Grupo Intergubernamental de los Veinticuatro para Asuntos Monetarios Internacionales y Desarrollo
14 de octubre de 2025
1. El Grupo de los Veinticuatro tiene presente con profunda preocupación el sufrimiento humano causado por la fragilidad, la violencia y las guerras en todo el mundo, y hacemos un llamamiento al fin de todas las hostilidades. Hacemos notar la importancia del derecho internacional y del refuerzo de la aplicación del principio del arreglo pacífico de controversias consagrado en la Carta de las Naciones Unidas. El G24 hace hincapié en el nexo fundamental entre la paz y el desarrollo. En este contexto, aplaudimos los recientes acontecimientos en Oriente Medio, y esperamos que sienten las bases para una paz general y justa. La comunidad internacional debe permanecer comprometida con los Estados frágiles y afectados por conflictos, respetar los acuerdos existentes y brindar apoyo para la recuperación, la reconstrucción y el desarrollo a largo plazo. El apoyo también debe extenderse a los países de acogida afectados de manera desproporcionada por las crisis de refugiados y desplazamientos, asegurando que dichos países reciban financiamiento predecible y apoyo para el desarrollo junto con la ayuda humanitaria. Esta estrategia es fundamental para mejorar la resiliencia nacional y aliviar las presiones en las comunidades de acogida, de forma que se fomente la estabilidad y el crecimiento inclusivo a largo plazo.
2. Tras una sucesión de shocks adversos en los últimos años, el crecimiento mundial permanece en niveles inferiores a los observados antes de la pandemia. La agudización de las tensiones comerciales y de la incertidumbre acerca de las políticas está creando considerables obstáculos a mediano plazo, y es probable que el crecimiento siga siendo desigual y frágil al verse restringido por el aumento de las vulnerabilidades fiscales y de la deuda. La inflación está remitiendo pero no deja de ser persistente, con riesgos derivados de la incertidumbre en torno a las políticas que podrían socavar el proceso desinflacionario en curso.
3. Las tensiones comerciales y la incertidumbre en torno a las políticas están imponiendo un pesado lastre a las economías de mercados emergentes y en desarrollo. El deterioro de los términos de intercambio, la contracción de los volúmenes de exportación y la disminución de los ingresos en divisas, entre ellos, las remesas, están amplificando los riesgos para la estabilidad macroeconómica en muchas economías de mercados emergentes y en desarrollo. Como consecuencia, el crecimiento económico y el desarrollo sostenible siguen estando reprimidos, y las perspectivas de crecimiento no son suficientes para compensar todo el daño infligido por las crisis sucesivas. En todas las economías de mercados emergentes y en desarrollo, las políticas internas han sido cruciales para atajar los riesgos de inflación y mitigar el impacto de la fuerte incertidumbre. Por lo tanto, la continuidad de la independencia de los bancos centrales es fundamental para preservar la credibilidad y eficacia de la política monetaria. Para fortalecer la resiliencia fiscal, se están realizando esfuerzos de racionalización y reordenación de las prioridades del gasto y de las reformas estructurales con el fin de incentivar el crecimiento impulsado por el sector privado; pese a ello, el margen limitado para la aplicación de políticas, el sobreendeudamiento y la incertidumbre actual ponen de manifiesto la necesidad urgente de encontrar soluciones colectivas y coordinadas que cuenten con el apoyo de las instituciones multilaterales.
4. El apoyo del Fondo Monetario Internacional (FMI) a las economías de mercados emergentes y en desarrollo sigue siendo crucial, y que el FMI sea una institución sólida y debidamente dotada de recursos, respaldada por acuerdos regionales de financiamiento, es esencial para prevenir crisis, responder eficazmente cuando ocurran y velar por la estabilidad monetaria y financiera internacional. A fin de consolidar la capacidad de préstamo del FMI, instamos a los países miembros a dar un impulso a sus procesos internos para garantizar que la Decimosexta Revisión General de Cuotas concluya de forma oportuna. Al mismo tiempo, el FMI también podría considerar un mecanismo de emisión periódica de derechos especiales de giro (DEG) para respaldar más eficazmente a las economías de mercados emergentes y en desarrollo y a los países de ingreso bajo. Instamos asimismo a los países miembros a continuar el diálogo y resolver las cuestiones que impiden a los bancos multilaterales de desarrollo usar DEG para adquirir instrumentos de capital híbridos.
