercera reunión de los Ministros de Hacienda y Gobernadores de bancos centrales del G20

18 de julio de 2025

    KwaZulu-Natal, Sudáfrica: La Primera Directora Gerente del Fondo Monetario Internacional, Gita Gopinath, pronunció las siguientes palabras en la tercera reunión de los Ministros de Hacienda y Gobernadores de bancos centrales del G20 celebrada en KwaZulu-Natal, Sudáfrica:

    “Mi sincero agradecimiento al gobierno de Sudáfrica por acoger la reunión del G20 esta semana, y al Ministro Godongwana y el Gobernador Kganyago por liderar un provechoso debate sobre distintas cuestiones económicas y del sector financiero de importancia. El elevado nivel de incertidumbre acerca de las políticas fue un tema clave de este debate. Pero también lo fue el objetivo común de transitar por esta incertidumbre y buscar maneras —tanto a nivel nacional como colectivo— de impulsar el crecimiento.

    Perspectivas mundiales: por el momento se mantiene la resiliencia, pero nada es seguro

    En nuestro pronóstico de las Perspectivas de la economía mundial (informe WEO) de abril proyectábamos un crecimiento mundial del 2,8% en 2025 y del 3,0% en 2026, muy por debajo del promedio histórico del 3,7%. Este pronóstico incluía importantes revisiones a la baja para las principales economías, como Estados Unidos y China, debido a la mayor incertidumbre acerca de las políticas, las tensiones comerciales y un menor impulso de la demanda. Se proyectaba un descenso de la inflación general mundial, aunque a un ritmo menor, hasta el 4,3% en 2025 y el 3,6% en 2026.

    Desde abril, los indicadores económicos muestran un contexto complejo condicionado por las tensiones comerciales. Hemos visto evidencias claras de anticipación previa a los aumentos arancelarios y cierta desviación del comercio. También hemos visto una mejora de las condiciones financieras mundiales debido a que algunos acuerdos comerciales alcanzados redujeron los aranceles promedio. En cuanto a la inflación, el enfriamiento de la demanda y la caída de los precios de la energía apuntan a un descenso continuado, aunque con diferencias entre los países.

    A finales de julio actualizaremos nuestro pronóstico mundial, aunque puede decirse que los riesgos de deterioro dominan las perspectivas y la incertidumbre sigue siendo elevada.

    Prioridades de política económica: aumentar la resiliencia y estimular el crecimiento a mediano plazo

    En este contexto, las autoridades deben concentrarse en resolver las tensiones comerciales y aplicar políticas macroeconómicas que aborden los desequilibrios internos subyacentes. Esto incluye restablecer el espacio fiscal y asegurar que la deuda se sitúe en una trayectoria sostenible. Para mantener la estabilidad financiera y de precios, la política monetaria debe calibrarse cuidadosamente en función de las circunstancias específicas de cada país y utilizar una estrategia de comunicación clara y coherente. Debe protegerse la independencia de los bancos centrales. Para elevar el crecimiento a mediano plazo y contrarrestar los cambios demográficos siguen siendo fundamentales las reformas estructurales que aumenten la productividad, respalden la creación de empleo y aprovechen las nuevas tecnologías.

    Fortalecer las finanzas públicas

    El FMI celebra el renovado interés por la movilización de recursos internos, indispensable para fortalecer las finanzas públicas y ayudar a los países, en especial aquí en África, a lograr sus objetivos de desarrollo. Nuestros análisis sugieren que los países de ingreso bajo podrían elevar su PIB un 7% adicional si alcanzaran su capacidad fiscal estimada.

    El FMI está haciendo lo que le corresponde con su apoyo a los países para que reformen sus políticas tributarias internas y amplíen sus bases tributarias, fortalezcan su administración para mejorar la recaudación de impuestos y su eficiencia, y mejoren la certeza jurídica tributaria para atraer inversión extranjera y nacional.

    También apoyamos el gran interés por la eficiencia del gasto público, que es vital para invertir en desarrollo sostenible sin limitaciones fiscales estrictas. El FMI está contribuyendo con diagnósticos de la gobernanza, el diseño de marcos macrofiscales y mejoras en la gestión de la inversión pública y la administración de las empresas estatales.

    Gestionar los flujos de capital y la deuda

    Aunque, pese al aumento de la volatilidad del mercado financiero y la incertidumbre acerca de las políticas, los flujos de capital hacia las economías de mercados emergentes y en desarrollo han mantenido su resiliencia en 2025 en términos generales, estos flujos siguen siendo escasos y, para muchos prestatarios, las condiciones de financiamiento son restrictivas. 

    Para disminuir el costo del capital y atraer inversión privada, debe empezarse en casa con reformas internas. Aunque sabemos que algunos países, con deuda sostenible, pero que actualmente afrontan elevados costos del servicio de la deuda, podrían necesitar alguna vía para crear espacio fiscal hasta que los beneficios de las reformas sean tangibles. Es por ello que el FMI está avanzando en su colaboración con el Banco Mundial para implementar una estrategia basada en tres pilares.

    En el caso de los países con niveles insostenibles de deuda, es fundamental actuar de manera proactiva para restablecer la sostenibilidad. Para ello, deben ponerse en práctica mecanismos eficientes y oportunos de reestructuración de la deuda. En este ámbito, se está avanzando bien. La publicación del manual para la reestructuración de la deuda de la Mesa Redonda Mundial sobre la Deuda Soberana, así como de la nota del G20 en la que se detallan las etapas para el tratamiento de la deuda dentro del Marco Común del G20, son documentos útiles y complementarios para aquellos países que estén considerando una reestructuración de la deuda. Pero aún se necesita avanzar más en los mecanismos de reestructuración, entre otras cosas, para abarcar a los países de ingreso mediano y garantizar la predictibilidad.

    Cuestiones del sector financiero

    Aunque las difíciles condiciones financieras se han relajado desde abril, la todavía elevada incertidumbre geopolítica y comercial hace que los riesgos para la estabilidad financiera sigan de actualidad. Las valoraciones de activos son de nuevo excesivas, el uso del apalancamiento sigue siendo elevado en algunas partes del sistema financiero, y la presión periódica que se observa sobre los rendimientos de los bonos públicos y el funcionamiento del mercado conlleva el riesgo de amplias repercusiones, en especial en un contexto de grandes déficits fiscales y aumento de la iliquidez.   

    Son fundamentales una vigilancia atenta y una supervisión sólida, y también deben continuar los recientes progresos en la supervisión del sector financiero, en especial de las instituciones financieras no bancarias, que en la actualidad representan más del 50% del sector financiero.

    Mejorar los sistemas de pagos transfronterizos, por ejemplo, mediante nuevas tecnologías financieras, puede contribuir a estimular el crecimiento y fortalecer la estabilidad macrofinanciera.

    Por último, el FMI también aplaude el interés de la Presidencia por apuntalar el potencial de crecimiento de África, entre otras cosas, subsanando las vulnerabilidades macroeconómicas. Para aprovechar este potencial, con una población joven y abundantes recursos naturales, son necesarias reformas e inversiones que puedan impulsar el crecimiento y el desarrollo en el continente. También es fundamental que continúe el apoyo internacional mediante un financiamiento concesionario adecuado, el fortalecimiento de las capacidades y ayuda para solventar las vulnerabilidades de la deuda. El FMI se compromete a hacer lo que le corresponde a este respecto”.

    Departamento de Comunicaciones del FMI
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