5. Tomamos nota de las demoras en la formulación de posibles estrategias para realinear las cuotas a más tardar en junio de 2025. Por lo tanto, respaldamos la Declaración de Diriyah de 2025 de la presidencia del Comité Monetario y Financiero Internacional (CMFI) sobre la elaboración de principios generales que sirvan de guía para los debates sobre las futuras revisiones generales de cuotas, en particular en el marco de la Decimoséptima Revisión General de Cuotas, a más tardar para abril de 2026. A fin de garantizar la legitimidad, mejorar la gobernanza y la representación y preservar la confianza en el multilateralismo, hacemos hincapié en que la realineación de las cuotas debe reflejar mejor el peso económico relativo de los países miembros en la economía mundial, además de proteger las cuotas relativas de las economías de mercados emergentes y en desarrollo, incluidas las de los países miembros más pobres. Exhortamos al FMI a mejorar la representación regional en el CMFI invitando al presidente del Grupo de los Veinticuatro a la sesión plenaria, como lo hace el Comité para el Desarrollo del Grupo Banco Mundial. Los exámenes en curso sobre los marcos de sostenibilidad de la deuda, el diseño y la condicionalidad de los programas, las prácticas de supervisión y las actividades de fortalecimiento de las capacidades son vitales para mejorar la eficacia del FMI. Las metodologías robustas son esenciales para evaluar los desequilibrios externos y los efectos de contagio, en tanto que, para la relevancia del FMI en la era de la digitalización y la inteligencia artificial y para su credibilidad como asesor de confianza, es de vital importancia que continúe su labor en torno a cuestiones críticas desde el punto de vista macroeconómico.
6. Celebramos la actual implementación de la Hoja de ruta para la evolución del Banco Mundial y la prioridad renovada dada a la creación de más y mejores empleos y al desarrollo del sector privado para la transformación económica, que contribuyen a la misión básica de poner fin a la pobreza. Se podrían lograr mayores avances en este ámbito si se fortalecen las capacidades de los recursos locales a través de la colaboración, se incrementan las inversiones en infraestructura, se mejora el clima empresarial local, en especial para las pequeñas y medianas empresas, y se moviliza más capital privado. La creación de empleo sostenible depende de la infraestructura de capital físico y humano, y por lo tanto, para alcanzar estos objetivos y otros hitos de la Hoja de ruta, sigue siendo fundamental que el financiamiento sea adecuado. Las recientes iniciativas de titulización son prometedoras para la movilización de capital privado, pero será importante agilizar los avances en otros proyectos, en especial el Marco de Incentivos Financieros, el Fondo para un Planeta Habitable, el capital híbrido, las garantías de cartera y el capital exigible reforzado, todos ellos fundamentales para movilizar recursos adicionales para préstamos. Además, instamos a que se actúe con rapidez en lo relativo a la fase 2 de la reforma de la determinación del costo de los préstamos del Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento (BIRF) para mejorar su competitividad y asequibilidad.
7. El examen de la participación accionaria que se está llevando a cabo brinda una oportunidad importante al BIRF para evaluar y debatir la sobrerrepresentación y la subrepresentación entre sus países miembros. El examen también reforzaría la voz y la representación de los países en desarrollo en todas las instituciones del Banco Mundial, defendiendo a la vez el marco dispuesto por los Principios de Lima, sobre todo en cuanto a la protección del poder de voto de los países más pequeños y pobres. Aguardamos con interés la nueva actualización del examen de la participación accionaria para las Reuniones de Primavera de 2026.
8. Los bancos multilaterales de desarrollo deben seguir siendo la piedra angular del financiamiento público para el desarrollo a largo plazo. En este sentido, aplaudimos el compromiso sostenido de la Presidencia sudafricana del G20 con la Hoja de ruta del G20 para que dichas instituciones sean mejores, más grandes y más eficaces. Los bancos multilaterales de desarrollo deben seguir funcionando como un sistema que garantice la coherencia y el progreso colectivo en todas las instituciones. Nuevos esfuerzos para profundizar los mercados internos de capital, reducir el riesgo para la inversión privada y mitigar los riesgos cambiarios también ayudarán a movilizar financiamiento privado a largo plazo, salvaguardando a la vez la estabilidad macroeconómica.
9. Las elevadas cargas de la deuda y los crecientes costos de servicio de la deuda continúan perjudicando las perspectivas de desarrollo a largo plazo. Aplaudimos los avances del Marco Común del G20 para el tratamiento de la deuda y la Mesa Redonda Mundial sobre la Deuda Soberana; no obstante, apoyamos los esfuerzos para seguir mejorando la aplicación del Marco Común a efectos de conseguir resultados más predecibles, oportunos y coordinados que cuenten con la plena participación de los acreedores. Las reformas más amplias han de centrarse en la sostenibilidad fiscal, en proporcionar más financiamiento en condiciones favorables, en reforzar la gestión y la transparencia de la deuda y en mejorar la metodología y las evaluaciones de riesgo de los países por parte de las agencias calificadoras del riesgo crediticio. Deben reforzarse los mecanismos institucionales de prevención y respuesta a las crisis a fin de respaldar a los países que, pese a contar con posiciones de deuda sostenibles y ser solventes, enfrentan shocks de liquidez a corto plazo. En este sentido, esperamos con interés el examen de la Línea de Liquidez a Corto Plazo del FMI.
10. Las acciones por el clima deben impulsarse mediante compromisos equitativos adaptados a las circunstancias de los países y basados en el principio de responsabilidades comunes pero diferenciadas. Otras prioridades incluyen las iniciativas sobre pérdidas y daños, la protección de la biodiversidad, el respaldo a las tecnologías de captura, utilización y almacenamiento del carbono (CCUS) y la preservación de sumideros de carbono. Destacamos la necesidad de donaciones, financiamiento en condiciones favorables, transferencia de tecnología y fortalecimiento de las capacidades para facilitar transiciones justas. Las plataformas promovidas por los países que integran la acción climática con sus prioridades nacionales de desarrollo deben recibir apoyo y reproducirse en otros contextos, ya que aportan instrumentos efectivos para movilizar financiamiento en condiciones favorables, atraer inversión privada y garantizar la participación coordinada de los socios en el desarrollo en los programas propios de los países. Los instrumentos innovadores —como los bonos verdes, el financiamiento combinado, los canjes de deuda y las herramientas de distribución del riesgo— podrían utilizarse para atraer inversión privada que complemente el financiamiento público. Continuamos apoyando el acceso a todas las fuentes de energía, mediante el uso de todas las tecnologías pertinentes, y garantizando a la vez que las transiciones energéticas sean sostenibles y estén alineadas con los objetivos climáticos mundiales. Los países desarrollados deben cumplir sus compromisos vigentes, y la 30.ª Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP30) debe ser un momento decisivo para forjar consenso en torno a nuevas iniciativas. En este sentido, tomamos nota de los esfuerzos realizados por la nueva Presidencia de la Conferencia para convocar al Círculo de Ministros de Finanzas de la COP30 y aguardamos con interés el próximo informe, la Hoja de ruta de Bakú a Belém para la movilización de 1,3 billones de dólares.
11. El financiamiento del desarrollo sostenible exige una mayor movilización de recursos internos y una cooperación multilateral eficaz para frenar los flujos financieros ilícitos, tanto en el punto de origen como en el de destino, y para prevenir la erosión de la base imponible. Se trata de desafíos transfronterizos, para los cuales la colaboración y el consenso a escala mundial son esenciales. Instamos a los donantes a revertir la trayectoria descendente de la asistencia oficial para el desarrollo (AOD) y a cumplir sus compromisos e incrementar su apoyo en vista de las crecientes necesidades. Pedimos nuevos avances en lo que se refiere al Marco Inclusivo del G20 y la Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) y elogiamos las labores en curso con respecto a una Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cooperación Fiscal Internacional. Esperamos con interés el surgimiento de una arquitectura tributaria inclusiva, sostenible y equitativa que respalde medidas progresivas, y que reconozca el papel de la tributación en la lucha contra las desigualdades. Mientras tanto, instamos al FMI y al Grupo Banco Mundial a que, en colaboración con las organizaciones regionales, continúen apoyando los esfuerzos para la movilización de recursos internos. Hacemos un llamamiento a todas las partes interesadas para que cumplan sus compromisos de financiamiento del desarrollo sostenible, tal y como se acordó en el Compromiso de Sevilla de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre la Financiación para el Desarrollo de 2025.
12. El multilateralismo se enfrenta hoy a importantes desafíos que ponen obstáculos a las perspectivas de crecimiento económico mundial, la seguridad energética, la industrialización y la diversificación económica, la acción climática eficaz y la erradicación de la pobreza. La revitalización de la cooperación internacional es fundamental para restablecer un entorno estable y transparente para el comercio y ayudar a los países vulnerables a desarrollar resiliencia, en particular los afectados por conflictos, sobreendeudamiento y shocks derivados de desastres naturales. Un sistema multilateral justo, transparente y basado en normas es fundamental para la prosperidad, la paz y la estabilidad mundiales. Una colaboración más estrecha entre la Organización Mundial del Comercio (OMC), las instituciones de Bretton Woods y los gobiernos nacionales será fundamental para salvaguardar la estabilidad y restaurar la confianza en el sistema internacional.
LISTA DE PARTICIPANTES[1]
Los ministros del Grupo Intergubernamental de los Veinticuatro para Asuntos Monetarios Internacionales y Desarrollo celebraron su 114.a reunión en Washington D. C. el 14 de octubre de 2025. Presidió la reunión el Sr. Pablo Quirno, Secretario de Finanzas de Argentina; y actuaron como primer vicepresidente el Sr. Olayemi Michael Cardoso, Gobernador del Banco Central de Nigeria; y como segundo vicepresidente el Sr. Muhammad Aurangzeb, Ministro de Hacienda de Pakistán.
La reunión de los ministros fue precedida por la 126.a reunión de los suplentes del Grupo de los Veinticuatro, celebrada el 13 de octubre de 2025. Esta última fue presidida por la Sra. Candelaria Álvarez Moroni, Subsecretaria de Coordinación y Gestión Internacional de la Secretaría de Asuntos Económicos y Financieros Internacionales del Ministerio de Economía de Argentina.
Grupo Africano: Abdelhak Bedjaoui, Argelia; André Wameso Nkualolok, República Democrática del Congo; Chalouho Coulibaly, Côte d’Ivoire; Rania Al-Mashat, Egipto; Ahmed Shide, Etiopía; Philip Abradu-Otoo, Ghana; Kamau Thugge, Kenya; Mohamed Taamouti, Marruecos; Doris Anite, Nigeria; Ashor Sarupen, Sudáfrica.
Grupo Asiático: Anil Das, India; Reza Boostani, República Islámica de Irán; Yassine Jaber, Líbano; Jameel Ahmad, Pakistán; Joven Balbosa, Filipinas; Harshana Suriyapperuma, Sri Lanka; Mohammed Barnieh, Siria.
Grupo Latinoamericano: Emmanuel Andrin, Argentina; Tatiana Rosito, Brasil; Leonardo Villar, Colombia; Bernardo Acosta, Ecuador; Oscar Monterroso, Guatemala; Ronald Gabriel, Haití; Diana Alarcón, México; Adrián Armas, Perú; Larry Howai, Trinidad y Tabago.
Observadores: Victor Guilherme, Angola; Fahad M. Alturki, Fondo Monetario Árabe; Odalis Marte-Alevante, Consejo Monetario Centroamericano; Weifeng Yang, China; Areef Suleman, Banco Islámico de Desarrollo; Mohannad Al-Suwaidan, Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP); Saud M. Albarrak, Arabia Saudita; Yuefen Li, South Centre; Ebrahim Alzaabi, Emiratos Árabes Unidos; Penelope Hawkins, Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD); Noel Pérez Benítez, Comisión Económica de las Naciones Unidas para América Latina y el Caribe (CEPAL).
Invitados especiales: Kristalina Georgieva, Directora Gerente del Fondo Monetario Internacional
Anna Bjerde, Directora Gerente de Operaciones del Grupo Banco Mundial
Hanan Morsy, Secretaria Ejecutiva Adjunta (Programa) y Economista Jefa, Comisión Económica para África de las Naciones Unidas
Secretaría del G24: Iyabo Masha, Julius Duran, Isata Keita, Gwladys Boukpessi
Secretaría del FMI para el G24: Luigi Briamonte, Aric Maiden
[1] Personas que participaron en las deliberaciones.
Departamento de Comunicaciones del FMI
RELACIONES CON LOS MEDIOS
OFICIAL DE PRENSA:
TELÉFONO:+1 202 623-7100CORREO ELECTRÓNICO: MEDIA@IMF.org

